Christian Gutiérrez
Hacer que nuestras ideas “peguen” no es simple, pero es posible con técnicas profesionales de comunicación.
Por pegar, me refiero a que las personas que escuchen, vean o lean una de nuestras ideas, le presten atención, la comprendan y la recuerden, la crean, les importe y los haga actuar.
¿No es este el deseo de todo orador, político, vendedor, profesor, empresario o líder? Desde luego que el objetivo, es que nuestras ideas peguen y sean contagiosas.
¿Cómo hacerle entonces? Si eres consultor o asesor de alguien que desea que sus ideas peguen, es indispensable que lo hagas entender que, al comunicar, no debe perderse en un mar de información. Tu asesorado debe evitar lo que se conoce como “la maldición del conocimiento”.
Hay que hacerle entender que el valor de la buena comunicación no recae en la cantidad de la información amasada, sino en el propósito o claridad de la misma.
Si tu asesorado no entiende esto, lo que hará es que “dirá mucho”, pero con nula efectividad.
A mí me pasa, sobre todo con la mayoría de los políticos que me tienen como su consultor.
Cuando iniciamos, tienen un desenfrenado deseo por tomar un micrófono y decir cosas sin parar.
Esta idea que les dejo es una de tantas para hacer pegar nuestras ideas.