Jairo Cirriteño
Dicen los que saben en materia de urbanismo que Morelia tiene varias décadas de atraso en desarrollo, la falta de una cultura vial, más la contaminación visual que se han generado en los últimos años con la construcción de fraccionamientos de casas de interés social como de lujo, hacen que la ciudad sea un laberinto sin salida.
No existen suficientes arterias viales que desahoguen el gran caos que ya existe no solo en las horas pico, no suficiente con lo anterior los gobiernos municipales y estatales realizan obras que parecen nunca terminar, pues su planificación como ejecución son tan tardados que parecen refinerías o trenes maya.
Puentes viales que solo brindan un ligero respiro, pues de inmediato se llega a las vialidades que hacen cuello de botella, a los semáforos descoordinados, a los cruces sin señalización, a los libramientos atascados, pues no existen vías alternas que aligeren la carga de una ciudad que tiene más de 849 mil habitantes.
Cada ocasión que entra un nuevo gobierno, una de las preguntas que son realizadas es sobre el tema del tren, el cual causa un gran corte a la circulación, sobre todo en horas laborales, este no solo es reclamo de quienes cruzan por su camino diariamente, ojalá que pronto las autoridades escuchen a sus ciudadanos y empresarios locales.
Morelia está colapsada, hay obras por todos lados, dijo un funcionario municipal, en dos cosas tiene razón, la ciudad está colapsada, y ciertamente parece, solo parece que hay “obras por todos lados”, pero la pregunta sería, de quién es la responsabilidad de mejorar la vialidad, y también quién es el responsable de efectuar obras sin una planeación adecuada.
Se les olvida que Morelia no solamente es intervenir las mismas calles una y otra vez que se está al frente de la administración, sabemos los que vivimos en esta ciudad que hay calles que no duraron ni una administración municipal completa, pues no pasaron ni tres años y las fallas en su construcción aparecieron, también los morelianos nos damos cuenta que hay obras que las hacen parecer más costosas, incluso su entrega de las mismas se prolonga, creo y solo como mera sospecha que esto lo hacen para que una pequeña obra sea magnificada.
Hay que decirle al alcalde que sus policías municipales andan creando más caos vial que ayudarnos a agilizar el tráfico vehicular.
Muy sospechoso cese del auditor en Michoacán
Se comienzan ir por los alfiles de Silvano, antes de salir como gobernador, el auditor de Michoacán llegó al Congreso casi como un encargo directo del entonces mandatario, razón que fue un peso considerable para que la administración saliente estuviera cubierta, es decir, el PRD con varios diputados de la misma oposición designaron en la famosa repartición de figuras claves a Miguel Ángel como auditor con 35 votos a favor y solo 5 en contra.
Hoy con un gobierno distinto, y con un ex jefe del Ejecutivo campante en campaña con la ligereza de llamar “juanito” y “presunto homicida”, tanto a Bedolla como a Torres Piña, gobernador y secretario, nos hace pensar que la recta que viene para la política del estado apenas comienza, pues falta mucho que aclare el gobierno que pasó en “Las Joyitas”, pues ni es de Silvano, y menos de la esposa del auditor, pues tal parece que la propiedad que señalan no corresponde a la escritura que dieron a conocer.
Ciertamente parece que no es suficiente decirlo, pues no hemos visto por lo menos una foto de la gran cantidad de dinero que fue incautado en dicha propiedad.