Christian Gutiérrez Alonso
Durante la sesión 24 del Consejo Nacional del PRI, reformaron sus estatutos, con lo que el dirigente Alejandro Moreno (Alito) podrá quedarse como cacique por 4 años más dando inicio formal a la instauración de aquel PRI del siglo pasado, donde desde la dirigencia nacional se construían carreras políticas y cacicazgos.
“Se acabaron las vacas sagradas en el PRI” discursó Alito Moreno en este Consejo, al mismo tiempo que a mano alzada y con un Consejo seleccionado a modo se impulsó lo que será su nuevo mandato por reelección.
El PRI de antes así era. Y esta nueva “casta” de políticos lo saben muy bien, porque fueron aquellos niños y jóvenes que vivieron los buenos años de sus padres (priistas) que gobernaban con opositores incipientes durante la década de los años 80 y 90 del siglo pasado.
La clase política que gobierna hoy el PRI son personas entre los 40 y 55 años, y es precisamente esta generación la última que disfrutó las mieles del poder en las manos de sus padres o abuelos que eran los jerarcas en los gobiernos de los expresidentes todo poderosos priistas de fin de siglo.
De ahí que Alito Moreno tenga sangre autoritaria al estilo priismo viejo, solo que se ha visto obligado a jugar al “demócrata” porque así los tiempos lo exigieron. Sin embargo, hoy la clase política gobernante se ha desenmascarado, haciendo de la práctica antidemocrática el ejercicio de los encumbrados sin que tengan vergüenza para disfrazarlo.
El “fuera máscaras” de López Obrador también cobra sentido en el Partido Revolucionario Institucional, y si en el régimen Obradorista existe la estrategia transexenal -como lo operaba el antiguo PRI-, dentro de este Partido ahora trabajarán de la misma manera sobre todo porque ya son un Instituto famélico en donde el grupo en el poder decidió arrebatar los despojos para “rescatarlo” o para terminar de saquearlo e hincharse los bolsillos antes de bajar la cortina.
¿Qué les queda a los priistas más viejos que ya vivieron su época de gloria con el neoliberalismo y el capitalismo de cuates operado por este Partido a finales del siglo XX? A ellos les queda tratar de arrebatar el Partido aunque lo veo prácticamente imposible.
La clase política de “los Manlio Fabio Beltrones” y toda esa generación de dinosaurios está extinguiéndose y solamente sus hijas e hijos podrán intentar “algo”. Por su parte, las generaciones más jóvenes, los que hoy asisten a los nuevos jerarcas priistas, les tocará formarse durante algunos años más con el sueño de que se caiga de la mesa alguna migaja convertida en chamba o candidatura, o les queda de plano cobrar vida propia como políticos intentando reformar desde adentro la nueva dictadura perfecta tricolor.
El PRI ha regresado a ser lo mismo de antes. Es decir, políticos autocráticos, que retomarán una narrativa popular(ista) y dejarán de lado el neoliberalismo, pero con la gran diferencia de que ahora ya no se pondrán aquellas caretas que se ponían los más viejos para agandallarse al sistema político mexicano, colonizarlo y saquearlo, sin que se percibiera así.
*El autor es consultor y capacitador, tiene estudios de doctorado en Política, de maestría en Comunicación, de maestría en Neuromarketing, de maestría en Ciencia Política y de licenciatura en Derecho.