Jorge Hidalgo Lugo
Las luces rojas siguen encendidas en el palacete donde alberga la sinrazón y la delincuencia protegida hizo morada desde diciembre de 2018, porque las evidencias de la liga gobierno-narco crimen son cada vez más serias y fundadas, al extremo que ha debido aparecer de manera formal y como quinceañeras en su presentación de sociedad, el Cartel de los Gobernadores para salir en defensa de uno de sus agremiados.
La estrategia de control de daños va en ascenso porque saben perfectamente que cuando el río suena es porque agua lleva y en el caso del impresentable Rubén Rocha Moya, mandatario de Sinaloa y su aparición en las primeras declaraciones formales de su otrora protector y aliado, Ismael Mayo Zambada, lo tienen contra la pared y con él, a todos los demás surgidos bajo las siglas del narco partido que tienen y mantienen ligas con el crimen organizado, por haber sido apoyados para alcanzar los triunfos electorales que los entronizaron en tiempo récord dentro del escenario nacional.
Estrategia de victimización al canto porque saben que los misiles apuntan al narco gobierno y al narco presidente quien desde hace tiempo suscribió acuerdos inconfesables con las organizaciones criminales y cuyos cabezas visibles hoy están detenidas y dando información privilegiada, a las autoridades estadunidenses lo que tienen temblando e irascible al que ha prometido irse a la chingada a partir del primero de octubre próximo, aunque su destino final pueda estar en alguna nación que le brinde asilo de ser necesario, hermanadas por la tiranía cuatrotera como apunta sería el castrismo en Cuba.
El punto es medir el impacto mediático que está a la orden del día con esta tragicomedia en que se ha convertido para Andrés Manuel López Obrador la detención-secuestro-engaño-traición que dicen llevó al Mayo Zambada ante los tribunales de la Unión Americana, pues al momento todo ha sido un costal de artilugios discursivos para tratar de evadir responsabilidades, nexos y, sobre todo, dejar en claro que ni él o su gobierno “tuvieron algo que ver” con este episodio que exhibe omisión y contubernio del gobierno mexicano con los objetivos criminales.
Así del “no sé nada” e implorar que los Estados Unidos y sus autoridades informen a la opinión pública sobre lo acontecido, como intento de despiste para que sus eventuales aliados en el crimen organizado no tomen represalias contra su feneciente administración, se había pasado en las últimas semanas hasta la aparición de la carta donde el Mayo Zambada, no el gobierno de Estados Unidos, da cuenta de lo acontecido en su detención y traslado.
Dicha misiva que se difundió y acreditan su autoría al Mayo Zambada, arrinconó por igual a la oficialidad y hasta el momento no se responde a señalamientos concretos como haber sido engañado para acudir a una reunión con el mandatario sinaloense Rubén Rocha Moya y el diputado federal electo, Héctor Melesio Cuén Ojeda, ambos originarios de Badiraguato y exrectores de la Universidad Autónoma de Sinaloa, para mediar en la pugna entre ambos personajes protegidos y ligados al Cartel del Chapo Guzmán. Como Vito Corleone “El Padrino” de Mario Puzo, toda proporción guardada. (https://www.infobae.com/mexico/2024/08/10/secuestro-del-mayo-asesinaron-a-sus-escoltas-y-a-el-lo-atacaron-asi-fue-la-traicion-de-los-chapitos-que-protegio-desde-ninos/)
El señalamiento contra el gobernador en funciones tuvo pronta respuesta y para deslindar su nexo con el Mayo Zambada, de bote proto sacaron la versión que Rocha Moya estaba en la Unión Americana -sin permiso del Congreso ni mediar notificación oficial al respecto-, y de inmediato soltaron un video para fortalecer la versión oficialista que Cuén Ojeda fue asesinado al oponerse a un robo en una gasolinera, que inicialmente difundieran a través de la fiscalía estatal.
De esta forma tuvieron a modo la réplica a lo dicho por el capo que el diputado federal habría estado en los pasillos del inmueble a donde llevaron con engaños y al que incluso había saludado antes de ingresar y ser literalmente secuestrado, encapuchado y atado con cinchos para después subirlo a una camioneta con destino al aeropuerto de donde fue trasladado a suelo norteamericano.
El video en comento desmiente por sí la argucia morenista que fue muerto debido a un asalto. La imagen demuestra que se dio una ejecución limpia y debidamente perpetrada por dos sicarios en moto, quienes de inmediato huyen de la escena del crimen. Una vez que disparan a la camioneta, su conductor arranca y desprende la manguera que suministraba el combustible.
Pero jamás, al menos hasta el cierre de este despacho, hay imagen alguna de la víctima y mucho menos que ésta sea la de Cuén Ojeda. Tampoco de su ingreso al hospital donde presumiblemente fue atendido pese a que la versión morenista es que murió antes de ser auxiliado.
