Sinopsis Política/4t, protectora de criminales

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J. Salatiel Arroyo Zamora

Éticamente, la esencia del ser humano, al ser producto del amor, es la bondad. No hagamos mal a nadie, porque cuando menos lo esperemos y creamos que nada pasará, llegará el calvario. Mejor hacer el bien, siempre el bien, “sin mirar a quién”; además de satisfactorio, reconforta espiritual y mentalmente. Que los demás lo valoren o no, es su bronca. Lo importante es sentirse bien uno.

De Roberto Monroy, todavía secretario de turismo, desde que fungía como responsable de una empresa de Boliche: “Boll Morelia”, en una exclusiva zona comercial de la capital del estado, en su juventud, ya se especulaban deviaciones de carácter sexual. Lo que a nadie supuestamente afectaba, pues era su gusto y se trataba de su cuerpo. Sin embargo, las degradaciones mentales y fisiológicas a nada positivo llevarán, pues se trata de “desviaciones”, que te apartan de lo correcto, de acuerdo a las leyes de la naturaleza y la moral.

Ahora, al destacado funcionario de turismo, área en la que se ha desempeñado por décadas con resultados positivos, se le imputa el delito de violación en contra de un entonces niño, hoy adulto que, por su condición de infante, más la relación de apego del victimario -poderoso desde entonces- no se atrevió a denunciar y hoy que lo hace surgen voces tratando de ilegitimar ese “su” derecho, de exigir se investigue la presunta acción anti social de un ciudadano cuya conducta debe ser pulcra, intachable y ejemplar, por tratarse de alguien dedicado al servicio público.

En tanto la sociedad debería elogiar la valentía de quien se ha atrevido a exigir justicia, exponiéndose al morbo y escarnio social, pero especialmente enfrentarse a un sujeto poderoso, cuya posición en el gabinete del gobierno del estado le pertenece a su jefe político, quien lo ha protegido y seguirá cuidando, dejando que el tiempo pase, en lo que se negocia con el denunciante o se diluya el escándalo. Cuando el imputado debería dimitir al cargo o ser separado de él, para enfrentar el proceso de investigación fuera de su función, sin las ventajas de ser Secretario de Estado.

Pero si la 4T es capaz de proteger a criminales que extorsionan, secuestran y descuartizan, ni modo que no lo haga con un presunto violador de niños.

“QUÉ DICE MI MAMÁ QUE SIEMPRE NO… que Michoacán no es el paraíso de la incidencia delictiva…”: Secretario de Gobernación.

Los chistes son propios de los payasos y bufones, personajes grotescos, cuya función es hacer reír a las personas, gastar bromas, hacer piruetas y algunos trucos divertidos. Se trata de seres distantes a la seriedad, formalidad y solemnidad que debe observar un hombre de estado, particularmente quien se encarga de dirigir la política interna de una nación.

Hemos reiterado que un ejecutivo, en cualquiera de sus tres niveles, es imagen y simpatía, alguien que puede darse la licencia de ser “chistoso” para agradar a los votantes. Pero, nada más él, los demás integrantes del gabinete deben observar otra actitud, particularmente el secretario de gobierno o jefe de gabinete. Por eso extraña y resulta hasta reprochable que Adán Augusto López, Secretario de Gobernación, se conduzca con tal frivolidad (afirmando y luego desdiciéndose), irresponsabilidad y ausencia de respeto a quienes sufragan su salario, que hasta la “Chimultrufia” se avergonzaría, “pues así como dice una cosa, dice otra, y siempre tiene la razón”.

Por ejemplo, el martes, durante su gira proselitista por Michoacán, en busca de convertirse en sustituto de AMLO y teniendo como pretexto la visita a los congresos estatales para que ratifiquen la permanencia del ejército en las calles hasta 2028, reculó, rectificó lo que había asegurado unos días antes… que Michoacán, junto a Guanajuato y Jalisco son los “paraísos de la incidencia delictiva”. Ahora, como se ha hecho costumbre en el presente régimen, culpó a los gobiernos del pasado de las ejecuciones que todos los días se padecen en territorio Purépecha.

