Salvador Hurtado
Tiene cierto grado de dificultad escribir una historia sobre el Partido Revolucionario Institucional (PRI). Su gran incidencia en la vida sociopolítica del país con más buenos que malos resultados, en los últimos tiempos ha sido cuestionado por viejos conocidos, la mayoría finísimas personas que ahí militaron. Como es que su situación se deterioró?, algunos estudiosos dela política, aseguran que fue a partir de las traiciones de militantes que ya habían probado las mieles de vivir en la opulencia con la etiqueta del PRI en el pecho a la altura del corazón, pero insaciables quisieron a costa de cualquier acto monstruoso seguir chupando sangre al país aunque fuera con otras etiquetas o bien “en amasiato secreto con el enemigo”.
A partir de ello, si se considera la construcción teórica para comprender un problema determinado en el aspecto social que vive el país sobre todo en las últimas décadas, se han establecido culpas en torno al partido tricolor, que han sido utilizadas innumerables veces en su contra, sin embargo la infalible militancia en este caso los cuadros diferenciados que han sido instrumento de cumplimiento institucional y, también como un consorcio derecho, homogéneo y agrupado lo defienden estoicamente ante todo con equilibrados argumentos comparativos sobre en qué condiciones se encontraba el país hace cinco décadas, La del PRI, en suma, es una historia que siempre ha estado polarizada. En muchos casos, los intereses políticos han predominado sobre las interpretaciones doctas en lo que atañe a lo tenso de su historia. Hablar del PRI es hacerlo de la historia de México y de sus instituciones que les dio vida, por ello su monografía es fundamental para comprender muchos de los lastres, pero también del progreso y los avances, que ha logrado a favor de la Nación.
Los primeros en traicionar al partido revolucionario institucional, fue quienes fundaron el frente democrático nacional, para enseguida fundar al partido de la revolución democrática (PRD), ya envalentonados y sumados otros finísimos y distinguidos crakcs que como en el futbol, fueron seducidos para que abandonaran a quien les dio techo, dinero, comida, sustento y cargo público, eso ocurrió cuando al partido del sol azteca se le veía un prometedor futuro.
Sin embargo fortuitamente los invitados de honor del ex priista Cuauhtémoc Cárdenas cabeza del FDN y del PRD; como correcaminos, fueron tras del dueño de una franquicia para fundar un partido político más. Otro ex priista por cierto, apuñalearon por la espalda he hirieron de muerte al PRD para fundar de bote pronto al movimiento de regeneración nacional MORENA, o sea del PRI, al FDN que pario al PRD. Desde entonces con mayor cinismo y sin moral alguna, han desfilado bastantes políticos miserables de grandes fortunas pidiendo como pordioseros una caricia o de perdida una salvoconducto del socio mayoritario de MORENA, por ende son quienes hacen evidente la desaparición vergonzante de la política decorosa siendo en principio, aquellos que han dejado al PRI, algunos otros que se han ido aglutinando en fechas recientes, abandonando a la militancia del PRI, algunos convertidos de la noche a la mañana y como por arte de magia en embajadores del ejecutivo federal y a otros más, los tienen como pre candidatos a ocupar puestos de “representación popular”. Y a la mayoría como a los guardianes de rancho, “cuando hace fiesta el dueño, los amarran y cuando de ladrar se trata… los sueltan”.
Morena bien refaccionado y dueños del poder, constantemente critica a los priistas y hasta los acusa de corruptos; sin el menor pudor y escupen hacia arriba, pues, ya purificados como han sido más de la mitad de los actuales gobernadores ex priistas y ahora con chalecos guinda que impuso el presidente Andrés Manuel López Obrador a sus colaboradores, gobernantes, embajadores, militantes y quienes están en la lista de espera que militaron en el PRI no pocos hasta por 35 años.
En este caso se encuentra ocho mandatarios morenistas: David Monreal, gobernador de Zacatecas; Miguel Barbosa (+), de Puebla; Layda Sansores, de Campeche, Miguel Ángel Navarro, de Nayarit; Alfonso Durazo, de Sonora; Lorena Cuéllar, de Tlaxcala; así como los Julio Menchaca, de Hidalgo, y Américo Villareal Anaya, de Tamaulipas.
Ya dedicaremos si se nos permite, hablar sobre la trayectoria de estos y otros personajes, querubines que hicieron fama y fortuna en el PRI que pretenden colarse y ser hijos predilectos del dueño de MORENA. También pretendemos seguir la pista sobre los casos que se han dado en Michoacán, pues “aquí también hace aire” y también existe esa plaga. Algunos en la lista de espera, otros en puestos de primera y segunda en los tres niveles de gobierno, algunos de los “boys” dueños de partidos políticos, otros en el congreso, sirviendo, diría un maestro comunicador de; “sicarios de la política “y otros más, como meretriz de mesa en mesa.