Marco Aguilar
Este ensayo expone una crítica fundamentada al proceso mediante el cual el gobierno de Michoacán y el municipio de Pátzcuaro han inscrito su candidatura ante la UNESCO para ser declarada Patrimonio Mundial. A través de un análisis jurídico y contextual, se revela que dicho proceso ha estado marcado por la opacidad, la exclusión social, la improvisación técnica y el uso político de la gestión patrimonial. Se propone suspender la candidatura, transparentar el expediente, iniciar un proceso participativo y reconstruir institucionalmente la política cultural local.
I. Introducción
«El patrimonio cultural no se decreta ni se improvisa: se construye colectivamente, se gestiona con transparencia y se conserva con rigor».
En enero de 2025, el gobierno del estado de Michoacán, en coordinación con el municipio de Pátzcuaro, presentó formalmente ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) la candidatura de Pátzcuaro para ser inscrita como Patrimonio Mundial. Aunque esta acción podría interpretarse como una iniciativa loable para proteger y promover el patrimonio cultural de la región, el análisis de las condiciones en que se ha desarrollado este proceso revela una serie de inconsistencias que vulneran los principios fundamentales de la Convención del Patrimonio Mundial de 1972.
Este ensayo sostiene que el proceso de nominación ha sido opaco, politizado y apresurado, y que, lejos de responder a un compromiso técnico y comunitario con la conservación del patrimonio, ha sido instrumentalizado como herramienta de imagen pública y propaganda gubernamental. La urgencia de documentar esta simulación no es menor: el patrimonio cultural exige rigor, participación y transparencia, no escenografías diplomáticas ni gestos simbólicos vacíos.
II. Marco jurídico y normativo internacional
La Convención del Patrimonio Mundial de 1972, ratificada por México, establece los criterios y obligaciones para la protección de bienes culturales y naturales de Valor Universal Excepcional (VUE). Las Directrices Operativas para la implementación de esta Convención, revisadas periódicamente, regulan el procedimiento de nominación, evaluación y gestión de los sitios.
Entre los aspectos clave destacan:
Participación comunitaria (párrafo 123).
Existencia de un plan de manejo efectivo y sostenible (párrafos 108-119).
Evaluación del Valor Universal Excepcional conforme a criterios objetivos (párrafos 49-79).
Proceso de nominación transparente, técnico y con plazos de al menos 18 meses antes de la decisión final (párrafos 132-168).
III. Crítica al proceso de nominación de Pátzcuaro
a) Falta de socialización y consulta pública
El expediente presentado ante UNESCO fue preparado en gabinete, sin procesos públicos de consulta o participación ciudadana verificables. Las comunidades afectadas, en particular las poblaciones indígenas y los comerciantes tradicionales del centro histórico, no fueron convocadas ni informadas. Por ejemplo, la construcción del nuevo mercado fue ejecutada sin consultas, a pesar de las protestas ciudadanas. Esto contradice el principio de participación comunitaria consagrado en el párrafo 123 de las Directrices.
b) Uso político y mediático del patrimonio
La entrega del expediente fue convertida en un acto político encabezado por el gobernador del estado y el alcalde de Pátzcuaro en París, a pesar de que dicho protocolo no es obligatorio ni relevante para la validez del expediente. La imagen diplomática fue utilizada con fines propagandísticos, mientras que la ciudadanía permaneció ajena a los contenidos del documento. La cobertura mediática se centró en la presencia de funcionarios, no en la calidad del expediente ni en las condiciones locales del patrimonio.
c) Incongruencias urbanas y destrucción reciente del patrimonio
El mismo gobierno municipal que promueve la candidatura ha llevado a cabo intervenciones que vulneran el patrimonio edificado y el entorno histórico de la ciudad, como la construcción del nuevo mercado sin consulta previa ni criterios de conservación. Esta obra ha alterado la traza urbana tradicional y ha generado desplazamiento de comerciantes históricos, lo cual debilita la narrativa de autenticidad e integridad necesaria para sustentar un Valor Universal Excepcional.
d) Plazo incompatible con los estándares técnicos
La preparación del expediente se realizó en un lapso de menos de un año, lo cual contraviene la experiencia internacional. Una candidatura bien estructurada requiere al menos de 3 a 5 años de trabajo interdisciplinario, diagnóstico patrimonial, consulta social, elaboración de mapas y catálogos, y validación técnica. La prisa sugiere improvisación o simulación, más que un compromiso con el rigor.
e) Debilidad institucional y contexto de inseguridad
Pátzcuaro enfrenta un contexto de inseguridad que ha afectado su actividad turística nacional. La ausencia de un equipo técnico capacitado para la gestión del sitio y la precariedad institucional del municipio restan seriedad al plan de manejo entregado. UNESCO evalúa la viabilidad institucional como un componente crítico de toda candidatura.
IV. Riesgos y consecuencias de una nominación simulada
Una nominación patrimonial sin sustento real conlleva graves riesgos:
Desprestigio diplomático si el expediente es rechazado por ICOMOS o el Comité del Patrimonio Mundial.
Uso electoral de la candidatura como logro ficticio.
Desmoralización social ante la falta de beneficios tangibles para la comunidad.
Precedente negativo para futuras candidaturas mexicanas.
V. Propuestas para un proceso legítimo y participativo
Publicar inmediatamente el expediente y el plan de manejo entregado en París.
Establecer un comité técnico independiente con participación de universidades, expertos, comunidades indígenas y sociedad civil.
Convocar a foros abiertos para revisar colectivamente la narrativa patrimonial de Pátzcuaro.
Detener toda intervención urbana que afecte el centro histórico hasta contar con lineamientos autorizados por instancias nacionales e internacionales.
Construir un plan de gestión con base en diagnósticos técnicos, consulta social y objetivos de conservación sostenibles.
VI. Conclusión
La candidatura de Pátzcuaro no ha cumplido con los principios esenciales que sustentan la Convención del Patrimonio Mundial. Ha sido un proceso cerrado, politizado y apresurado, que prioriza la apariencia sobre el contenido. La gestión del patrimonio no puede basarse en actos de propaganda ni en la simulación de procedimientos, sino en el respeto a la historia, la participación de la comunidad y el compromiso técnico serio con la conservación.
Se recomienda suspender temporalmente la candidatura, hacer público el expediente entregado, reestructurar el proceso desde una perspectiva participativa, y restaurar los daños ya causados al patrimonio edificado de la ciudad. El verdadero reconocimiento de Pátzcuaro como patrimonio de la humanidad debe construirse desde la verdad, la memoria y la justicia urbana.
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