Tal parece que la nueva realidad que tenemos en este país incluye la simulación y que como ciudadanos nos estamos acostumbrando a vivirlas, incluso a normalizarlas y aplaudirlas.
Hemos visto inauguraciones de obras inconclusas, que no son más que simulaciones, para ir cumpliendo algunas promesas, pero que en la realidad siguen sin tener el beneficio de la inversión que se les ha dedicado.
Incluso algunas de esas simulaciones, con inauguración con bombo y platillo se han descubierto de qué únicamente son actos políticos.
Pero la simulación no es exclusiva de este gobierno, la simulación la hemos tenido desde hace décadas en las campañas políticas, donde la mayoría de los candidatos simulan que tienen un interés genuino por los valores del partido o por la gente que los apoya, y que esa simulación se cae en el momento que tienen que hacer una votación importante en favor de los ciudadanos, olvidándose del motivo por el que llegaron ahí.
Además, de la simulación en campañas y simulaciones en inauguraciones de obras, también hemos visto simulaciones al enfrentar los problemas coyunturales de este país, donde el día de hoy la corrupción sigue estando cercana a la cúpula del poder.
La última simulación es la llevamos viviendo los últimos meses, donde los partidos buscando darle la vuelta a las leyes, le ganaron unos meses al INE y comenzaron su cruzada para buscar al coordinador o defensor de los proyectos, en un recorrido por el país, que en el fondo fue campaña.
Y que no termino al determinar al ungido, sino que ahora continua con la “campaña a militantes”, seguramente usted, ya fue víctima del bombardeo de spots en radio, televisión, espectaculares, teléfonos y redes sociales, donde después de hacer su campaña, surge la leyenda “mensaje dirigido para militantes de tal o cual partido”, y en realidad esa leyenda no evita que sea un mensaje para la población en general.
El calendario electoral en México cambió a partir de esta simulación, donde los tiempos que tenía el INE autorizados por el congreso, terminaron y cambiaron para poder incluir los tiempos de los procesos de los partidos, con tal de darse a conocer.
La nueva era electoral en Mexico, llego para quedarse, dejando a los ciudadanos nuevamente atrás, lo que nos queda, es acelerar nuestra cultura democrática y conciencia política, para no caer en esta simulación y elegir a quien realmente trabaje, no únicamente simule hacerlo.
POSDATA:
Hace 25 años nos hicieron creer que íbamos hacia el primer mundo, unos meses después, se cayo la simulación, y tuvimos la peor crisis de nuestra historia moderna.
¡Es tiempo de los ciudadanos!, no de los simuladores.
Abelardo Pérez Estrada
Empresario, analista político, Expresidente CANACINTRA