Blanca Piña Gudiño
Senadora de la República
Los comicios del 4 de junio dieron como resultado para el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y la Cuarta Transformación (4T) el triunfo de la compañera Delfina Gómez en el Estado de México, dando por terminado 94 años de priismo en esa entidad.
El resultado de la elección en el Estado de México es muestra de la intención del voto de cara al proceso electoral del 2024, lo que deja constancia del respaldo de la población con que cuente el presidente, Andrés Manuel López Obrador, para seguir impulsando la transformación del país. Otro elemento definitorio para la victoria en el Estado de México fue, sin duda, la unidad del movimiento, lo que también es un importante mensaje frente a lo ocurrido en el Estado de Coahuila.
Mostrando un gran oficio político, Delfina Gómez y la dirigencia estatal de Morena,
lograron generar los acuerdos y compromisos necesarios para enfrentar la elección en unidad.
Tanto las tendencias y liderazgos al interior de Morena, por ejemplo, el del senador Higinio Martínez, como las dirigencias del PT y al PVEM, asumieron que la tarea estratégica era derrotar al PRI en su principal bastión nacional.
El reto de la ahora gobernadora electa, Delfina Gómez, es enorme, pues debe impulsar la Cuarta Transformación en la entidad y demostrar que nuestro movimiento es capaz de atender los grandes problemas de la población. El Estado de México es una de las entidades con mayor desigualdad en el país con 43 por ciento de su población viviendo en condiciones de pobreza, esto de acuerdo con Índice de Desarrollo Humano (IDH) municipal, del Programa de Naciones Unidas sobre Desarrollo (PNUD).
La geografía de la entidad mexiquense es de contrastes, pues a la pobreza que se extiende a lo largo y ancho de su territorio se le contrapone la arquitectura y riqueza de Huixquilucan, en donde se concentra la población con mayor capacidad adquisitiva del Estado.
La gobernadora electa, (mujer de orígenes humildes, maestra, con un historial de lucha sindical y magisterial fiel al programa de transformación), ha establecido las primeras acciones de su gobierno, entre las que se encuentra retomar las demandas y necesidades que la población expresó en los distintos foros realizados durante su campaña; regresar a los municipios ya como gobernadora y atender desde estos; reducir los salarios de los funcionarios públicos, promoviendo una vocación de servicio; incluir a mujeres de manera paritaria en su gabinete y atender a las madres buscadoras.
La unidad del movimiento en torno a los principios de un programa de gobierno que ponga en el centro las necesidades del pueblo, demuestra que el movimiento no se trata de aspiraciones personales ni de la búsqueda de intereses vulgares, sino de servir al pueblo.
Si bien es verdad que la oposición conservadora está desfondada rumbo a la elección presidencial del 2024, pues no cuenta con programa de gobierno, propuesta política o candidatos capaces de remontar la derrota moral en la que están sumidos, también es verdad que en Morena no podemos confiarnos, ya que consolidar la Cuarta Transformación es nuestro compromiso.
Gobernar bajo la premisa de por el bien de todos primero los pobres, debe seguir siendo nuestra guía para seguir avanzando y sobre todo para cuidar la confianza que el pueblo nos ha dado.