Blanca Piña
México, Ciudad de México, a 13 de febrero de 2024.- Desde sus orígenes, nuestra Constitución ha sido el reflejo de los ideales de equidad, igualdad y justicia social que nos caracterizan como nación. Sin embargo, en las últimas décadas, sobre todo durante el periodo neoliberal, el pueblo de México fue sometido a un progresivo despojo de sus derechos elementales, en aras de políticas que privilegiaban la obtención de ganancias de unos pocos sobre el
bienestar social de la mayoría.
En este contexto, las 20 reformas constitucionales propuestas por el presidente Andrés Manuel López Obrador buscan restablecer el humanismo y reafirmar nuestro compromiso con el respeto a los derechos humanos, la protección del medio ambiente y la inclusión de los sectores más vulnerables de la sociedad.
Como Senadora de la República, he impulsado la recuperación de nuestros derechos inscribiendo iniciativas coincidentes con las 20 presentadas por el Presidente, como lo es que se les otorgue presupuesto directo a los pueblos originarios, la protección prioritaria del acceso al agua para consumo personal, la prohibición de concesiones para minería a cielo abierto, la recuperación del Sistema
Eléctrico Nacional y la prohibición del fracking.
De igual forma, debo resaltar el resto de reformas que tienen como centro la protección de los derechos humanos más elementales, como que se garantice la pensiones para adultos mayores, personas con discapacidad y estudiantes de familias pobres en todos los niveles educativos y la atención médica universal gratuita, para que nadie quede atrás en nuestra sociedad.
Aunado a lo anterior, se establece el respeto por el medio ambiente y el bienesta animal, así como la limitación de prácticas nocivas como prohibición de maíz genéticamente modificado-transgénico. Estos son pasos esenciales hacia un desarrollo más sostenible y consciente de nuestro entorno.
Además, se plantean medidas para fortalecer la economía y proteger los derechos laborales, como que el aumento al salario mínimo nunca esté por debajo de la inflación, así como, que las pensiones de retiro por vejez sean igual al último salario percibido por el trabajador, volviendo al esquema de antes de 1997, el cual, nos está conduciendo a una crisis sin precedentes.
En el ámbito electoral y de participación ciudadana, las reformas propuestas buscan fortalecer nuestra democracia. Planteando la reducción del financiamiento público a los partidos políticos, la elección directa de jueces y magistrados, la unificación de la autoridad electoral, el voto electrónico y la reducción del número de legisladores.
De igual importancia, en el paquete enviado por el presidente también se incluye una reforma al Poder Judicial, la recuperación del servicio de transporte ferroviario de pasajeros y la austeridad republicana.
Finalmente, en el Senado votaré a favor de las reformas constitucionales presentadas por el Presidente, ya que estas reflejan nuestro compromiso compartido en la construcción de un México más justo.
Es momento de que las y los que integramos la Cuarta Transformación materialicemos una vez más nuestro deber con la libertad, la justicia y la democracia.
Esta es nuestra contribución a la historia y a las futuras generaciones, un legado de dignidad y humanismo.
Es hora de mirar hacia adelante con esperanza y determinación, sabiendo qué juntas podemos construir un México con bienestar y prosperidad para todas