Roberto Carlos Guevara
Morelia Michoacán a 17 de septiembre de 2024.- Una vez más, la administración del gobernador Alfredo Ramírez Bedolla se ve envuelta en la polémica, esta vez con repercusiones que afectan a los aficionados al fútbol. El equipo de Atlético Morelia ha tenido que reprogramar su partido, inicialmente programado para el 19 de septiembre, cambiando no solo de día, sino también de mes. Ahora, el encuentro se llevará a cabo el 2 de octubre a las 19:00 horas. La razón de este cambio no está relacionada con el deporte, sino con la decisión del gobernador de realizar su tercer informe de gobierno el próximo 21 de septiembre en el Estadio Morelos, un evento que muchos han calificado de “faraónico” por su magnitud y los recursos que implica.
El uso del Estadio Morelos, uno de los principales recintos deportivos de la capital michoacana, ha generado indignación entre los seguidores del equipo y la comunidad deportiva en general. La afición se ha volcado en redes sociales para expresar su frustración ante lo que consideran una clara imposición de la política sobre el deporte. “Es una vergüenza que el gobernador utilice el estadio para su propio beneficio, sin importar que los seguidores del equipo ya teníamos planes para esa fecha. ¿Por qué no hace su evento en otro lugar?”, comentó uno de los aficionados del equipo en Twitter, una opinión que se repite en múltiples espacios de discusión pública.
El tercer informe de gobierno de Ramírez Bedolla, que se realizará en un lugar tan emblemático como el Estadio Morelos, ha sido duramente criticado por su costo y despliegue. Mientras que sectores cercanos al gobierno intentan justificar el evento como una forma de “rendir cuentas” a los ciudadanos, muchos ven este acto como una muestra de vanidad política. Con un Estado que enfrenta problemas graves como la inseguridad, el desempleo y una infraestructura deteriorada, el hecho de gastar recursos en un evento de tal magnitud parece fuera de lugar.
A nivel deportivo, la reprogramación del partido del Atlético Morelia también afecta a la Liga de Expansión y sus seguidores. Los aficionados que ya tenían entradas o que planeaban asistir el 19 de septiembre ahora se ven obligados a modificar sus calendarios y planes personales. “¿Por qué tenemos que pagar los platos rotos de un evento político?”, cuestionan algunos seguidores del equipo, quienes consideran que el fútbol debería ser respetado y mantenerse al margen de las decisiones gubernamentales.
Este tipo de situaciones no hacen más que alimentar la percepción de un gobierno más preocupado por la imagen que por resolver los problemas reales de la ciudadanía. Ramírez Bedolla, desde que asumió el cargo, ha sido señalado por múltiples sectores por actos similares, donde lo que parece predominar es el espectáculo y el protagonismo. Ahora, con este informe de gobierno, se refuerzan las críticas sobre un uso indebido de los recursos públicos.
El evento en el Estadio Morelos se perfila como una demostración de poder que busca captar la atención mediática y reforzar la figura del gobernador. Sin embargo, para muchos michoacanos, esta no es más que una maniobra política en un momento en el que el estado enfrenta serios retos en materia de seguridad, salud y economía. En lugar de destinar tiempo y dinero a un evento ostentoso, los críticos señalan que el gobernador debería concentrarse en atender las demandas más urgentes de la población.
Así, mientras Ramírez Bedolla prepara su “faraónico” informe, los aficionados al fútbol deberán esperar hasta octubre para ver a su equipo en acción, en lo que parece ser una nueva muestra de que los intereses políticos se están imponiendo sobre los de los ciudadanos comunes. ¿Cuánto costará realmente este evento para el pueblo de Michoacán? ¿Y cómo justificará el gobernador su uso de un espacio deportivo para lo que muchos consideran un show político más que una verdadera rendición de cuentas? Las respuestas parecen diluirse entre los preparativos de un acto que ha dejado a muchos indignados.