Salvador Hurtado
Focos rojos; el lago de Pátzcuaro está desapareciendo. Los gobiernos incautos culpan a la sequía y al robo de agua. El legendario lago en el centro de México que es un importante destino turístico por la visita que se hace a la isla de Janitzio. Siempre ha existido de igual forma numeroso turismo durante las festividades del día de muertos, para el colmo de males, se habla de que existe substracción de agua del lago para riego de siembras irregulares de aguacate y frutos rojos como frambuesas, los arándanos o las moras, entre otras y sumando la calamidad a las condiciones climáticas que han provocado que en los últimos años se agraven las condiciones de sequía en el lago aseguran expertos.
La deforestación que no se ha tomado en cuenta causada por la tala inmoderada de bosques aledaños al Lago de Pátzcuaro, ha rebasado los controles del Estado, ha contribuido esto a la desertificación de grandes extensiones de suelo con vocación forestal de la región. Otro factor hablando de la zona lacustre, es el que se ha denunciado a través de los diferentes medios sobre este tema y si no fuera por ello los tres niveles de gobierno permanecerían en silencio y haciendo caso omiso. Para todo Michoacán es sorpresivo el que las personas puedan caminar sobre la tierra que solía estar cubierta de agua, de ese vital liquido del que económicamente dependen habitantes de los municipios ribereños de Tzintzuntzan, Quiroga, Erongarícuaro y Pátzcuaro, quienes se han dedicado a la pesca, el turismo y los beneficios ambientales del cuerpo de agua del lago.
Para distraer un poco más a la ciudadanía, Se conformó y entró en operaciones el “Comité Interinstitucional de Defensa del Lago de Pátzcuaro”. Así, autoridades federales, estatales, municipales dizque se pondrán a reducir los daños, esto nos hace recordar los programas de antaño como el REVELAPA y otros más, pues a esos proyectos se les invirtieron millones de pesos que manejaron gentes sin escrúpulos chambistas, aprovechados y con la sospechosa pasividad gubernamental.
En poco más de tres décadas pérdidas de más del cincuenta por ciento de los bosques en Michoacán
De alrededor de tres millones de hectáreas forestales que había en Michoacán hace aproximadamente tres décadas, en la actualidad, algunos investigadores aseguran que sólo quedan poco más de un millón doscientas mil hectáreas de bosque, cada vez menos, por lo cual se agudizan en el aspecto social, conflictos de intereses en las comunidades y ejidos, acrecentando la migración de los hombres del campo dedicados a esta actividad, abandonando sus parcelas.
Hace poco más de veinte años, el problema más severo a los que se enfrentaban los bosques era la tala clandestina, luego las plagas y los incendios, pero en la actualidad es el cambio de uso de suelo para actividades agropecuarias y de urbanismo. Lo más dramático en este momento, es la ambición desmedida por establecer huertas de aguacate, el acabose por ejemplo, es el que en zonas aledañas a los santuarios de la mariposa monarca, existen plantíos de aguacate, existiendo una gran pérdida de la biodiversidad en la entidad, agua, suelo, la flora y la escasa fauna silvestre, el cambio climático que en Michoacán ha sido por esa causa severamente alterado. Merece la disminución del vital líquido, una investigación y tema aparte, pues las citadas huertas de aguacate, consumen tanta agua, que llegara el día en que el michoacano se matara por obtener un vaso de agua y no es exageración. Esto les vale madre a los responsables en los tres niveles de gobierno, cuando pretendan involucrarse pero en serio, ojala y no sea demasiado tarde.
“Las queridísimas autoridades ambientales extrañamente, hacen caso omiso o son irresponsables o se hacen de la vista gorda por no nombrarlo de otra forma, al no cumplir con su trabajo aplicando la ley para que no se establezcan más huertas de aguacate”. Otro tema importante, sería el de verificar que funcionen correctamente los aserraderos, porque hay mucha madera ilegal y no poca complicidad entre los comisariados ejidales, presidentes de bienes comunales y autoridades del ramo, siendo los más afectados, los campesinos productores forestales.
