Rueda de molino/La señora Presidente miente y acorrienta el debate al asumir actitudes pendencieras, de barriada

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Jorge Hidalgo Lugo

Muy poco tiempo, menos de mes y medio, necesitó la Señora Presidente para asomar el verdadero rostro que tendrá su mandato al traicionar su compromiso público de gobernar “para todos”, segregando en dos bandos a los mexicanos. Igual que hizo su mentor, gurú, guía, patrón, redentor y mesías, hoy convertido en el auténtico poder detrás de la silla presidencial.

Discurso hueco emitido el pasado primero de octubre al rendir protesta como la primera mujer en alcanzar la máxima magistratura de un país institucional y con división de poderes que en poco más de 4 semanas de vasallaje opresor, hoy se derrumba ante el embate de la dictadura de Morena y quienes se creen dueños absolutos de la voluntad de los mexicanos todos.

Van escasos 42 días de gobierno fallido y lejos quedaron los ofrecimientos de la científica en que pondría “mi conocimiento, mi fuerza, mi historia y mi vida misma al servicio del pueblo y de la patria”, una vez conseguidos los objetivos que terminaron con el último contrapeso que representaba el Poder Judicial y todo lo que ello conlleva.

Peor aún, para no dejar de emular a su pastor tabasqueño, también ofreció a su redil de ovejas que “para bien de México, de todas y todos, vamos a continuar con el Humanismo Mexicano, con la Cuarta Transformación”. Pero hoy vemos ese lance reducido al ataque cavernícola, pendenciero, portento de barriada con que ataca desde su espacio de linchamiento, a quienes se le ocurre o usa para distraer la atención de los temas torales.

Patético y por demás desagradable ver a quien incluso llegó a hacer llamados por la “unidad nacional”, sentenciar como “traidores a la patria” a quienes han expresado opiniones respecto al diluvio que viene con el combate al crimen organizado que prepara Donald Trump, en contra de los cárteles delincuenciales, los aliados protegidos por este narco gobierno.

O bien, negar lo que todo mundo observa pero que a su miopía convenenciera no le permite aceptar, el alto grado de descomposición que hoy vive el narco país por Morena propiciados y desechar en su discursiva retórica y manipuladora, que hay actos de narco terrorismo inocultable y cada vez más frecuentes.

De ruindad inaudita el recurso de minimizar con señalamientos perversos que los sitios donde predomina la incidencia delictiva es donde gobierna Acción Nacional y hasta acusar a sus autoridades de ser responsables de lo que acontece como el caso de Guanajuato.

En cambio, calla como momia y nunca mejor aplicado el símil, si se trata de los narcogobiernos de Guerrero, Sinaloa, Tamaulipas, Colima, Oaxaca, Chiapas, Tabasco, Michoacán, Estado de México y Ciudad de México, porque ahí el tono beligerante se transforma pese a los acontecimientos predominantes de absoluto control del crimen organizado por encima de Estados y Federación.

Ahí no hay observación cual ninguna y si mucho nos apura, propicia o no impide la complicidad siniestra con que miembros del Poder “Delincuentivo” recién instaurado en el Congreso de la Unión, arrope y haga las veces de matraqueros de personajes patibularios como Rubén Rocha Moya, Evelyn Salgado, Alfredo Ramírez Bedolla, Rutilio Escandón, Américo Villarreal, Cuitláhuac García Jiménez y muchos más que debieran estar presos purgando largas sentencias.

Con ello demuestra el desprecio que le merecen sus buenos propósitos como los enunciados en esa toma de posesión donde resaltó que “los gobernantes debemos ser honrados y honestos. El uso de las estructuras de gobierno para el beneficio personal o de un grupo ensucia el servicio público”.

Porque a la fecha no impide el dispendio, corrupción, derroche, despilfarro y fechorías con que se enlodan esos mandatarios que hoy gozan del “pinshi poder morenista”, como el de Michoacán a quien nadie le pone coto en sus excesos, viajes pasionales de placer añ extranjero, arremetida sistemática al cajón de los caudales y persecución política contra todo aquel que considere enemigo, ya sea de la desdibujada oposición o bien de Morena, su propio partido.

En cambio, la Señora Presidente se regodea en acusar a quienes asoman la cabeza como el recién electo dirigente nacional del PAN, Jorge Romero, a quien dijo conocer muy bien como “jefe del Cartel Inmobiliario”, pero no aportó prueba alguna que sostengan su ataque mediático y mucho menos investigación judicial que se tenga al respecto.

