J. Salatiel Arroyo
La alianza opositora al partido oficial está por definir a su candidato o candidita del Frente Amplio por México a la presidencia de la república, proceso que sería de puro trámite, pues la ventaja a favor de Bertha Xóchitl Gálvez Ruiz es clara y contundente. Irónicamente el más grande impulso lo ha conseguido gracias a la intromisión y arremetidas en su contra del titular del poder ejecutivo federal. Quién, cada vez que la embiste, la crece. Convirtiéndola en la principal adversaria del régimen y fuerte peligro para las “corcholatas” que aspiran a sucederlo.
En el FAM la lista de inscritos se ha reducido a tres, luego de ser eliminados en el primer filtro los perredistas Miguel Ángel Mancera y Silvano Aureoles, posteriormente sería también descartado el priista Enrique De la Madrid Cordero, quedando en la recta final Xóchilt Gálvez, con el 38.3% de las preferencias, Beatriz Paredes Rangel 26% y Santiago Creel 20%.
Frente a ese escenario, el señor presidente López Obrador debe encontrarse nervioso y preocupado, por el inesperado y extraordinario crecimiento y aceptación popular de Xóchitl Gálvez, situación que obliga a la mesura, reflexión y análisis sensato, pues la holgada ventaja de Morena, al reducirse, pondría en riesgo la elección y el proyecto “transformador” de la 4T.
En otras circunstancias el mandatario nacional podría designar a quien quisiera (así ha sido, es y seguirá siendo), incluida la aspirante de su predilección, Claudia Sheinbaum Pardo; pero, frente a Bertha Gálvez, será exhibida y vapuleada. A la ex jefa de gobierno de la CDMX se le ha conceptuado como una brillante académica, científica e investigadora, aunque gris gobernante y pésima candidata. Ni siquiera personalidad propia posee e intenta apropiarse de la del presidente, imitando sus gestos y hasta el tono tropical de su voz.
En tanto, Xóchitl Gálvez tal vez no sea poseedora del mejor perfil, pero es lo que hay: entrona, contestataria, irreverente con el poder, autentica, y eso le fascina al electorado, particularmente cuando se es oposición. Es la misma táctica que utilizó el hoy presidente de México y le funcionó.
Pero lo anteriormente descrito tal vez no sea tan delicado, como grave podría resultar lo que está
sucediendo al interior de Morena y del gobierno federal, donde el insolente respaldo del poder central se utiliza para imponer candidatura y engañar a la militancia simulando democracia. Lo que ha hartado -incluso- a ciertos actores domésticos, incrementando la posibilidad de fracturas internas.
Muestra de ello, son las reveladoras afirmaciones expuestas (el miércoles) por Marcelo Ebrard, quien declaró públicamente -y en corto- no estar de acuerdo con lo que está sucediendo en “todo el país”, donde el gobierno federal está distrayendo de manera escandalosa los recursos de los mexicanos a favor de la ex jefa de gobierno de la Ciudad de México. “Están movilizando a la sociedad y a la propia estructura de Morena, diciéndole a toda la gente que tiene que votar por Claudia”, manifestó literalmente uno de los dos punteros en las preferencias electorales rumbo a la presidencia de la república.
Ebrard Casaubón pidió se respete la libertad de las personas para manifestar su preferencia y emitir el voto con libertad, que no se les engañe, ni amenace con quitarles sus apoyos. Acusando directamente a la Secretaría de Bienestar y al gobierno de la CDMX de incurrir en dichas prácticas y de desviar recursos públicos para impulsar a Claudia Sehinbaum.
LOS HECHOS LE DAN LAS RAZÓN A MARCELO
El mismo día que Marcelo Ebrard emitió los delicados señalamientos, las palabras del ex Canciller fueron corroboradas con hechos en el estado de Michoacán, durante la visita de pre campaña de Shienbaum Pardo a Morelia. Lugar donde se evidenció un descomunal acarreo de aplaudidores, traídos de diversas regiones del estado, algunos incluso ignoraban a que los habían llevado… igual como lo hacía el PRI y que, se supone, son prácticas contra las que han luchado los de Morena, que exigían respeto a la dignidad humana; pero, sobre todo, pudor con el dinero ajeno.
Ese tipo de acusaciones no son novedad, pero que las realice un aspirante presidencial del partido político en el poder y ex Secretario de Estado, deben mínimo motivar a la reflexión en quiénes (o quién) toma las decisiones en el gobierno y el partido.
Bajo otras circunstancias el presidente podría designar a quien quisiera (así ha sido, es y seguirá siendo), incluida la aspirante de su predilección. Pero las condiciones sociales, políticas y pre electorales han cambiado radicalmente. El mismo presidente empieza a perder credibilidad entre sus seguidores y el respeto de la ciudadanía, que observa con tristeza, vergüenza y coraje como el mandatario de la nación se burla de las tragedias que enlutan los hogares de sus gobernados: Así lo hizo cuando 40 migrantes fueron quemados vivos en una prisión del Instituto Nacional de Migración, en Ciudad Juárez, Chihuahua. Lo repitió, con los familiares de 16 trabajadores de la Fiscalía de Chiapas que habían sido secuestrados y ante las imploraciones para que interviniera en el rescate, su respuesta fue: “Si no los liberan, los voy a acusar con sus papás y sus abuelitos” … para enseguida, con diversión mostrar al auditorio de la “mañanera” un muñeco de peluche de su imagen, diciendo, “¿Ya vieron al nuevo AMLITO?” … ignorando los ruegos de la intervención del gobierno en el rescate.
Y ahora, para evitar el tema de los jóvenes desaparecidos y presuntamente asesinados en Jalisco, de nueva cuenta se mofa, respondiendo al cuestionamiento con bromas y fingiendo que no escuchaba.
Lo anterior, sin incluir la presión y desgaste internacional por la negligencia en la contención del crimen organizado, cuya fortaleza expansiva cobra victimas en países antes aliados, como sucedió con el asesinato del candidato a la presidencia de la republica de Ecuador, Fernando Villavicencio, presumiblemente por una célula del cártel de Sinaloa. Un día después de realizar fuerte declaraciones en contra del presidente Andrés Manuel López Obrador, a quien exigía resolver el problema del crimen organizado y combatir a las mafias mexicanas, que ya habían invadido a su país (Ecuador).
FRACTURAS EN MICHOACÁN
También en Michoacán Morena se divide, bajo el argumento de la exclusión, desviación de recursos públicos y el apoyo del poder ejecutivo estatal en la promoción de funcionarios del gabinete, fuerzas internas de Morena han estado arremetiendo en contra del gobierno del estado.
En la región de Tierra Caliente del Valle de Apatzingán no cesan las amenazas, extorsiones y otras acciones delictivas en contra de los sectores productivos de la zona.
Igual que sucedió con los industriales de la masa y tortilla hace unos días, ahora son los productores de limón los acosados, y mientras las fuerzas del “orden” hacen acto de presencia y aseguran que todo está bien, una camioneta que transportaba jornaleros agrícolas para que trabajaran en el corte de limón, la mañana de hoy, les fue arrebata e incendiada por un grupo de personas armadas, en pleno operativo policiaco de “seguridad”.
Mientras que, en Zitácuaro, ni los brindadores de seguridad están seguros. Según ellos nos cuidan, pero ¿Quién los cuida a ellos? ¿Tienen el equipo óptimo y capacitación adecuada? ¿Buenos salarios, seguros de vida para ellos y sus familias?
La inseguridad continúa imparable y los gobernantes enfocando todas sus energías, capacidad y creatividad en el siguiente puesto.