Blanca Piña
Senadora de la República
Desde la victoria popular en 2018, que llevó a la Presidencia de la República al compañero Andrés Manuel López Obrador, hemos impulsado una serie de reformas laborales en México con el objetivo de mejorar las condiciones de trabajo y fortalecer los derechos de los trabajadores. Estas reformas han sido parte de una visión que busca lograr la justicia social y poner fin a los abusos contra las y los trabajadores, procurando reducir las desigualdades y promoviendo un desarrollo económico que se base en el respeto de los derechos laborales.
Uno de los primeros avances que conseguimos en el Senado de la República fue la Reforma Laboral de 2019, con la cual se logró garantizar la libertad sindical, se fortaleció la negociación colectiva, se impulsó la transparencia y la democratización de los sindicatos, así mismo se establecieron mecanismos más eficientes para la solución de conflictos laborales con la creación del Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral. De igual forma, en 2021 regulamos la subcontratación de personal para lograr evitar el crecimiento exponencial del outsourcing, logrando fijar altas sanciones para quienes incumplan la Ley.
A lo anterior se suma el aumento progresivo del salario mínimo, ya que durante la
administración del presidente López Obrador, se ha impulsado un aumento gradual del salario mínimo en México, el cual ya va en cerca del 50% durante lo que va del sexenio.
Esta política ha permitido mejorar el poder adquisitivo de los trabajadores, reducir la brecha de desigualdad salarial y fortalecer la economía interna. Esto fue posible, ya que en el Senado se incluyó a la Ley Federal del Trabajo que los incrementos anuales del salario mínimo nunca estén por debajo de la inflación.
En términos de derechos laborales, realizamos reforma para que las y los trabajadores cuenten realmente con prestaciones como el reparto de utilidades, el cual antes no se les entregaba. Además, logramos que cuenten con vacaciones dignas, duplicando el número de días mínimos de vacaciones a los que tienen derecho las y los trabajadores, lo cual no se había modificado en más de 50 años.
Ahora, después de un año laborado, contarán con 12 días de descanso y no los 6
días que se tenían antes, avanzando sustancialmente al paso de cada año.
También logramos incluir en 2019, que los empleadores otorguen un permiso para padres y madres trabajadores que tengan hijos menores de 16 años diagnosticados con cáncer.
La licencia es de hasta 28 días cuando se requiera descanso médico u hospitalización, es otorgada por el IMSS.
En cuanto a los derechos de las mujeres trabajadoras logramos incluir sanciones contra la violencia y al acoso laboral, también en un acto de justicia social se incluyó a la Ley el reconocimiento los derechos laborales de las personas trabajadoras del hogar, que ahora deberán contar con un contrato por escrito, aguinaldo y vacaciones, entre otras prestaciones, así como el derecho a la seguridad social.
Finalmente, es indudable que hemos avanzado sustancialmente en materia laboral
desde la llegada de la Cuarta Transformación, con medidas como la implementación de la reforma laboral hasta el aumento del salario mínimo y la implementación de los programas de bienestar social como Sembrando Vida o Jóvenes Construyendo el Futuro, que buscan brindar oportunidades de empleo a las y los mexicanos.
Sin embargo, aún quedan desafíos pendientes, como la erradicación de la informalidad laboral, que condena a miles de mexicanos a no contar con derechos laborales. Superar esta terrible situación debe ser un objetivo central para lograr un México más justo, con bienestar y derechos sociales.