Mateo Calvillo Paz
La humanidad se ha convertido en una sociedad suicida: se sanciona con abrazos a los asesinos, todos son libres para matar. Legalizan el asesinato de los no nacidos, con agravante de que la mamá reclama el derecho de matar al hijo de sus entrañas.
El poder de la justicia en Estados Unidos derogó la ley que permitía abortar. Grandes fuerzas opositoras azuzadas por los grandes poderes tenebrosos, por el mismo presidente católico, Joe Beiden. Sin ningún respeto a la naturaleza humana y a las leyes positivas, naturales y divinas desprendiéndose del orden eterno fijado por el creador reclaman el permiso para abortar. No hay moral ni vergüenza para cometer crímenes. Es increíble como ante todo el mundo luchan por despenalizar un crimen horrendo.
En México, los legisladores dando la espalda a sus electores católicos, promueven el aborto en los estados. Es conocido que en Michoacán legisladoras de MO–NA quieren despenalizar el asesinato de los no-nacidos. Asi minan en sus cimientos el estado de derecho.
¿En que se funda la beligerancia de legisladoras y otras que promueven el aborto? Es sabido que no tienen formación filosófica ni moral, no tienen la preparación para gestionar sus valores sagrados, es conocido la deficiente, en algunos campos nula preparación para discernir sus problemas y buscar una solución sabia para todos.
Las mamás que abortan son personas muy vulnerables, sin una sólida formación moral y religiosa. No tienen ideas ni convicciones firmes, no conocen la moral y la fe de Cristo. Son personas débiles moralmente que se dejen llevar sin una decisión personal bien fundamentada en sus principios y creencias.
El aborto casi siempre es consecuencia de actos irresponsables y precipitados porque los hombres y las mujeres no tienen un comportamiento racional y digno de la sexualidad. Se deben a la atracción pasional, sin cuidado. El embarazo es fruto con frecuencia de aventuras o relaciones pasajeras, sin el uso racional de la sexualidad, lejos de un orden moral que promueve la familia, como dulce hogar donde la vida humana se concibe y se cultiva hasta la plenitud. Ante un acto irresponsable y ligero, encuentran la fácil salida de abortar.
Los servidores públicos tienen soluciones burdas y sin fundamento de los grandes problemas de la sociedad así de manera irreflexiva promueven campañas, como la del sexo seguro que llevan a las concepciones no deseadas y a las soluciones traumatizantes e inmorales como el asesinato del fruto de sus entrañas.
La luz de Dios
Los seres humanos han perdido el sentido común y destruyen los valores que protegen su sociedad y el primer valor, la vida humana.
Han perdido el sentido de Dios, el creador que creo al hombre y le dio su “instructivo”, los valores y principios universales que no caducan. La humanidad quiere destruirse, es suicida. Mejor dicho hay grandes poderes mundiales, el Nuevo Orden Mundial que operan desde las sombras y que por intereses mezquinos quieren acabar con la humanidad. Ellos organizan las campañas antinatalistas, gastan grandes sumas de dinero y manejan a los gobiernos y a los líderes de los países.
El hombre actual no es sabio, ha perdido el conjunto de leyes e instituciones que hacen al hombre sabio y a la sociedad ordenada y venturosa. Han perdido el sentido de Dios y de la autoridad para crear una sociedad sabia, armoniosa y feliz.
Hay un código de moral, que sustenta el orden y permite que el hombre se desarrolle plenamente, según su código de moral y el proyecto del Creador. Cuando se pierde el orden establecido, reina la anarquía, la sociedad se derrumba en sus instituciones y en sus leyes y en su estado de derecho.
Quieren derrumbar el mundo y el orden establecido por el Creador que hace posible la convivencia humana sabia.
Se pierde toda jerarquía en la convivencia humana. Cuando la sociedad está bien trabada, fuerte es un marco de seguridad para que el hombre se realice, logre sus metas. Sólo así el hombre podrá ejercer su inteligencia y su libertad.
Los promotores del aborto no razonan maduramente, no son honestos en sus argumentos, sustentan su lucha en la mentira, en la falacia: pretenden defender los derechos de la mujer pero de una manera miope y ligera. Argumentan sobre falacias:
Son los derechos reproductivos de la mujer, la mujer tiene siempre derecho de actuar con madurez y responsabilidad, con un código de moral, con conciencia.
La mujer tiene derecho sobre su cuerpo, es falso, no tienen derecho de sacarse un ojo o cortarse un brazo. Sólo Dios es dueño del cuerpo humano.
Hay otra falacia, la criatura no- nacida no es parte del cuerpo de la madre, hay una vida autónoma, diferente.
El hombrecito no-nacido, desde el primer momento de la fecundación es sujeto de derechos, el derecho a la vida. En el aborto lo privan de este derecho. Se legaliza el derramamiento de sangre de un inocente. Se abren las compuertas de la sangre humana y por eso se pierde el respeto a la vida y con ligereza los asesinatos se multiplican a nuestro lado, sin ningún respeto y razón suficiente se asesina.
Para hacer triunfar un México digno y libre, el Estado de derecho, hemos de negarnos a las campañas asesinas, impuestas por los poderes que actúan desde las sombras y seguidas por algunos legisladores.
El mandamiento de Dios está claro y previene de raíz crímenes horrendos, “no matarás”, está escrito en la ley de Dios. Ese mandamiento hace un país limpio, sin inseguridad ni sangre derramada.