Sinopsis política/Fácil y rápida solución a la controversia con USA

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J. Salatiel Arroyo Zamora

Nuestra presidenta de la república, Claudia Sheinbaum Pardo, calificó de ofensivas y difamatorias las declaraciones de Donald Trump contra el gobierno mexicano, al afirmar que nuestro país está dominado por cárteles criminales, que asesinan, violan y torturan, y tienen total control sobre la nación, lo que representa para USA una amenaza para la seguridad nacional, porque los cárteles están librando una guerra contra Estados Unidos y es tiempo que USA también libre una guerra contra esos cárteles. Incluso Trump aceptó que, debido a las políticas arancelarias impuestas por USA, México les entregó a 29 capos del narcotráfico, lo que nunca había sucedido. Pero que necesita que el gobierno mexicano haga mucho más y es detener que llegue fentanilo y drogas a EU.

Ante estas embestidas injerencistas de la potencia más belicosa e intervencionista del planeta, sin duda los mexicanos debemos respaldar a nuestro gobierno federal, dar muestras de unidad en torno a nuestra presidenta Claudia Sheinbaum y enviar mensajes de fortaleza respetuosa al exterior. Aceptando -obviamente- que el presidente de USA tiene sobrados elementos de juicio para acusar, como lo hace. No está mintiendo, pues.

Y se queda corto Trump, pues es verdad que el gobierno mexicano es omiso, negligente, cómplice y simulador, pero es nuestro gobierno, es lo que nosotros escogimos y somo nosotros los que debemos poner la solución, sin la ayuda de los gringos, que quieren hacer lo mismo, tener el control y explotar directamente lo poco o mucho que nos queda de recursos.

Pero Donald Trump no está equivocado, y lo que para ellos es ficción, a través de películas de terror, como “Masacre en Texas”, para nosotros es una realidad constante. Nada menos un día antes de las “históricas” declaraciones del mandatario gringo, en nuestro país fueron localizados en Puebla los restos desmembrados de ocho o nueves jóvenes de Tlaxcala, que habían salido de vacaciones a las playas de Oaxaca. Escenas dantescas que se están convirtiendo en cotidianas, así como las masacres, incluso de niños, víctimas de atentados con armas de fuego y explosivos. Hasta centros de exterminio y hornos crematorios se han descubierto, como el localizado (ayer jueves) en el estado de Jalisco.

Ahora bien, es cierto que los aranceles impuestos a México afectan a todos, incluso a los propios norteamericanos; pues, al momento de escribir estas líneas ya estaban pagando casi cuatro dólares por una pieza de aguacate, cuando estaba a 1.30. A pesar de tratarse nada más de un amago del presidente.

Respecto a nuestra nación, la imposición de tarifas no es tan dramático, como nos quisieran hacer creer (muchos ya se acostumbraron a pagarlas al gobierno y a los “malosos”). No al menos para el pueblo bueno y sabio, que somos la inmensa mayoría de mexicanos. Afecta sí, pero especial y particularmente a la clase acaudalada, grandes productores, industriales y empresarios del país, no a la clase trabajadora, no a los obreros y campesinos. Tampoco perjudica financieramente al voto corporativo y cautivo que tiene morena.

 Además, para los emprendedores inteligentes, las crisis significan nichos de oportunidades, que deben aprovechar los grandes hombres de negocios, industriales y empresarios, buscando nuevos mercados, donde los aranceles sean menos gravosos. Mientras los mexicanos, en un gesto de patriotismo y solidaridad, debemos consumir únicamente productos y mercancías de manufactura nacional, nada de Starbucks, Coca Cola, Walmart, McDonald´s, Amazon, Apple, Nike, KFC, Costco, etc.

Independientemente de los aranceles, de los que Donald Trump nos volvió a conceder tiempo de gracia, prorrogando su aplicación un mes más. Es importante que indispensable que el gobierno mexicano limpie la imagen de un tratarse de un gobierno corrupto y solapador de criminales. Lo que logrará yendo por los criminales de manera efectiva, sin simulaciones. Empezando por la clase política protectora de los cabecillas delincuenciales, como son los gobernadores, Secretarios de Estado y funcionarios federales integrantes del gabinete de seguridad.

