Rueda de Molino/La construcción del 2° piso de la transformación se resquebraja; hay pánico en Palacio Nacional

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Jorge Hidalgo Lugo

Ya había dejado constancia que en su mandato no haría frente al crimen organizado, ni se utilizaría violencia para combatir violencia, lo que debió modificar para dar paso a la “estrategia de inteligencia” con que creyó subsanado el tema y así poder transitar en el terreno minado que representa para su deslucido gobierno, el narco poder y su México ensangrentado.

Debió ir modificando más a fuerzas que de ganas la actitud desde que el iracundo Donald Trump tomó como bandera de campaña el combate a las células criminales que envenenan a los miles de adictos que consumen fentanilo y otras sustancias prohibidas en cantidades industriales en la Unión Americana.

Declarar a los narcoaliados del narco partido en el poder que mata con mexicana alegría a seres humanos en el territorio del vecino del norte no fue fuego de artificio, ni discurso para endulzar oídos, sino que cobró fuerza y adquirió magnitud de política de Estado, una vez que se consolidó el triunfo en las urnas y para no dejar lugar a dudas, en los primeros minutos de su gestión el señor del bisoñé avaló con su firma declarar terroristas a quienes dice, han causado tanto daño a su país, peor que en las guerras que han librado.

“No tengo mayor responsabilidad que defender a nuestro país de amenazas e invasiones, y eso es exactamente lo que voy a hacer. Lo haremos a un nivel que nadie ha visto antes”.

Fue parte del mensaje de Donald Trump durante su toma de posesión que dieron pauta a la firma de decretos que incluyeron por supuesto temas como crisis migratoria, cambio del nombre al Golfo de México y la cereza del pastel, el combate frontal, determinado, inaplazable al crimen organizado en calidad de terroristas.

Pasó de las advertencias y amenazas a los hechos contra el (des)gobierno de México, exhibió la mano dura y blandió el puño de la ultra derecha pero hasta el momento no ha tenido respuestas firmes y de estadista por parte la Científica, dejando ver su lado endeble, timorato, de ocurrencias y lances que sólo provocan burlas en el ámbito mundial.

Se ha concretado a invocar al “masiosare un extraño enemigo” para estar alertas ante la inminente invasión y echar andar a sus paleros para declarar “traidores a la patria” a quienes vean con simpatía la agresión del Republicano” o no lo fustiguen.

Bueno, en el colmo hasta tener el cinismo de invocar a la “unidad nacional” a todos aquellos agraviados por el atropello y las humillaciones que han ejercido en contra de las mayorías en este destrozado país con el avasallante andar de Morena y sus compinches, sin respuesta alguna por lo que ahora busca evadir el bulto ante la materialización de acciones surgidas de la arrogancia que hoy permea a la Casa Blanca, como la prepotencia que se instauró en Palacio Nacional desde el 2018.

Pese al escenario adverso que provoca fincado temor en actores de Morena y sus promiscuos aliados la Señora Presidente sigue dando palos de ciego y es el caso que de forma por demás sospechosa, mantiene firme su respaldo para que se sostenga al frente Sinaloa, el narco gobernado Rubén Rocha Moya.

Ello, pese a que es indefendible y sus desatinos lograron ya lo inverosímil: que el pueblo bueno y sabio que lo llevó al poder con el respaldo del crimen organizado -como él mismo lo aceptó días después de ganar la elección-, haya perdido el miedo a los grupos criminales y saliera en multitud a tomar las calles para exigir la renuncia de ese siniestro personaje que debiera estar en una prisión de alta seguridad y no despachando en Culiacán donde se ubica Palacio de Gobierno.

No le importa al parecer que este reclamo de miles de culiches bien puede extenderse a otras entidades como Michoacán donde los pronósticos indican que está a punto de convertirse en “el primer Narco Estado de México”, como lo posteó hace unos días el prestigiado cartonista de La Jornada, Magú y en cuyo territorio permanece un frívolo e irresponsable que detenta el poder conseguido en una elección fraudulenta encabezada por el crimen organizado como fue documentado en su tiempo ante instancias locales, nacionales y del extranjero.

