Jorge Hidalgo Lugo
Las primeras acusaciones que lanzó Donald Trump de manera directa, pública y sin ambages, no fueron atendidas ni entendidas en el momento mismo que amagó con imponer aranceles del 25 por ciento a México, con la pretensión de frenar “la peligrosa actividad de los cárteles y el flujo de drogas letales hacia nuestro país y que no han abordado adecuadamente la situación”.
El amague que se difundió profusamente el primer día de febrero pasado, no tuvo la respuesta adecuada pese a que de manera sorprendente comenzó el bombardeo mediático patrocinado desde Palacio Nacional para que un día sí y otro también, se dieran a conocer decomisos históricos de fentanilo, destrucción de cocinas, narco campamentos y hasta detención de decenas de “charalitos” a cargo de producir las drogas sintéticas que envenenan a los adictos del vecino país norteño, pero nunca a los tiburones, los grandes depredadores que nadan en el mar del crimen en México.
Pese a que en la discursiva del obradorato en México nunca se produjo fentanilo y que no era cierta la acusación del patán republicano, se pasó por alto el ataque real a las células criminales que mantienen el predominio, gobiernan en todo el territorio nacional y dejaron los lances que hoy van más allá de petardear un acuerdo comercial con las implicaciones que seguramente habrá para las dos naciones.
Y como si quisiera servir de paliativo, se desenmohecieron cuadros criminales presos todos ello antes que el narco partido convirtiera en narco país al México de nuestros días, y los entregó en charola de plata como ofrendas de sacrificio para calmar la ira de los demonios que mueven al ogro del bisoñé petirrojo.
Todo eso resultó insuficiente porque antes como ahora, quien preside a la Unión Americana no sólo cumplió la amenaza de aplicar los nuevos aranceles sino además, ratificó lo que ya es inocultable para el mundo entero, menos para la miopía convenenciera en que se desenvuelve por lealtad, gratitud o complicidad siniestra también, la que ha confeccionado en hilacho inservible lo que antes se presumía como “investidura presidencial”.
En el documento oficial donde Donald Trump informa la decisión de imponer el 25 por ciento a los aranceles en la fecha establecida y alardear que ya no hay espacio para un “arreglo posterior” con el gobierno de la Señora Presidente a quien dijo “respetar”, expone contundente los reales motivos de esta medida que se asienta en el terreno comercial pero que se enmarca en algo que ellos, los Estados Unidos consideran ya un asunto de seguridad nacional.
Bajo el término de “Salvaguardando a la Nación” el mandatario nortemericano estableció que imponer los nuevos aranceles lo hacía “bajo la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA) para combatir la amenaza extraordinaria a la seguridad nacional de los Estados Unidos, incluida la salud pública, debido al tráfico de drogas sin control”.
No sin dejar de mencionar que se había dado tiempo y amplias oportunidades para que México, al igual que Canadá, “frenaran la peligrosa actividad de los cárteles y el flujo de drogas letales hacia nuestro país, no han abordado adecuadamente la situación”.
Sin desperdicio alguno, el documento que comenzó a circular a primera hora de este 4 de marzo, se resaltan puntos que no tiene hasta el momento respuesta satisfactoria alguna por las autoridades señaladas y que en cambio la encargada del despacho presidencial pretende revertir con lances de heroicidad populista y por demás maniquea.
“El flujo de drogas de contrabando, como el fentanilo, hacia Estados Unidos a través de redes de distribución ilícitas ha creado una emergencia nacional, incluyendo una crisis de salud pública.
“Las organizaciones mexicanas de tráfico de drogas, los principales traficantes de fentanilo del mundo, operan sin obstáculos debido a una relación intolerable con el gobierno de México.
“El gobierno de México ha brindado refugios seguros a los cárteles para que se dediquen a la fabricación y el transporte de narcóticos peligrosos, lo que ha llevado colectivamente a la muerte por sobredosis de cientos de miles de víctimas estadounidenses.
“Los cárteles mexicanos de la droga son conocidos por su extrema brutalidad, corrupción y control sobre regiones enteras de México.
“Los cárteles de Sinaloa y Jalisco fabrican fentanilo en laboratorios clandestinos en México, tanto en forma de polvo como en píldoras falsas, y lo trafican hacia Estados Unidos a través de numerosos puntos de entrada que controlan. El 97% de las incautaciones ocurren en la frontera entre Estados Unidos y México.