Además de seguir la huella del dinero y decomisarlo, porque, igual que política (donde “un político pobre es un pobre político”), en materia delictiva y un jefe criminal sin poder financiero para corromper y poner a su servicio a los gobernantes, es un pobre criminal que se vería en la necesidad de “jubilarse” o auto exiliarse. Pues, es del dominio público que la fortaleza de los grupos delincuenciales se debe a la protección. El delincuente llega hasta donde la autoridad se lo permite.

Seguro estoy que, cayendo los primeros cinco gobernadores, unos cincuenta o cien alcaldes, uno o dos Secretarios de Estado del gobierno federal, los demás que se encuentran en funciones corregirán el rumbo o huirán del país. Esos son los verdaderos delincuentes potenciales, y la presidenta lo sabe, pues cuenta con “eficientes” aparatos de inteligencia gubernamental, en la Secretaría de Gobernación, el Ejército, FGR, así como la Unidad de Inteligencia Financiera. Pero no quieren, o no pueden, y sólo ellos saben por qué.

“SE LES PELÓ BALTAZAR…”

A unos minutos de la aprehensión de sus ex secretarios de finanzas y de seguridad pública y otros dos ex funcionarios de nivel medio, la algarabía entre los morenistas (la mayoría ex colaboradores de él) creció. Muchos ya festejaban la detención de Silvano Aureoles Conejo que, supuestamente había sido aprehendido en Zapopan, Jalisco. La noticia, acompañada del video de un noticiero local, como único medio de prueba, se compartía en las redes sociales de manera ágil. Hasta que la Fiscalía General de la República tuvo que aclarar que Silvano Aureoles Conejo no había sido detenido, aunque sí cuenta con orden de aprehensión en su contra, por la presunta comisión de los delitos de peculado, administración fraudulenta, operación con recursos de procedencia ilícita y asociación delictuosa.

Muchos se alegraban, pensando que tal vez ahora sí habría justicia y la promesa de encarcelar a los corruptos y “devolver al pueblo lo robado” empezaría a convertirse en realidad. Entre los gustosos, estaban aquellos morenistas marginados, frustrados, pero que por quedar bien con quienes los mantienen en la nómina, se lanzan contra quiénes consideran enemigos de sus patrones, aunque estos hayan sido de los favorecidos en el gobierno de Aureoles. Por lo tanto, coparticipes de lo que ahora acusan; pues más de la mitad del gabinete (legal y ampliado) de Alfredo Ramírez Bedolla fueron “colaboradores” Silvano, incluyendo al propio gobernador. Los que deben estar preocupados, y ocupados en “desvanecer” sus pecados, en caso de que los detenidos, o el mismo Aureoles Conejo, los delate.

Además de los gustosos, angustiados y ocupados, están los indignados. Esos que sí se informan y reflexionan que, cuando la aplicación de la ley es selectiva, se está muy lejos de llegar a la justicia. Justicia que sería real, si todos los que han dañado las finanzas y la integridad de los michoacanos, pagaran por ello. Sin embargo, todos han sido purificados y exonerados con su adhesión al partido en el poder. Grave error de Aureoles Conejo no haberlo hecho. Más delicado aún fue acusar de narco gobiernos a los de morena, intentar presentar pruebas al presidente López Obrador (de lo que a este ya le constaba) e ir a denunciar al extranjero que la de Michoacán, a favor de Alfredo Ramírez Bedolla, fue una elección operada y decidida por los “poderes fácticos”.

La persecución en contra de Silvano sirvió también como distractor a la expulsión y entrega de 29 capos del narcotráfico al gobierno de Trump, como un intento por apaciguar al poderoso gobernante, que ha endurecido su postura con México, en contra del narcotráfico y la migración. Exigiendo mayores acciones y resultados al gobierno mexicano, mientras amaga y juega con nosotros, imponiendo y posponiendo mayores cargas tributarias a la exportación de nuestros productos.

Bueno, lo cierto es que Silvano se “les peló” y eso que se actuó de manera “sorpresiva”. Ahora ya está avisado y sería más complicada su captura, sí es que realmente ese es el objetivo. Las causas reales de la evasión sólo ellos las conocen, pues trascendió que sí fue detenido, hasta el nombre de quien encabezó el operativo se difundió, así como el lugar y hora de la aprehensión; pero Silvano es hábil y tiene dinero, en tanto los otros torpes y hambrientos.