La identidad del otro ocupante del vehículo que arranca y conduce el vehículo no ha sido revelada en las indagatorias, al menos no se ha difundido, además que toda la escena se registra en la oscuridad de la noche. Pero la versión del Mayo es que vio a Cuén Ojeda antes de ser llevado a la pista aérea, pero durante la mañana el mismo día de su ejecución.
“Mientras caminaba hacia el área de la reunión, vi a Héctor Cuén y uno de sus asistentes. Los saludé brevemente antes de proceder al interior, a una habitación que tenía una mesa llena de frutas”, puntualizó.
Vacío informativo por igual que el capo detenido diga que acudió a la supuesta reunión escoltado por cuatro elementos de seguridad, dos se quedaron fuera del perímetro y los dos que habrían ingresado con él identificados como José Rosario Heras López, comandante de la policía judicial del Estado de Sinaloa, además de Rodolfo Chaidez, miembro de su equipo de protección desde hacía muchos años.
Hasta el momento, ambos desaparecidos y de los que nadie sabe nada, quizá en espera que sean los Estados Unidos también quienes informen a las narco autoridades mexicanas sobre su paradero.
Con el ingrediente adicional que Heras López era guardaespaldas del capo y cobraba como efectivo de la Fiscalía sinaloense sin que nadie se percatar de la ambivalencia en las tareas de un elemento del narco gobierno al servicio de un narco aliado.
Tema que también hasta el momento no hay versión alguna que explique en la marranera del palacete esta evidencia de complicidad entre cárteles y gobierno morenista.
En cambio, presurosos, solícitos, dueños aún de la escena del crimen, en gira de trabajo por Sinaloa, tanto López Obrador como su marioneta preferida se desbordaron en loas y defensa a ultranza de Rubén Rocha Moya y lo menos que dijeron es que son señalamientos perversos, mal intencionados del abogado del Mayo, porque eso sí no se metieron con el capo caído en desgracia al que dan trato de “Señor”.
Y como los cómplices al rescate no pueden evitar ser solidarios con un compañero caído en el escarnio maledicente de la “oposición, la derecha y opositores que no aceptan la transformación”, los miembros del Cartel de Gobernadores echaron también el gato a retozar y así quedar bien con su mesías y marioneta preferida que será su sucesora.
Como en los tiempos del priismo dinosáurico, publicaron un posicionamiento donde ratifican su confianza a Rocha Moya “cuya probidad y vocación de servicio están más que acreditadas. Desde que inició en el servicio público hace ya más de tres décadas, nuestro compañero se ha caracterizado por su honestidad y respeto irrestricto a la Ley. En este proceso de Transformación siempre ha desempeñado sus funciones bajo los principios del movimiento”.
En su abigarrada defensa, los cómplices al rescate también señalaron que “mantienen su compromiso de trabajar, en coordinación con el Ejecutivo Federal, por la seguridad de todas y todos los mexicanos, así como el de siempre conducirse bajo el marco legal y de las instituciones”.
Presunción que incluye sin duda la cifra de narco ejecutados en México que suman ya casi 195 mil en lo que va de este sangriento sexenio.
Ante tanta efervescencia en torno a un señalamiento que involucran a uno de los suyos, López Obrador, su marioneta consentida, así como sus vasallos del Cartel de Gobernadores, pretenden ignorar que no es la primera vez que se involucra a uno de ellos con el narco crimen.
Baste retomar el contenido de una entrevista que apenas unos días después de haber ganado la elección de Sinaloa, hizo el propio Rocha Moya al periodista Salvador García Soto quien en el trayecto a una comida, a bordo de una camioneta le preguntó al flamante gobernador electo:
-“¿Y cómo se gobierna un estado con un cártel tan poderoso?”.
-Pues, mira Salvador, no nos hagamos pendejos. Aquí todo mundo sabe cómo está la cosa. Yo fui y hablé con ellos, los conozco porque soy de Badiraguato. Y yo fui a pedirles su apoyo. Quien te diga que quiere gobernar Sinaloa y no tiene el visto bueno de ellos, te miente. Así es la cosa aquí, para qué nos hacemos pendejos… (https://www.expreso.com.mx/expresion/serpientes-y-escaleras/serpientes-y-escaleras-rocha-moya-no-nos-hagamos-pendejos/214247)
Y en efecto, al parecer no les queda más que hacerse pendejos y lo peor, tratar de hacer pendejos a los gobernados porque el estercolero sube de nivel y saben bien que deben blindarse ante la proximidad inminente que surjan más señalamientos que descobijen a prominentes miembros del narco gobierno que está en crisis y ellos lo saben…
Vale…