Blanca Piña Gudiño
Senadora de la República
Cada 1 de mayo, la clase trabajadora a nivel mundial conmemora su día, el cual guarda en su nacimiento la memoria de los mártires de Chicago que lucharon y dieron su vida para que las y los trabajadores contaran con: 8 horas para trabajar, 8 horas para descansar y 8 horas para la recreación. Hoy, a 137 años de distancia, las y los trabajadores siguen llenando las calles de sus ciudades para luchar por un futuro mejor.
En este contexto debo hacer mención que las cosas han cambiado en los últimos 4 años, ya que los avances legislativos que se han logrado en materia laboral en nuestro país con la Cuarta Transformación son notables.
Uno de los principales avances respecto al periodo neoliberal es el incremento al salario mínimo, el cual este año se aumentó en 20 por ciento. Esto significa un incremento de más de mil pesos adicionales al mes para los y las trabajadoras, y una recuperación del 90 por ciento del poder adquisitivo del salario mínimo. Antes de la Cuarta Transformación el salario mínimo estaba en 88 pesos, hoy está en 207 pesos, y en la frontera norte en 312 pesos. Lo que significa que el salario mínimo ha incrementado en 4 años más del 150 por ciento.
Otro de los principales cambios que se han implementado es regulación de la figura del outsourcing o subcontratación, que permitía a las empresas contratar servicios externos para evitar el pago de prestaciones y derechos laborales a sus trabajadores. Con esta reforma, a pesar de que no se logró la prohibición como lo propuse en una iniciativa, se avanzó en garantizar la estabilidad laboral de los trabajadores y evitar la precarización.
Además, se estableció un sistema de justicia laboral que permite a los trabajadores resolver conflictos con sus empleadores de manera más justa y ágil. Se han creado tribunales especializados en materia laboral y se ha establecido un proceso de conciliación previo a la presentación de demandas laborales.
Aunado a lo anterior se han generado medidas para prevenir, erradicar y sancionar la violencia laboral, incluyendo el acoso sexual y laboral, estas medidas recogen una iniciativa que presenté en el Senado de la República.
Además, debo mencionar que después de 50 años sin cambios, logramos aumentar los días de vacaciones con el que podrán contar las y los trabajadores; también aprobamos la reforma en materia de justicia laboral, libertad sindical y negociación colectiva; aprobamos que se le otorgue la posibilidad de que las madres y padres trabajadores que tengan hijos con cáncer puedan ausentarse del trabajo para cuidarles; también se les reconoció sus derechos a las trabajadoras del hogar y regularizamos el teletrabajo u home office.
Sin duda queda mucho por hacer, como la reforma que permitirá a las y los trabajadores laborar solo 40 horas a la semana en lugar de 48, y así contar con dos días de descanso a la semana, en lugar de solo uno. También redoblar esfuerzos para abatir la informalidad laboral y la desigualdad salarial que siguen siendo graves problemas en nuestro país.
Seguiré trabajando desde el Senado de la República para erradicar estas prácticas y lograr un México más justo, equitativo y con bienestar. Este 1 de mayo, debemos recordar la importancia de la unidad de la clase trabajadora en la lucha por conseguir los derechos que han logrado que contemos con un México más justo para todas y todos. ¡Feliz día del trabajo, compañeras y compañeros.