De continuar la tendencia, en dos décadas, habrá serios problemas pues escaseara el agua caóticamente. Es tiempo de obligar no se sabe, pues existe una anarquía que no se desconoce a quién acudir para que se implemente un modelo de desarrollo sustentable en los bosques, pues losexpertos aseguran se pierden anualmente aproximadamente 60 mil hectáreas de bosque, La meseta purépecha ha perdido más de 60 por ciento de sus recursos forestales; la región oriente más de 40 por ciento, pero lo más grave es que en Uruapan, Pátzcuaro, Tacámbaro, Coalcomán, Peribán, Hidalgo, Ario de Rosales, Tancítaro, Morelia, Charo, Zitácuaro, Villa Madero y Angangueo, se han degradado de manera alarmante las masas forestales, en la misma Meseta purépecha, se cree existen 2 mil aserraderos ilegales.
Se calcula que existen alrededor de 200 mil hectáreas sembradas de aguacate en zonas forestales, donde ha continuado con el derribo de árboles en los últimos veinticinco años y lo más serio y preocupante, son las regiones que no habían sido tocadas para tal propósito, como Salvador Escalante, Pátzcuaro, Ario, parte de Uruapan, y claro que en la región Morelia que han sido talados miles de árboles con el propósito de hacerse de dinero a través de este cultivo.
Cuantas veces y en cuantos años, se ha escuchado o leído esto “Desatienden la ecología pese a que ha perdido el 30 por cierto de las reservas forestales y que el 70 por ciento de los cuerpos de agua están contaminados”, arremetiendo; “Poco o nulo caso han hecho autoridades de los distintos niveles a observaciones en materia medioambiental, denuncia principal del consejo estatal de ecología”. Esto ha sido publicado un sinfín de veces por la prensa en Michoacán ¿Qué les parece? ¡Pero algo han logrado los apóstoles ecológicos! y si no revisen que funcionarios actualmente despachan en las dependencias de ese sector y que alguna vez escandalizaban con las declaraciones que vertían como defensores del medio ambiente.
Según los estudiosos en la materia forestal, Michoacán durante la última década, ha perdido alrededor de 350 mil hectáreas de bosques, cifras de acuerdo con un análisis de hace tiempo por la propia Comisión Forestal del estado, lo que significa que prevalece la misma tendencia de los tres quinquenios anteriores.
El director forestal en la administración del desmañado Leonel Godoy Rangel, Alejandro Méndez López, de extracción del partido verde ecologista y el cual hacia declaraciones temerarias en su papel de ecologista que como muchos otros con esa bandera, lo que buscan es colocarse en el gobierno y aprovechar viviendo del erario.
Pues el inventario forestal, decía Méndez López, contenía estadísticas oficiales, pero dogmatizaba que cada año se seguían perdiendo unas 40 mil hectáreas de bosques. Sucedió que ya como director olvidó su misticismo y no aporto nada y conste que declaraba sobre el tema con insistencia cuando vestía como catequista del bosque, decía entre otras palabras: “el bosque es fuente de bienestar para los michoacanos”, destacaba que el sector forestal de la entidad tiene un enorme potencial, que debe ser aprovechado de manera sustentable y con equilibrio, bajo el ordenamiento oficial de los tres niveles de gobierno, supervisado claro por miembros de su partido.
Dijo también lo siguiente ya como flamante director en funciones; que la tarea de proteger al sector forestal es de todos y manifestó la necesidad de superar los factores que lo amenazan, como es el caso de los desmontes agropecuarios. Como ha sido costumbre, no es lo mismo ver los toros desde la barrera y chiflar, que enfrentar y/o corriges las cosas o bien caen en la adulación y tentación, por lo cual este personaje, no aportó nada significativo en el tema forestal.
Del actual director de la Comisión Forestal del gobierno del estado Rosendo Caro que igual tampoco es primera vez que se ve involucrado en la actividad silvícola, pues ya ha participado como titular en el gobierno federal y ha quedado a deber demasiado, imagínense se comenta que tiene las oficinas tomadas desde hace más de cinco meses, solo es cuestión de observar en otras oficinas de gobierno los letreros donde se exige su cese.
La cuestión es de que legalmente se extrae alrededor de un millón de metros cúbicos anuales de madera, pero existe capacidad suficiente en aserraderos y maquinaria para sacar varios millones más de manera ilegal, datos que se han manejado en uno de los tantos foros realizados con el tema de Forestaría comunitaria: hacia una política pública con participación social.