Sergio Cortés Eslava
Ayer miércoles aquí en Michoacán, en la región de la Tierra Caliente, se vivió un real escenario de guerra donde 12 personas perdieron la vida en diferentes hechos de violencia; se registraron enfrentamientos, una mina explotó, hubo ejecutados y hasta acribillados desde un helicóptero artillado del Ejército. Los hechos, en los municipios de Apatzingán y Parácuaro.
La jornada de violencia comenzó y se focalizó en Apatzingán, así como el vecino municipio de Parácuaro. El primer incidente tuvo lugar en la comunidad Puerta de Alambre, donde un cortador de limón que se dirigía a una huerta, perdió la vida al activar una mina sembrada en el camino.
Posteriormente, en inmediaciones del cerro del Alcalde y la comunidad La Alberca, sujetos armados se enfrentaron a elementos del Ejército, quienes pidieron apoyo de un helicóptero artillado y tras varios minutos de refriega, cinco atacantes fueron abatidos, todos ellos miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación.
También en la parte serrana de Apatzingán, fue localizado el cadáver baleado de un sujeto que portaba un AK-47.
En Parácuaro, se localizó un auto con tres cuerpos en su interior. Las víctimas eran dos hombres y un menor de edad, también miembros de la alianza Cártel Jalisco y Cártel de Acahuato, según un mensaje dejado en el vehículo.
Posteriormente, en otra balacera en Parácuaro entre fuerzas federales y civiles armados, dejó un sicario abatido.
Ya por la noche en Apatzingán, fue ejecutado otro hombre.
En total, solo ayer en la Tierra Caliente de Michoacán, 12 personas perdieron la vida en medio de esta jornada de violencia, en medio de este escenario de guerra que ni el gobierno federal ni el estatal, quieren reconocer.