“La violencia de los cárteles, incluyendo drones armados y artefactos explosivos improvisados (IEDs), se acerca cada vez más a la frontera entre Estados Unidos y México, ya que los cárteles atacan activamente tanto a otros grupos como a militares y fuerzas del orden mexicanas.
“Esta alianza con el gobierno mexicano pone en peligro la seguridad nacional de Estados Unidos, y debemos erradicar la influencia de estos cárteles peligrosos.
“También hay una creciente presencia de cárteles mexicanos operando laboratorios de síntesis de fentanilo y nitazeno en Canadá”, son algunos de los párrafos que sobresalen en el texto del documento referido.
Como respuesta, otra vez, la Científica se victimizó y mal remedo de extra que entra a escena para ganar un protagónico en el teledramón del momento, cambió el frívolo y por demás patético “serenidad y paciencia” plagiado a Kalimán, por el llamado a atiborrar el zócalo capitalino y escuchar este domingo el mensaje que dirigirá a la nación como si se tratara de un adelanto del grito de independencia en época de cuaresma.
El acarreo garantizado para esa fecha bajo el concepto de “asamblea informativa” le permitirá espacio para resumir sus planes A, B, C, D… hasta llegar a la Z, y dar conocer las medidas para enfrentar los aranceles de Estados Unidos, aunque eso sí, nunca dejó de lado llamar a “la calma a los mexicanos”.
Luego de aceptar que antes de este domingo matraquero al puro estilo del narco partido en capilla, la Científica expuso que esta misma semana tendrá una conversación telefónica con Donald Trump, que “tenemos pactada, probablemente el jueves, entonces vamos a esperar también. De todas maneras, nosotros este plan ya lo tenemos desde hace tiempo, el plan que en caso de que continúen los aranceles lo vamos a anunciar el domingo”, comentó.
“Siempre buscaremos una solución negociada como lo hemos propuesto en el marco al respeto a nuestras soberanías, pero la decisión que toma Estados Unidos afecta a empresas nacionales y extranjeras que operan en nuestro país, por ello hemos decidido responder con medidas arancelarias y no arancelarias que anunciaré en plaza pública el próximo domingo”, subrayó.
En la defensa que pretendió a través de su hueca oratoria, la depositaria del bastón de mando con control remoto, aseguró que no existe razón ni justificación para que Estados Unidos imponga aranceles del 25% a todas las exportaciones de México, “pues se cumplió en el combate a la delincuencia organizada y al tráfico del fentanilo” y resaltó como ejemplo de ello la reciente entrega de 29 narcotraficantes mexicanos que hacía tiempo estaban presos en cárceles de nuestro narco país.
“Hemos trabajado y dado resultados en materia de seguridad”, sostuvo y calificó como unilateral la medida tomada por el presidente Donald Trump, a quien le insistió que Estados Unidos “debe atender la crisis de consumo y combatir a grupos de la delincuencia organizada que distribuyen drogas en territorio estadunidense”.
Ya sobre lo toral, lo que mancilla la imagen y nos enloda ante los ojos del mundo que sí le concierne y que no da una respuesta concreta, ni antes ni ahora, mucho menos contundente, ni siquiera convincente, Doña Claus se limitó a acusar a la Casa Blanca de publicar “un comunicado ofensivo, difamatorio y sin sustento sobre el gobierno de México que negamos rotundamente y condenamos categóricamente”.
Y cerró con su llamado al circo cuatrotero en que suelen convertir sus mítines masivos al fiel estilo del narco partido en el poder para este domingo, pero quedó a deber lo que habría sido plausible y por demás necesario si lo que busca es poner a salvaguarda su gestión al frente del narco país que hoy se le deshace en las manos.
Porque con esa valentía, ese arrojo, esa popularidad creciente que le adjudican encuestas pagadas donde aseguran que 8 de cada 10 mexicanos están de su lado, qué le costaba a la discípula consentida del prófugo de Macuspana exigir a la Casa Blanca que compruebe sus dichos o se retracte porque quien acusa está obligado a probar y ya tomaron como saque de inicio, que el gobierno a su cargo protege al crimen organizado, para así demostrar lo “difamatorio y sin sustento” que son sus imputaciones, según sus propios dichos.
Pero no fue así y aquí BIEN se aplica a cabalidad el adagio que reza: “El que calla, otorga…”.
Vale…