Beirut, Líbano, a 4 de septiembre del 2020.- Un equipo de rescate chileno comenzó el jueves una operación junto a las fuerzas de seguridad libanesas al encontrar un «posible» signo de vida bajo los escombros de un edificio colapsado en un barrio en el centro de Beirut, un mes después de la explosión que sacudió al país.
Francisco Lermanda, jefe del equipo de rescatistas Topos Chile, aseguró que el perro del equipo especializado en rescates, llamado Flash, se ha sentado en dos ocasiones diferentes «en el mismo punto y a la misma distancia que nosotros creíamos» donde piensan que hay dos cuerpos.
Mientras que uno creen que está sin vida, el otro, que se encontraría justo debajo del cadáver, da señales de vida con 18 pulsaciones por minuto, pero sin poder confirmar si se tratan de latidos de corazón, afirmó a los medios en la escena de rescate Edouard Bitar, miembro de la ONG Live Love Lebanon y que ha asistido al equipo de rescatistas chileno.
Lermanda dijo que no se puede introducir maquinaria en caso de que haya una posibilidad de una persona con vida.
«No podemos meter máquinas, no podemos golpear ni hacer nada que pueda arriesgar la vida de esa posible persona», sentenció.
Durante la operación de rescate, el equipo chileno pidió silencio y apagar los móviles a los periodistas y distintos equipos que se encontraban en el lugar para no interferir en los sonidos que podrían detectar.
Lermanda, de Topos Chile que trabajan en numerosas operaciones de rescate en tragedias, relató que pasaron por la zona «de casualidad» y el perro escaló por los escombros y se situó en un punto, al que seguidamente hicieron un escáner de temperatura y de ruido que les proporcionó una señal de que un cuerpo con vida podría estar en el interior.
El jefe de rescatistas chileno señaló que, en caso de que hubiera un cuerpo con vida, sería el de un bebé «por la forma» en la que se encuentra y que, según las primeras indicaciones, habrían caído del tercer piso y se encontrarían en el segundo piso del edificio situado entre el barrio de Mar Mikhail y Gemmayzeh, de los más devastados por la explosión del pasado 4 de agosto en el puerto de Beirut.
Aseveró que no saben cuánto puede durar la operación, pero aclaró que no se van a ir hasta que descarten o confirmen que haya alguien dentro.
Asimismo, Lermada afirmó que «la esperanza nunca se pierde» pese a que haya pasado un mes de la deflagración de 2.750 toneladas de nitrato de amonio ya que, en el terremoto de Haití de 2010, encontraron a una persona con vida «28 días después».
Desde que sucedió la explosión, que dejó 190 muertos y más de 6.500 heridos, los escombros de este edificio no han sido removidos.