Morelia, Mich., a 4 de febrero del 2021.- El gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, perdió los estribos ante la prensa, al ser cuestionado sobre la violencia que se vive en la entidad, confrontó y llamó mentirosos a los representantes de los medios de comunicación.
Con expresiones como que “es normal que haya embolsados en Michoacán”, “tú ni vives allá”, “no es cierto”, el gobernador tomó la defensiva al ser abordado por la prensa cuando acudió a un evento en la capital del estado.
Cuestionado sobre la inseguridad en la entidad, Aureoles discutió con los reporteros y dejó ver su verdadera personalidad, descrita por muchos como déspota.
A una reportera le dijo que “primero checa la información y luego haces tu anuncio de tantos muertos por todos lados, pues sí hay (muertos), tenemos problemas, pero comparado con lo que venía sucediendo, ha tenido una dimensión muy significativa. Te puedo decir incluso que antier solo tuvimos un homicidio doloso”.
Sobre las masacres, que en el mes de enero sumaron 6 con un total de 35 personas muertas y otras varias heridas, de acuerdo con el archivo de Artículo 7, Aureoles dijo que “bueno, de repente lo que tú ya conoces, los grupos se ponen locos, andan cobrándose las facturas, pero no es así como tú lo expresas”, reprochó a la reportera.
Luego el gobernador tuvo otro desencuentro con un reportero, que le señaló la increíble violencia de los grupos criminales, con la constante aparición de cadáveres embolsados en Michoacán, como sucedió durante las primeras horas del día en Zamora.
Entonces Aureoles perdió los estribos:
Silvano Aureoles Conejo (SAC): ¿De dónde sacan ustedes eso?
Reportero: Hoy por la mañana hubo dos embolsados.
SAC: Bueno, sí, dos es normal. Uno que fuera es doloroso, pero eso de magnificar que hay ocho, seis… Tú ni vives allá, namás agarras por ahí datos al aire y por eso quieres andar magnificando las cosas, ¡ya!, ¡no es cierto!
Ante la guerra de los grupos que “se ponen locos”, Silvano Aureoles ha hecho caso omiso a los desplazamientos de cientos de familias y abandonado a los municipios a su suerte, lo que se refleja en el aumento, año con año, de los asesinatos y aseguramiento de armas.