Norberto Scoponi le apuesta a la disciplina y se compromete a meter al equipo a la Liguilla

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Por: Óscar Tapia Campos

Ya estuvo, ya llegó. Ya presentaron a Norberto Scoponi en su categoría de entrenador en jefe del Atlético Morelia. Lo presentó Christian Barrientos, director deportivo del club canario. Fue una presentación sobria, sencilla, sin espejismos, sin aspavientos, sin cortinas de humo, sin triunfalismos y sin promesas vanas, como siempre debieran ser, pero no son.
Scoponi no se anduvo por las ramas y desde su parquedad fue explícito, desde su sobriedad fue puntual, desde su cordialidad fue contundente para definir las líneas de lo que será su gestión al frente del equipo: disciplina, disciplina y disciplina; entrega y compromiso de todos, orden táctico y distribución precisa de cargas de trabajo. Nada al azar, nada al vapor, todo bien detallado, siempre ofensivos, permanentemente propositivos tanto en cancha propia como en la ajena.
Sus primeras expresiones hablan de su compromiso: “Espero ayudar a la institución y darles las armas suficientes a los jugadores para salir de este momento difícil”. No prometió, se comprometió y dejó ver su visión y su filosofía: “En el futbol todo es mental, todo es anímico y en este momento es donde más se tiene que trabajar”.
No llegó a sorprender, no vino a buscar vitrinas, lo suyo es lo que debe ser, el trabajo, por ello inmediatamente puso manos a la obra. El mismo día que llegó, el mismo que inició con su labor para enderezar el rumbo, para sacar al buey de la barranca: “Ayer, lo primero que hicimos, fue ver muchos partidos, muchos videos, trabajar desde abajo sobre la solidez del equipo, sobre lo defensivo y sacar de la presión a los futbolistas”.
Y, sí, no prometió, se comprometió: “La presión la tenemos que asumir nosotros. A los jugadores hay que darles las armas, que vengan a entrenar y a disfrutar”. Y mandó mensajes a los desordenados, a los que no han entendido que el juego ese de la patada es un juego de colectivos: “No hacer un partido individual (ojo Vergara, ojo Illescas, ojo Tecpa), porque esto es un juego grupal. El equipo va a salir adelante si el grupo se une cada día más, si se pone fuerte y está libre mentalmente”.
Sin decirlo dijo que no permitirá irresponsabilidades de los jugadores: “creo mucho en la disciplina táctica y en la disciplina del jugador fuera de cancha. Y más en situaciones como ésta en la que estamos como equipo. Debemos que tener mucho cuidado con la disciplina fuera, extra cancha”. Y precisó: “Tenemos que salir siempre a proponer, ser un equipo que busque el resultado, no esperar a ningún rival. Sea donde sea que nos toque jugar tenemos que salir a proponer. Tenemos que ser ofensivos”.
Sus objetivos son claros: “Morelia tiene que estar en lo más alto posible. El equipo debe calificar y no en el décimo, queremos estar entre los primeros seis”. Precisó que hay buenos elementos, que confía en la plantilla: “Me gusta mucho el plantel. Aunque es un plantel corto, pero sí tiene un equipo de buen pie. Tenemos que ponernos de acuerdo en el sistema de juego, en donde quiero que nos paremos, en si quiero que las líneas sean cortas. Bueno, tendré que corregir lo más pronto posible para obtener beneficios para el grupo”.
Sin ser literal, hizo una gran revelación de lo que fue su trabajo al lado de Carlos Morales: “Hay veces que el auxiliar hace mucho más trabajo que el que es cabeza de grupo, porque tiene que ver diferentes aspectos”. Y, en seguida, aclaró: “El que ahora sea yo el cabeza de grupo no quiere decir que vaya a dejar de hacer lo que hacía, porque me gusta estar en el día a día con el jugador”.
En suma, Scoponi llegó con las pilas puestas y pidió que todos en la institución se las pongan: “La gente tiene que entender la situación actual, tienen que tratar de ayudar, porque no solo los jugadores deben cambiar el chip. Entre todos las cosas saldrán adelante”. Finalmente precisó que sus auxiliares son José Roberto “Pepe” Muñoz y Hebert Birriel y que su preparador físico es Humberto Corona. Así sea.