Rueda de Molino/Cochinero legislativo

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Jorge Hidalgo Lugo

La actitud entreguista en que ha caído el bloque opositor dentro del Congreso del Estado de Michoacán al aprobar solícito y blandengue todos los atropellos que se le ocurren al gobierno de Morena, quedó a salvo por única vez al difundirse que con un plan amañado y de absoluta promiscuidad política, sólo 14 diputados locales aprobaron que se entregue la Presea “Melchor Ocampo” a Andrés Manuel López Obrador, impulsor decidido de la destrucción institucional y atropello al Estado de Derecho que hay en el país.

Al margen de las votaciones en pro para imponer nuevos impuestos a través del tristemente célebre reemplacamiento que hoy día es un expediente sin cerrar con cargo a la economía popular, la permisividad para que se saquee el patrimonio de los michoacanos con la entrega de bienes inmuebles -como el predio que se dio al Seguro Social para un proyecto tan débil como la gobernabilidad que vivimos en Michoacán- y más recientemente, la reestructura de una deuda pública que compromete por muchos años más el presupuesto estatal a costa de los mal gobernados, no dejó de ser indigno ahora también presumir que la 75 Legislatura local en su totalidad, habría prostituido su accionar otra vez con este atropello.

La trampa tendida por Morena desde la Junta de Coordinación Política que preside para meter en el orden del día el punto a tratar de forma emboscada, tuvo efecto ante el ausentismo de 17 legisladores que por sospechosas razones no acudieron a la sesión y de ahí se aprovechó Fidel Calderón Torreblanca, personero del bedollismo, para asestar la cuchillada legislativa y sacar por una ridícula minoría de 14 votos a favor, la propuesta de condecorar a López Obrador “por haberse distinguido en prestar servicios eminentes a la República Mexicana y al Estado de Michoacán de Ocampo”.

Una triquiñuela más que mancilla la soberanía que se presume aún tiene el Poder Legislativo en Michoacán, al abusar Morena y sus aliados de la facultad que daba realizar una sesión con la mayoría simple, como finalmente aconteció al contabilizarse únicamente 23 de 40 diputados, que a fuerza de ser sinceros bien pudieron romper el quórum de haber abandonado el salón y no avalar con su presencia el nuevo atropello al más puro estilo de la “cuatrote”.

Muy cuestionable decidir la entrega de esa presea a favor de alguien que ha destrozado a México, que es autor de una polarización criminal entre los (des)gobernados y que tiene al país al filo de una batalla legal por su incumplimiento a los acuerdos comerciales con Canadá y los Estados Unidos. Sin mencionar haber sacrificado a los enfermos con el retiro del Seguro Popular, los niños que se han muerto por carecer de insumos para atender el cáncer que los queja y el saqueo a las arcas federales para el pago de obras inservibles como el aeropuerto Felipe Ángeles, la refinería inconclusa de Dos Bocas y el cuestionable Tren Maya.

Esa presea que ha sido sello de distinción para personajes como el astronauta de origen michoacano, José Hernández Moreno; Miguel Estrada Iturbide, postmorten, el Hospital Civil de Morelia “Dr. Miguel Silva”, amén del Instituto Tecnológico de Morelia, ha sido devaluada con este acto donde queda demostrado, es el crotalismo de sus promotores lo que está detrás en busca de ser tocados por el dedo divino con premios electorales en lo porvenir.

Pero lo más lamentable es que con sigilo, soterradamente, sin hacer mucho ruido, Fidel Calderón Torreblanca, visible promotor del desaseo legislativo, recorra los pasillos de la Secretaría de Gobernación, en busca de audiencia para hacer saber a López Obrador, de la buena nueva como si no hubiera medios que lleven la información
correcta de lo acontecido y pongan a prueba ahora, si acude el Presidente de México a recibir una presea que le otorgan sólo 14 de 40 legisladores, aunque se vanaglorien de decir que es decisión de la 75 Legislatura michoacana.

En esa sesión desaseada del 15 de julio, hay que tenerlos en cuenta, los diputados de Morena encabezados por Fidel Calderón Torreblanca, como Roberto Reyes Cosari, Víctor Hugo Zurita Ortiz, Juan Carlos Barragán Vélez, Eréndira Isauro Hernández, María de la Luz Núñez Ramos y Julieta García Zepeda, llevaron de comparsas a los petistas Baltazar Gaona García, María Gabriela Cázares, J. Reyes Galindo Pedraza y Ana Belinda Hurtado Marín; así como a los promiscuos del Verde Ecologista Ernesto Núñez Aguilar y Margarita López Pérez, así como a la no menos oportunistas Luz María García García miembro de la familia que usufructúa las siglas del Partido Encuentro Social en la entidad.

Inexplicable que sólo tres priistas como Felipe de Jesús Contreras Correa, Adriana Hernández Íñiguez y María Guillermina Ríos Torres, votaran en contra, mientras que por la ruta cómoda denominada abstención, salieran las también integrantes de la bancada del PRI Gloria del Carmen Tapia Reyes, Samantha Flores Adame y Daniela de los Santos Torres.

Por la misma ruta transitaron los panistas Laura Ivonne Pantoja Abascal
Hugo Anaya Ávila y Oscar Escobar Ledesma.

Sin embargo, todos ellos cargarán con el estigma de haber permanecido en una asamblea amañada y avalaran con su presencia esa votación que sólo 14 que figuran ya como legisladores oportunistas, decidieron que López Obrador tenga los méritos suficientes para ser objeto de éste que, será por sus antecedentes dignos de una pestilente zahurda, un devaluado reconocimiento del Congreso de Michoacán.

Ahora solo falta saber si el huésped de Palacio Nacional se presta a consumar el cochinero, porque hasta el momento no hay visos de fecha para la realización de la “sesión solemne” pese a lo anunciado por Calderón Torreblanca hace unos días, a César Yáñez, subsecretario de Desarrollo Democrático y Participación Social de la Secretaría de Gobernación, con quien se reunió para llevar la buena nueva a su patrón.

En caso de aceptar y con su asistencia avalar este simulacro, López Obrador lucirá esa medalla de forma circular, confeccionada en oro de 18 kilates, con 5 centímetros de diámetro y 5 milímetros de espesor, pero lo que estará a prueba es ver si acuden los diputados del bloque opositor a Morena y sus secuaces.

De ser así, dicha sesión sin duda alguna, servirá para saber de qué están hechos los que se asumen como miembros de las bancadas del PRI, PAN y PRD para no asistir a la sesión en rechazo al desaseo morenista o caerán en la indigna actitud sospechosa de también lucrar para su peculio personal, con acudir a cambio de prebendas bedollistas, así lo hagan como invitados de piedra.

Vale…