J. Salatiel Arroyo Zamora
El lunes, la población de Zitácuaro amaneció afligida y temerosa, pues a cinco personas se les había arrebatado la vida, durante la mañana y tarde del domingo. La incertidumbre crecía al hacer un balance de las bajas humanas y sus consecuencias: cinco ejecutados y cero detenidos, lo que refleja la ineptitud de las corporaciones policiacas, la costosa inversión en equipo, tecnología y unidades automotoras, cuando no existe voluntad, ni capacidad para realizar el trabajo y entregar resultados positivos a los contribuyentes.
Ha quedad evidenciado por enésima ocasión que de poco o nada sirve tener policías, sean federales, estatales o municipales, pues la población continúa en total estado de indefensión, el estado de derecho ultrajado y la impunidad creciendo desmedidamente. De nada sirven las cámaras, los supuestos drones recientemente adquiridos, los desfiles aparatosos de patrullas policiacas gastando combustible para que sus tripulantes realicen “turismo” de aventura. No obstante, el presidente de la república insistió, durante la mañanera del día siguiente (lunes 07 de marzo), que la estrategia en materia de seguridad del gobierno federal está funcionando.
Declaración emitida en medio del escándalo de tráfico de influencias y colusión de su Fiscal General de la República con Ministros del Poder Judicial Federal para mantener en prisión a dos mujeres, cuñada y sobrina del titular de la FGR. Noticia que fue opacada por la bestial agresión a los asistentes a un partido de futbol en el estadio “La Corregidora”, de Querétaro.
Pero el martes (como todos los días sucede en Michoacán) la realidad le espetó en el rostro al presidente de la república que “su estrategia en seguridad es ridícula y una burla para los que pagan su estadía en el palacio nacional (manteniéndolo a él con todo y familia) y que su subordinado, colocado como gobernador de Michoacán, es también un inútil como mandatario.
Igual que en Zitácuaro el domingo, el martes en Uruapan se desataron balaceras y persecuciones entre delincuentes, con un saldo de cinco personas asesinadas, entre ellas una mujer que murió en el hospital el día siguiente. Tampoco hubo detenidos, a pesar que los grupos delictivos se paseaban en caravana por la ciudad, en busca de sus objetivos o repeliendo los ataques.
El miércoles se ejecutó otra masacre, de esas que el presidente dice que ya no existen… sucedió en Puebla, otro estado gobernado también por Morena -en Atlixco- donde diez personas fueron atacadas con armas de fuego y murieron 9, tres mujeres y seis hombres.
Mientras los mexicanos nos encontramos absortos en otros distractores también violentos, para algunos analistas pudiese incluso tratares de acontecimientos fabricados premeditadamente por el mismo régimen, precisamente para desviar la atención de los asuntos que afectan al presidente, su familia (hijos y hermanos) e integrantes consentidos del gabinete, dejando en segundo término la “casa gris” y las aportaciones económicas recibidas por los hermanos del presidente en tiempos electorales.
Pues lo actual, es la violencia en el futbol, la ejecución múltiple en el velorio de Michoacán y Alejandro Gertz Manero, aunque este último de victimario abusivo, pasará a victima virtuosa, a mártir impoluto. Por lo pronto ya acusó a sus críticos y “detractores” de “extorsión mediática”, con el propósito de restarle valor moral y desacreditarlo. Cómo si no estuviera excesivamente denigrado, con las claras demostraciones de negligencia e impericia para encarcelar a los que con sus crimines expanden el terror por toda la geografía nacional y contra los que han saqueado y continúan despojando al país de su patrimonio. Ahora se confirma que no respeta ni a su familia, aun tratándose de una mujer de la tercera edad, contra quien utiliza el poder y las relaciones de la Fiscalía General de la República para mantenerla en prisión, mientras los criminales potenciales siguen libres y multiplicándose.
Michoacán en el caos y la ingobernabilidad
Imitando a su tutor, el gobernador de Michoacán simula también pérdida de la cordura y mientras se dedica a turistear por el territorio estatal, visitando ayuntamientos y grillando a los alcaldes, el estado se le cae a pedazos, profundizándose el caos y evidenciándose la ingobernabilidad institucional, que, en esta entidad federativa, como en el resto del país, la única “gobernabilidad” que se ejerce es la que imponen los grupos criminales.