Adán Augusto López recordó que el reguero de sangre en Michoacán inició con Felipe Calderón…pero que con la 4T, ya se recuperó la paz… y los diez asesinatos diarios (en promedio), son producto de la imaginación de los conservadores, los fifís, los enemigos de la 4T y traidores a lapatria, esos que quieren que el gobierno fracase. Porque en Michoacán, con Alfredo Ramírez Bedolla, ya se recuperó la paz y es un lujo para los michoacanos tenerlo como gobernador…

Aseveró el segundo político más poderoso del país, que busca ser el primero. Obviamente con cargo al erario público.

El mismo día de las declaraciones aduladoras de López Hernández a Alfredo Ramírez Bedolla, en Michoacán se suscitaron seis ataques a balazos, incluido uno a elementos del ejército mexicano, otro a dos mujeres y a un adolescente, así como el incendio a una base de taxis, en Uruapan. Peor estuvo el día siguiente (miércoles): dos baleados en Uruapan, un asesinado en Apatzingán, dos cadáveres descuartizados y encostalados en el municipio de Hidalgo, dos ejecutados en Morelia, uno en Ixtlán de los Hervores, otro más en Puruándiro y tres en la carretera Morelia Quiroga ¿Eso es tener un gobernante de “lujo”?

En un país democrático, donde impere el estado de derecho y se respete a las instituciones de la patria, dónde exista una población informada, analítica, que se atreva a reflexionar de manera objetiva, más allá de un insano agradecimiento por las migajas que se reciben, un sujeto como Adán Augusto López Hernández estaría en prisión o al menos inhabilitado, ya que, a la SEDENA le consta su complicidad y colaboración con el crimen organizado en el estado de Tabasco, cuando fungía como gobernador y donde impuso como jefes policiacos a criminales confesos e integrantes de bandas dedicadas al “huachicol”.

Por si los crímenes del pasado reciente fuesen insuficientes, ahora incurre en la obscena flagrante violación a la legalidad, con dinero de los impuestos de los mexicanos y otros recursos públicos, descaradamente promueve sus aspiraciones a la presidencia de la república. Pero, para cubrir sus porquerías tiene a su jefe, que se encargará de generar escándalos distractores, agrediendo nuevamente a los medios de comunicación para que se entretengan en la polémica y dejen en paz a su futuro sustituto. Sabedores de que un escándalo nuevo cubre o hace olvidar las ofensas y agresiones anteriores.

Y como se habita en la tierra de los ignorantes, carentes de dignidad, ya hasta lemas de campaña ha estructurado el señor Secretario de Gobierno: “Por la lealtad y los buenos resultados, confiamos en Adán porque confiamos en su proyecto de continuidad ¡LA 4T seguirá con apellido López!” Ahí tienen… falta que el otro López, el de a de veras, les quiera dar chance, porque en una de esas, al ver que ninguno cuaja y el liderazgo es nada más suyo, repita. Pero si al señor presidente se le antoja que su amigo del alma sea quien los sustituya, así será.

El presidente Andrés Manuel López Obrador es y seguirá siendo por mucho tiempo (seguramente aun después del 2024), la persona con mayor potencial electoral en el país. Fortaleza y liderazgo que son sólo de él -de nadie más-. El pueblo mexicano ha concentrado todo su poder para depositarlo en él, no en la gobernadora de la CDMX, ni en el Secretario de Relaciones Exteriores, menos en el ahora “consentido” del presidente, el Secretario de Gobernación.

Mientras que en el PRI no existe figura alguna que pudiese tener éxito frente a AMLO, menos ahora que la crisis interna lo está socavando más, sometiendo a la dirigencia nacional a los caprichos de López Obrador. En el PAN se realizan esfuerzos, pero no alcanzan.

Nada, ni nadie, afecta en lo más mínimo el poderío del mandatario nacional. Ni siquiera el desastre en el que ha hundido al país en materia de seguridad pública, ni el drama de las familias con padecimiento de cáncer ante la falta de medicinas y atención médica, ni el incumplimiento a la promesa de combate a la corrupción, que ahora es practicada incluso por su familia… pues AMLO es idolatrado por millones de mexicanos, a quiénes no les importan los resultados de su gobierno; pero, criticar al presidente, aun con pruebas y fundamentos legales, para ellos (los seguidores de López Obrador), es una ofensa imperdonable.

Esa es parte de la herencia que nos legaron los políticos del pasado: descomposición y confusión.

Al grado de aceptar lo malo como bueno, y a la inversa.