Educación: A 100 días de CSP en Michoacán

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Horacio Erik Avilés Martínez*

Transcurrieron los primeros cien días de la doctora Claudia Sheinbaum Pardo como presidenta de México. Manifiestamente nuestra primera mandataria declaró durante la campaña querer ser recordada como “la presidenta de la educación”, lo cual genera simpatías tanto en lo que respecta a su legado político, como en la profundidad de su visión, ya que, indudablemente, de todos los asuntos públicos, el que tiene una impronta más duradera en el horizonte temporal y generacional es el educativo. Al respecto, a tres meses y medio de su mandato ya hay primeros pasos, anuncios, avances y áreas de oportunidad, que se analizan a continuación.

Desde la toma de posesión, en el centenar de compromisos que anunció la presidenta Sheinbaum en su momento hubo mensajes favorables para el sector educativo, ya que casi la cuarta parte guardan relación estrecha con el sistema educativo nacional. Si bien, ya fueron analizados en su momento en este mismo espacio, solo se requiere subrayar que muchos de ellos impactarán de manera directa o indirecta favorablemente al sistema educativo michoacano en caso de volverse realidad, a la par que varios de ellos comenzarán muy pronto a aplicarse, por estar fondeados con el Presupuesto de Egresos 2025, el cual, tanto a nivel federal como estatal está subrayando contar con cero déficits en materia educativa, priorizando el pago de la nómina educativa y transferencias de apoyos directos para los estudiantes de la entidad federativa. Esto, de entrada, es favorable, porque evita la crisis sistémica, pero es necesario que se ejerza con transparencia y austeridad, porque hay una gran cantidad de niñas, niños y jóvenes que se encuentran fuera del sistema educativo y se requiere escolarizarlos, por ser una obligación constitucional del estado mexicano el garantizarles sus derechos educativos. Al no contarse con cobertura universal, es necesario pensar en alcanzarla bajo el principio de la gradualidad.

Paralelamente, durante el informe de resultados de los cien primeros días de gestión, realizado el pasado domingo 12 de enero, también anunció algunas acciones que incidirán en mejorar el sistema educativo nacional y, por consecuencia, la educación michoacana, por lo que estaremos atentos respecto a la realización de acciones y la radicación de inversiones en infraestructura educativa, el fortalecimiento del sistema de universidades “Benito Juárez”, las becas y otras acciones más.

Por otra parte, durante la rueda de prensa matutina realizada esta semana, por parte de la presidenta Sheinbaum y el titular de la SEP, se anunció una reestructuración del bachillerato nacional, lo cual sin duda es una buena señal, por constituir una profunda transformación lo que se pretende alcanzar para la educación media-superior en la nación, toda vez que ha carecido no solamente de certificados únicos homologados, sino que, en ocasiones incluso hasta  se ha perdido de vista su razón de existir, por ser una etapa transitoria, que no pertenece a la educación básica, por lo que no se toma en cuenta como un mínimo indispensable, pero que tampoco otorga posibilidades de defenderse realmente ante los retos de la vida a sus egresados, salvo el bachillerato bivalente, que en algunas carreras técnicas si les brinda oportunidades de inserción laboral a sus egresados, particularmente las que se encuentran operando bajo el sistema dual, el cual luce con un panorama alentador en el marco de la anunciada política de relanzamiento de la industria de la transformación desde empresas paraestatales con base tecnológica endógena, como los laboratorios de semiconductores o la fabricación de autos eléctricos nacionales. 

Por ello, es sumamente positivo el que se logre reivindicar, resignificar y reorganizar a fondo la educación media superior en la nación. Las metas anunciadas son, como muchas más, apenas primeros pasos. La creación de cuarenta mil espacios para que igual número de jóvenes estudien la educación media superior es favorable, abona, pero lamentablemente, no eleva mucho la tasa bruta de matriculación que existe en la nación, ya que, en estados como Michoacán, prácticamente uno de cada dos jóvenes en edad de estudiar el bachillerato se encuentran fuera del sistema educativo, sin condiciones ni mayores esperanzas para ejercer sus derechos educativos, quedando marginados de alcanzar trayectorias educativas completas. Esperemos se alcance la meta cuanto antes y se redoblen esfuerzos institucionales para fijarse retos mayores a la brevedad, rumbo a la cobertura universal en educación media superior.

También, es favorable que se esté destinando dinero a la dignificación de los planteles educativos, tanto a nivel nacional como estatal, lo que permitirá gradualmente contar con escuelas que tengan sus servicios básicos completos, computadoras, conectividad e infraestructura adaptada. Queda como área de oportunidad que se eleve el monto y se ejerzan acciones de fiscalización más transparentes, en aras de que se socialice el resultado de la inversión pública en un rubro que lleva décadas de retraso respecto a otras naciones que sí cuentan con escuelas dignas y, por ende, más propicias para el aprendizaje, la participación y la convivencia. Es importante que se volteen a ver los planteles más alejados, los más marginados y los que se encuentran en las situaciones más complejas de riesgos, violencia y vulnerabilidades. Particularmente, es necesario que se blinde a las comunidades educativas de la incidencia de los grupos criminales. Ya en Michoacán van dos casos durante el presente sexenio de profesores que fallecen víctimas del estallido de minas terrestres, circunstancia eminentemente terrorista que solamente se ve en naciones en guerra. Es necesario que se intervenga a fondo, con toda la fuerza del estado mexicano para asegurarse que no haya más afectaciones a las comunidades educativas de Michoacán y del país.