Y si mucho nos apuran en este caso, la propia Jefe del Ejecutivo federal en su aburrida y acartonada comparecencia matinal ante los medios domesticados que le engordan el caldo como antes a su mentor, puso contra la pared a Ramírez Bedolla y lo exhibió de manera irrebatible al mostrar los índices de ejecutados que ubican ya a Michoacán en el cuarto sitio nacional.

Pero al margen de eso, sobre todo porque la respuesta evasiva que esgrimió en su marranera de Palacio Nacional fue que “no es labor del gobierno federal” pedir la renuncia a ningún gobernador y con ello abrió los enorme ventanales para que en cada entidad federativa donde el narco es el auténtico y real poder detrás del trono, se sigan segando vidas y crezca la estadística brutal de ejecutados, perseguidos, desplazados, extorsionados, millones de gente indefensa que debe plegarse a los ordenamientos de sicarios y células delictivas que pelean entre sí el predominio en estas tierras de conquista que pone a su disposición Morena y sus prostituidos cofrades.

En una palabra, de los amagues obradoristas que socarronamente lanzaba de ir a “acusarlos con sus mamás” y después institucionalizar la complicidad mediante la hiperlactada perniciosa de “abrazos no balazos”, hoy todos los que tengan algún nexo visible o discreto con los malos de malolandia, cuentan con una autoridad ciega, sorda y muda, que les da -ya les daba “desde endenantes”, diría el paisano- el gobierno federal a los narco gobernadores de su narco partido.

Pero mientras el torneo de dislates sigue liderado por quien vive con marcaje especial y permanente por su gurú, mesías, hacedor, protector, padrino, sensei, líder insuperable, hoy debe dar cuenta de lo que ha iniciado Donald Trump y que comienza a huir del bloqueo informativo que mantiene en los medios advenedizos y arrodillados la tiranía perfecta que se pretende planchar en el México ahogado por la sangre.

En tanto sigue su protectorado a los impresentables y patibularios gobernantes de Morena, comenzó a permear que la primera mujer en ocupar la presidencia del país ha hecho mutis y se ha agarrado un arete sin alcanzar el otro, luego de conocer que su homologo estadunidese puso en marcha la operación “Missiles of Well-Being” (Misiles del Bienestar) que habría lanzado el pasado 21 de enero de las 00.00 a las 3.15 horas, un sofisticado dron que cruzó la frontera a 40 mil pies de altura (12 mil 192 metros) y lanzó misiles en territorio mexicano.

La información firmada por Enrique Pons Franco y difundido por Latinus, da cuenta de una presunta llamada telefónica que este incidente generó entre Trump y Claudia Sheinbaum donde es evidente, no salió bien parada:

“…Al tomar acciones unilaterales, no sólo se nos debilita como aliados, sino que también se abre la puerta a consecuencias imprevistas que podrían dañar a nuestros pueblos”, sería parte del reclamo desde el lado mexicano.

Pero como el adversario no es un ente al que le escurra la leche por las mejillas, igual comenzaron a correr los trascendidos que las células criminales que están diseminadas por todo el narco país, tomarían represalias y en un alarde de justicia por propia mano, comenzarían a ejecutar a ciudadanos estadunidenses que residen en México o van de tránsito para ver de qué cueros salen más correas.

Bajo dos fuegos, el panorama es por demás trágico para quien no atina ni encuentra la forma de encarar los embates que desde adentro como allende la frontera, le lanzan a su endeble gestión y está visto que el discurso bravucón, pendenciero y de amague contra el adversario, le ha servido para lo que se le unta al queso y así seguirá.

Lo lamentable en todo este desastre es que las deportaciones masivas y los incrementos arancelarios que forman parte del paquete ya están a la vista y para ello, por desgracia para los millones de mexicanos que vivimos en la zozobra ya por los criminales, nuestros criminales, que por las locuras de alguien que no tiene trazas de querer ser un “buen vecino” sino todo lo contrario, no hay autoridad alguna que nos pueda proteger.

Aunque a decir verdad, no hay mucho de qué preocuparse, como podemos ver en la actitud de la clase política gobernante que sigue en su alarde de estar “construyendo el segundo piso de la transformación”, aun cuando los cimientos están minados y no tardan en colapsar…

Vale…