J. Salatiel Arroyo Zamora
Para muchos mexicanos, el señor presidente de la nación, Andrés Manuel López Obrador, debe encontrarse en un estado de feliz realización, pues esos seres humanos que él protege con gran ahínco y exige sean cuidados a través de las instituciones del Estado, continúan causando estragos, sembrando terror y muerte, sin que nadie los moleste. La noche del lunes, les arrancaron la vida a once personas: 8 mujeres y tres masculinos, en Celaya, Guanajuato.
Sin embargo, otros gobernados que anhelan vivir en paz, sin zozobra dedicarse a la vida productiva y formación académica de sus hijos, consideran que no puede existir bienestar donde falta la salud… y México, nuestro país, este enfermo de gravedad, en fase terminal, han muerto ya las bases en las que se sostiene toda sociedad: los valores morales y, donde estos no han sido exterminados, existe confusión extrema, al grado de considerar como principios éticos los antivalores.
Ese desconcierto entre lo moralmente correcto o incorrecto, se ha profundizado más que nunca en el presente período gubernamental, practicados e impulsados por el propio presidente de la república. Lo que inició como deslices o desviaciones cerebrales que parecían chuscas (a manera de justificación), como aquella de que la sociedad debía ser pobre para evitar fuese secuestrada: “No secuestran a un pobre, secuestran al que tiene… entonces ¿Cómo evitamos el secuestro? Con una sociedad pobre”, dicho por el presidente de México.
Con el transcurrir del tiempo no nada más los problemas de inseguridad y violencia han
empeorado, también el estado mental y emocional del máximo mandatario nacional y líder de la patria, al grado de declarar que, así como se cuida a los elementos del Ejército Mexicano y de la Guardia Nacional, se debe cuidar a los criminales, que “también son seres humanos”, aunque asesinen, descuarticen en vida a sus enemigos y hasta practiquen el canibalismo con algunas de sus víctimas.
Al respecto, es pertinente precisar que, en materia religiosa, cuando un ser humano le arrebata la vida a otro, pierde su alma, la esencia que lo convierte en humano. Es decir, se transforma en bestia. Luego entonces, ¿Qué son aquellos individuos capaces de descuartizar vivos a sus semejantes o extraerles el corazón aun latiendo para ser devorado por ellos mismos? ¿Son seres humanos? Y ¿Merecen la protección del gobierno los que extorsionan, secuestran, envenenan a incautos y roban el alma a los jóvenes?
Más inaudito que las frívolas, irresponsables o perversas declaraciones de nuestro mandatario nacional, son los resultados en materia de seguridad nacional, de gobernabilidad, respeto al estado de derecho y desarrollo armónico de la colectividad. Lo que es difícil imaginar lograr, cuando se han superado todos los récords negativos al respecto. Por ejemplo, durante los primeros 42 meses de su gobierno, Vicente Fox alcanzó 46 mil 167 homicidios dolosos. El multi criticado por su “guerra fallida” contra el crimen organizado y tener en sus filas al policía más corrupto en la historia contemporánea de México, Felipe Calderón, durante su mandato permitió que 53 mil 319 mexicanos fueran asesinados. Cifra que se incrementó con Enrique Peña Nieto, a 74 mil 737.
Pero, con quién prometió que desde el inicio de su gobierno el problema de la inseguridad y violencia terminaría, porque haría que los criminales cambiaran sus armas pro tractores, el
número de victimas mortales ha llegado a 120 mil 42 y sigue creciendo. Mientras él insiste que su estrategia de los “abrazos y no balazos” es la correcta y está funcionando. Nada más el martes 24 de mayo, en un sólo día, 118 paisanos, hermanos de patria, fueron ejecutados. Y el Estado de Michoacán se encuentra entre las tres entidades más peligrosas del país y Zamora, entre las más violentas del planeta.
LOS CANDIDATOS DE MORENA ARRASARÁN EN ELECCIONES FUTURAS
Pero, a pesar del pésimo gobierno que está ejerciendo AMLO y las insultantes declaraciones que realiza de manera reiterada, los candidatos de Morena arrollarán en las elecciones del domingo 5 de junio próximo, conquistando la mayoría de las seis gubernaturas en disputa. Aunque a muchos no les guste, López Obrador volverá a ser el gran ganador y los partidos de la alianza PRI-PAN y lo que queda del PRD, los grandes perdedores. El PAN tiene posibilidades de ganar en Aguascalientes y competir en alianza con el PRI en Tamaulipas y Durango.
Ese triunfo contundente de López Obrador (no de Morena), llevaría a la 4T a la conquista de 20 gobiernos estatales en sólo cuatro años y de seguir con esa tendencia ganadora sería el preámbulo para perpetuarse en la presidencia de la república en 2024, a través del candidato que designe o él mismo, sino encuentra quien “le llene el ojo”.