Por otra parte, queda como un gran pendiente, heredado del lopezobradorato, concretar la federalización de la nómina educativa michoacana, como una solución estructural a las finanzas locales, así como también representará la edificación de un modelo para el resto de las entidades federativas, como lo mencionó el expresidente en su momento. En aras de alcanzar la continuidad sería muy valioso que no se quite el dedo del renglón y se logre concretar el compromiso de Andrés Manuel para con el magisterio michoacano, lo cual eliminará todo ápice de discrecionalidad en la transferencia de recursos, en la firma de convenios y en la tranquilidad de la cual deben gozar todos los trabajadores de la educación, quienes deben de estar preocupados por ejercer su vocación docente con excelencia, no por defender sus derechos adquiridos, los cuales nunca deberían de estar ni en tela de juicio ni bajo amenaza alguna.

Así también, es importante que durante el presente sexenio se haga un gran esfuerzo por recuperar el concepto de excelencia, que es constitucional desde el sexenio pasado, para asegurar que, efectivamente, los servicios educativos que reciben las niñas, niños y jóvenes en la nación sean sobresalientes, no comparándose ni compitiendo entre sí, sino respecto a versiones pretéritas de sí mismos, para transitar sobre el paradigma de la mejora continua, que motivó esfuerzos como la transformación del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación en la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (MEJOREDU).  Esperemos que haya acciones en consecuencia y que, la MEJOREDU, en las postrimerías de su existencia institucional sea debidamente absorbida por el ejecutivo federal y sus razones fundantes florezcan a través de la política educativa nacional.

¿Y por qué no? Podría verse el momento de voltear a ver a la calidad como un concepto que puede contribuir a robustecer la concepción de educación que tenemos hoy; siempre y cuando se construya participativamente y bajo el interés superior de las niñas, niños y jóvenes en nuestra nación.

Por supuesto, de manera esencial, es preciso recuperar una mirada hacia el aprendizaje como el principal factor que marca un antes y un después en la vida de los estudiantes, como el valor agregado que obtienen por la realización de las actividades escolares y como el gran objetivo que debe de buscarse minuto a minuto durante el horario escolar. Es trascendente revisar si el nuevo modelo educativo, denominado Nueva Escuela Mexicana, si sus planes, programas, materiales educativos y cargas horarias están centralizados en alcanzar aprendizajes esperados, para de esta manera enfocar lo mejor posible los recursos invertidos en educación, así como el esfuerzo que realizan millones de estudiantes, maestros, sus familias y toda una nación que sostiene al sistema educativo mexicano, para lograr que las generaciones en formación logren los aprendizajes que les permitan subsistir dignamente, innovar, transferir tecnología, investigar y labrarse su futuro, de tal manera que sean el talento y la virtud lo que los posicione en la sociedad, tal y como aspiraba José María Morelos y Pavón en sus Sentimientos de la Nación. Por supuesto, es preciso conocer el nivel de logro de aprendizajes esperados para entablar procesos de mejora continua en todos los sentidos, razón por la cual debe de considerarse la realización de evaluaciones del aprendizaje para cada estudiante en el país, de tal manera que tengan retroalimentación y posibilidades de alcanzar la mejor versión posible de sí mismos y lograr sus sueños y aspiraciones.

En suma, cien días son muy pocos para sopesar resultados, pero sin duda se ha avanzado al respecto. Es preciso que se sostenga y eleve el nivel de prioridad de la educación nacional como principal motor de transformación de nuestra nación. Hay señales también en el Plan México de que es posible conformar la denominada triple hélice en sectores estratégicos de la economía nacional, activando la vinculación entre el sector educativo, el empresarial y el gubernamental.  Así, la educación nacional no solamente servirá para acreditar profesionistas, ni años de escolaridad, sino que será también la columna vertebral del desarrollo económico de nuestro país.

Es el momento de planificar y de actuar para alcanzar resultados. Esperemos que estos primeros pasos de cien días de la actual administración federal sean fructíferos y a la vez, sean secundados por muchos más acciones, políticas públicas, inversiones, consultas ciudadanas y resultados progresivos para que este sexenio sea el de la excelencia educativa nacional, como resultado directo del garantismo pleno de los derechos a estar, aprender y participar de todas las niñas, niños y jóvenes mexicanos y michoacanos en particular. ¡Que así sea!

Sus comentarios son bienvenidos en eaviles@mexicanosprimero.org y en Twitter en @Erik_Aviles

*Doctor en ciencias del desarrollo regional y director fundador de Mexicanos Primero capítulo Michoacán, A.C

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