Es un hecho irrefutable que son incapaces de prevenir o evitar los homicidios, mucho menos de sancionarlos. Los gobierno federal y estatal son una vergüenza en materia de desarrollo social. Así se demuestra con las 8 ciudades más violentas del mundo, las cuales pertenecen a nuestro país y de ellas, el primer lugar lo mantiene Zamora, en Michoacán.
Mientras tanto, el gobierno se mantiene decidido a continuar con la misma estrategia: Ninguna. Y a seguir haciendo lo mismo: Nada.
Y no tiene ningún sentido cuestionar al gobierno o pedirle explicaciones. Ya sabes la respuesta.
Pero los gobernados no debemos permitir que los problemas de inseguridad nos entretengan, de tal manera que se utilicen para tapar la corrupción, no nos dejemos ir con la información usada para distraer y omitamos cuidar las manos de los gobernantes. No pasar por alto que nos está robando por un lado el que nos gobierna y nos están ametrallando por otros frentes sus protegidos, los “bien portados”.
Funcionarios inoperantes en Zitácuaro
Lo que debió hacer el gobierno municipal, para proteger el medio ambiente, lo están llevando a cabo un grupo de ciudadanos. Quienes acudieron el jueves, 10 de marzo, a la ciudad de Morelia, concretamente a la Secretaría del Medio Ambiente del gobierno de Michoacán, para entrevistarse con su titular, Alejandro Méndez López y solicitar que el cerro El Molcajete sea declarado zona natural protegida y con ello quitar la tentación a vividores y ecocidas de poner en practicar acciones contaminantes o instalar parques ecológicos o cualquier conducta que influya o genere la contaminación de los manantiales de la zona.
Por lo pronto, el funcionario estatal les informó que en la Secretaría del Medio Ambiente no existe ningún proceso para realizar en el cerro El Molcajete algún proyecto que tenga que ver con un relleno sanitario. Tampoco se encontró ningún permiso otorgado para la construcción de un relleno sanitario en este municipio, ni se ha presentado solicitud para construirlo, ni se tiene registro de proyecto ejecutivo al respecto. A pesar de que el tiradero de basura de Timbineo ha sido clausurado, pero manifestó tener conocimiento que la autoridad municipal está valorando otros terrenos para el nuevo sitio de la disposición final, pero ningún predio en consideración se ubica en El Molcajete.
De entrada, que no haya autorización de la Secretaría del Medio Ambiente para instalar un basurero o “relleno sanitario” en el cerro El Molcajete, son buenas noticias. Información que pudo brindar el gobierno municipal, haciéndola llegar (en su momento) a través de funcionarios confiables por su seriedad, formalidad y credibilidad, respaldados además con documentación oficial de la dependencia gubernamental respectiva.
El problema es que no existe confiablidad en los funcionarios municipales, por ello la ciudanía tiene que acudir directamente a corroborar. Ahora solo falta que el cerro El Molcajete se convierta en zona natural protegida. Ojalá en ello la autoridad intervenga como facilitadora, para que intente reivindicarse.
Otro incidente que demuestra la inoperatividad y ausencia de inteligencia en el gobierno municipal, se suscitó la mañana de ayer viernes, cuando los transportistas bloquearon algunos accesos a la ciudad, argumentando problemas de inseguridad.
Al respecto, como que a los funcionarios municipales se les está haciendo costumbre que el gobierno del estado venga a resolverles los problemas y conflictos sociales, en lugar de investigar y desactivar antes de que la inconformidad estalle en bloqueos de vialidades, en perjuicio de otros sectores sociales.
Es verdad que en algunos “movimientos sociales” hay intereses de diferente índole y en ocasiones la solución está en otras instancias, las que incluso pudiesen estar fomentando con su apatía y negligencia el caos, razón por la cual los gobiernos locales deben ser doblemente eficaces, aplicando trabajos de inteligencia para identificar las inconformidades, darles tratamiento y desactivar antes de que estallen, para evitar que otros sectores sean perjudicados; o bien, exigir a la autoridad competente intervenga, antes de la obstrucción a las vías de comunicación. Pero no, es más cómodo andar de chismosos, parasitando, mintiendo y haciéndole creer al munícipe que trabajan, cuando realmente lo dejan sólo, para que resuelva él mismo los conflictos.