Sergio Cortés Eslava
Aquí en Michoacán, la guerra soterrada que sostienen los cárteles del narcotráfico en la Tierra Caliente por el control de la región, ya tomó un alto grado de violencia que no se veía desde hace años y al uso de drones cargados de explosivos, campos minados y fuertes enfrentamientos armados, en los últimos días se han sumado las decapitaciones.
La madrugada de este miércoles en Apatzingán, fueron halladas tres cabezas humanas, por fuera del Teatro Constitución, en el Centro Histórico del municipio.
Apenas ayer martes otra cabeza fue abandonada en la plaza principal de esta ciudad de la Tierra Caliente, que vive literalmente ya aterrada por este conflicto de los grupos del crimen organizado, que tan solo en estos 15 días de enero, ya cobró la vida de 17 personas.
De este nuevo caso, se supo que cada cabeza tenía a su lado, una cartulina con un narco – mensaje.
Aquí en la región de Apatzingán, la cruenta lucha de estos grupos delincuenciales, es entre los Caballeros Templarios y el Cartel Jalisco Nueva Generación.
Y mientras todo esto pasa en Apatzingán y sus alrededores, las fuerzas federales y estatales se han convertido en pasivos observadores de esta sangría.
Enfrentamientos
También ayer martes por la noche, en Parácuaro, se registraron fuertes enfrentamientos entre grupos antagónicos de los cárteles mientras que en otro hecho, una célula criminal trató de emboscar a elementos de las fuerzas federales, quienes repelieron el ataque e hicieron huir a los rijosos.
De acuerdo con información, los pistoleros lanzaron explosivos desde drones, sin embargo, los uniformados resultaron ilesos.