La reelección de López y/o de su partido la está facilitando la misma oposición, que no se
preocupó ni ocupó en la construcción de liderazgos competitivos para enfrentar con posibilidades de éxito la estructura de la 4T. En los partidos opositores no hay un solo aspirante fuerte, mientras que en Morena sobran. La ausencia de perfiles competitivos en la alianza opositora, obligaría al PRI-PAN y PRD a declinar a favor del aspirante presidencial de Movimiento Ciudadano, Luis Donaldo Colosio Riojas y así mínimo asegurar mayor número de plurinominales y recuperar algunas regiones del país. En una de esas les meten un susto a los partidos en el poder.
Aun así, los partidos políticos, alianzas y/o coaliciones pronto iniciarán los procesos internos de selección de candidatos a la presidencia de la república. En Morena el avance es sustantivo, al ser partido en el poder abundan los aspirantes, particularmente los que promueven su imagen con cargo al erario público, por tratarse de funcionarios, representantes populares y gobernantes: Marcelo Ebrard, tal vez el menos malo; Claudia Sheinbaum, gobernadora de la Ciudad de México; el Secretario de Gobernación, de quien no recuerdo su nombre… es tan impopular que resulta complicado recordar cómo se llama, lo que significa que políticamente a nivel nacional existe por el cargo y su amistad con AMLO, no por su trayectoria, habilidad política, ni fortaleza de liderazgo.
Ricardo Monreal Ávila, el más hábil de todos… y hasta Gerardo Fernández Noroña cree tener posibilidades.
La fortaleza real de Morena, de la 4T y de AMLO, consiste en la forma en que ha sido distribuido el presupuesto federal, producto de nuestros impuestos y que se dilapidan a través de los programas sociales. Por ejemplo, al inicio de la semana, el gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, informó que en la entidad un millón 100 mil michoacanos, hombres y mujeres, reciben apoyos de los programas sociales de “Bienestar”, a quienes ese día (el sábado pasado), les fueron entregadas tarjetas bancarias para que puedan cobrar sus pagos. Luego entonces, si para ganar la gubernatura del estado a Ramírez Bedolla le bastó con 730 mil 836 votos, con la estructura cautiva que están pagando por adelantado, les alcanza y sobra para derrotar a cualquier partido, alianza y
coalición.
Lo anterior significa que los mexicanos somos egoístas en la comodidad, “mientras yo este bien, con mi beca de adulto mayor, Jóvenes Construyendo el Futuro, madres solteras, discapacitados, funcionario público o del partido, me vale madre si los demás se están muriendo de hambre, están secuestrados, siendo extorsionados o asesinados”.
Esa es la mentalidad de muchos y por eso seguirán votando igual, no importa que ese dinero que les dan sea arrebatado por el mismo gobierno, vía impuestos, para saludar con sombrero ajeno.
En Michoacán, también son los Morenistas quienes más activos andan. Tanto, que las
confrontaciones se están suscitando entre ellos mismos, golpeteándose los que no fueron
incluidos en el gabinete contra los que sí están disfrutando las “mieles del poder”, al grado que dos facciones se proclaman la dirigencia estatal del partido: una encabezada por Giulianna Bugarini, con la representación formal de la dirigencia nacional y el apoyo del gobernador, y la otra presidida por Ana Lilia Guillén, representando al consejo estatal del partido.
Similar a lo que acontece a nivel nacional, en Michoacán también los morenos cuentan con más prospectos rumbo al senado de la república, por lo pronto los grupos al interior concentran sus estrategias y activismo en sus proyectos a la presidencia de la república. El equipo que representa Alfredo Ramírez Bedolla estaría dividido entre Marcelo Ebrard y el secretario de gobernación, que lo ha convertido en su operador regional.
Con el secretario de relaciones exteriores, también podría estar trabajando Carlos Torres Piña, secretario de gobierno, el diputado Fidel Calderón Torreblanca, Juan Carlos Barragán Vélez y Leonel Godoy Rangel. Los “Morenos de Corazón” estarían empujando en Michoacán el proyecto del secretario de gobernación. Y con Claudia Sheinbaum Juan Pérez Medina, Ana Lilia Guillén Quiroz, la diputada María Chávez Pérez.
Raúl Morón, Roberto Pantoja y Sergio Pimentel, por el momento se ignora de sus inclinaciones.
Dato revelador: Un experto en materia electoral compartió con un servidor información del
padrón electoral del municipio de Zitácuaro y de acuerdo a la lista nominal la población en
condiciones de votar a disminuido. Es decir, en 2022 somos menos electores que en 2021. Lo que representa una contradicción, ya que normalmente la población crece, no disminuye. Lo que significa que estamos ante un fenómeno que debe investigarse, para conocer las causas que han ocasionado la baja poblacional en materia electoral, si no se han inscrito en el padrón, han muerto, emigrado. En la próxima edición entrevistaremos a peritos en la materia. Gracias por su preferencia.