Comenzó la guerra sucia, qué digo sucia, cochina, marrana; se especula que incluso estaría autorizada, la guerra sucia, desde arriba, ya saben. Desde el púlpito. Del que se compara con Jesucristo. Obvio, su «favorita», la de la obediencia ciega, no puede caer. Ella debe ser, cueste lo que cueste. Y si hay que traicionar, se traiciona. No sería la primera vez.
En Morena se avecina un cisma provocado por su dirigencia y el de Tabasco; las acciones de Marcelo, el anuncio de su renuncia, dio pauta a de una vez sacar los cuchillos y atacar como los cobardes, por la espalda, agazapados, en las sombras.
Ya el propio Marcelo denunció la «cargada» de gobernadores de Morena a favor de Claudia y la reacción de AMLO fue la de siempre, simular.
Es evidente, guste o no, que el enemigo de Claudia, Adán y AMLO, es Marcelo, pero la triada sabe que el todavía canciller es la mejor oferta, el mejor perfil por mucho; saben que de hecho, desde siempre fue mejor perfil que AMLO y eso el Mesías Tropical nunca se lo perdonó y tan no lo hizo que ahora lo traiciona.
Con este video que comenzó a circular este sábado, de un supuesto mansaje de Marcelo con los logos y la música de Movimiento Ciudadano, comenzó «oficialmente» la guerra sucia vs Marcelo.
Sabíamos que iba a pasar; eso de no robar, eso de no mentir, eso de no traicionar, fue siempre una farsa engañabobos o engañapobres, pero que pase en estos niveles de ese partido, el que roba, el que miente, el que traiciona, raya en lo obsceno.
Pero es su naturaleza, hay que recordar cuál es su origen, qué sangre circula por sus venas.
Marcelo tiene la palabra y sabe qué ruta seguir… Lo cierto es que Morena, ahora, no es el camino. Porque será todo el aparato de Estado en su contra.
Al tiempo.