Un escupitajo por demás venenosos, sin duda alguna, pero que cayó en pleno rostro de la que invocó en su inicio eso que llaman poseer: “autoridad moral”. Pero de la que carece porque los resultados en su ejercicio al frente de la Ciudad de México muestran la laxitud y complicidad con que se condujo para no evitar la proliferación del huachicoleo, tomas clandestinas para la ordeña del combustible en múltiples zonas de la gran urbe, amén del crecimiento insostenible de los cárteles criminales que como el de Unión Tepito hoy operan con más gloria que pena.

Grupos criminales que mantienen cruenta lucha por el control de zonas y territorios como si se tratara de despojos en medio de carroñeros, todos ellos ostensible y orgullosamente morenistas.

De lo más canalla que se registra en la agenda en estos 42 días del errático gobierno de la Señora Presidente, sin duda alguna es que con una simple reunión de “cuates”, sólo floreros de Morena que mal gobiernan en sus respectivas entidades, se postee una foto para indicar que se busca “fortalecer al IMSS-Bienestar”, cuando no hace ni dos meses se nos presumía que Andrés Manuel López Obrador al final de su mandato dejaba “un sistema de salud en México mejor que el de Dinamarca”.

Ridículos y despreciables ver en esa farsa escenificada en Palacio Nacional a gobernadores como Delfina Gómez Álvarez, Alfonzo Durazo, Sergio Salomón Céspedes, Margarita González, Rocío Nahle, Joaquín Díaz Mena, Marina del Pilar, Mara Lezama, Cuitláhuac García, Evelyn Salgado Pineda, Víctor Manuel Castro Cosío, Alfredo Ramírez Bedolla y Clara Brugada Molina, por mencionar algunos.

Además de los gobernadores y militantes de Morena, aparecen la secretaria de Gobierno, Rosa Icela Rodríguez; el subsecretario de Salud, Eduardo Clark; el director general del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste), Martí Batres Guadarrama; el director general del IMSS, Zoé Robledo y el director del IMSS-Bienestar, Alejandro Svarch Pérez, quienes sirven de floreros para ilustrar el mensaje de la Señora Presidente:

“Queremos fortalecer el IMSS-Bienestar para atender a la población sin seguridad social y queremos garantizar que todas las clínicas y hospitales cuenten con medicamentos, insumos y equipamientos para atender plenamente a la población”, declaró.

Evento que por sí sólo echo abajo la falacia obradorista de un sistema de salud mejor que el de Dinamarca, pero que no inhibió tampoco para el último despropósito que este gobierno superado por los narcos aliados pretendió vender como verdad o realidad irrebatible antes de la primera quincena de noviembre que corre:

“Hoy el crimen organizado está controlado en el país”, declaró el traidor a la patria que preside la Cámara de Diputados, Ricardo Monreal Ávila, quien no sólo hizo de chaperón y guarura del pupilo y alumno más aventajado de Genero García Luna, como antes con Rocha Moya, sino además declaró a los medios que Omar García Harfuch así lo había consignado durante su reunión a puerta cerrada con miembros del congal “delincuentivo” y el hoy super poderoso secretario de Seguridad Pública federal.

García Harfuch, dijo el impresentable zacatecano, nos aseguró que el crimen “está controlado” en el país y que “no se ha desbordado la violencia”.

Ello, mientras el narco país entregado por Morena a sus delincuentes aliados figura en el primer lugar del mundo en materia de actividades criminales o que en Sinaloa, con más de 64 días de combate entre criminales se contabilizan 369 homicidios dolosos, con un promedio de 6 al día, reportan más de 445 personas privadas de su libertad o desaparecidas, más de mil 210 vehículos robados o quemados, sólo 117 detenidos y 46 abatidos entre los cárteles en pugna.

Violencia no desbordada y crimen controlado que presumen cuando aún no terminan de sepultarse a las víctimas de las últimas masacres registradas en Querétaro y Cuautitlán, como tampoco importa que en 42 días de este errático mandato de la Señora Presidente sean ya 3 mil 100 las víctimas o ejecutados por los narco aliados del narco sistema que hoy es dueño de México y, por lo que se ve, de la vida completa de sus habitantes.

Vale…