J. Salatiel Arroyo Zamora
Resulta extraño lo que está sucediendo con la desaparición de la escena pública de Silvano
Aureoles Conejo, por tratarse de un amante de los reflectores, un apasionado de la política, un
hombre que no se está quieto, de ser necesario no duerme durante más de dos días, si de hacer
política se trata.
Es verdad que la nostalgia por el poder es un golpe cruel que no cualquiera resiste
y buscan refugio en el retiro temporal, algunos se cobijan en la soledad y otros en el seno de la
familia. De Aureoles se comenta anda de viaje permanente, por Europa, Argentina, Canadá,
Estados Unidos, etcétera. Otros supuestos “informados” especulan que se atiende de alguna
adicción, presuntamente al alcohol y hay quienes afirman que anda huyendo.
Lo cierto es que está sustraído de lo que más le entusiasma, de su esencia: la política y eso sí que
es extraño. Máxime que se han creado circunstancias para que resurja con fuerza, ante la débil
respuesta de los lideres de oposición al régimen Obradorista, que se ha apoderado de todas las
tribunas, impone la agenda pública a su antojo, sin que permita interlocución alguna o sugerencia,
mucho menos oposición. Y recordemos que Silvano fue uno de sus primeros (y mordaz) críticos,
acusando al entonces candidato presidencial de anciano demente. Lo que en su momento se le
recriminó al mandatario michoacano, pero hoy, existen voces que comienzan a concederle razón a
sus palabras.
Aunque Silvano no está en escena, más bien se encuentra sustraído o desaparecido del ambiente
político, no se deja de hablar o publicar de él, como que algunos ya lo extrañan y otros lo
reclaman, pero cada vez se hace más presente en la mente no sólo de los michoacanos. En el
transcurso de la semana medios de comunicación nacionales difundieron parte de la información
de una denuncia presentada por la Secretaría de Hacienda ante la Fiscalía Especializada en
Combate a la Corrupción, en contra de Silvano Aureoles, donde se detalla que el perredista tejió
una presunta red de corrupción en Michoacán, involucrando en ella a familiares y políticos,
algunos con cargos de diputados y senadores en la actualidad, con el propósito de desviar recursos
públicos a través de empresas fantasmas y lavadores de dinero.
También la Secretaría de Hacienda denunció a Aureoles de haber contratado los servicios de
Latinus, empresa en la que trabaja el periodista Carlos Loret de Mola.
Lo único novedoso en esta nueva denuncia en contra de Aureoles Conejo, es la inclusión del
conocido “Ingeniero Dolores” o J. Dolores García Arellano, quien según la denuncia, desde el 2015
se le señala como prestanombres de Silvano y Carlos Herrera.
A Dolores se le considera “pieza clave” en la denuncia presentada por la SHCP contra Silvano, pues
supuestamente funge como prestanombres desde que Aureoles era candidato a gobernador, a
través de las empresas Idemich SA de CV y Lumiamper SA de CV. Esta última beneficiada con
contratos durante el gobierno perredista de Michoacán.
Cabe señalar que estas últimas denuncias dan la impresión de que, más que pretender
transparentar y recuperar el supuesto dinero robado durante el régimen Silvanista, intentan
ayudar a Aureoles, quien es experto en manejo de crisis, las que aprovecha y convierte en
fortalezas. A él lo que le importan son los reflectores, que se hable de su persona, bien o mal, pero
estar presente
Con esa promoción que le están haciendo, hasta parece que quieren ayudarlo o que él mismo esta
atrás de ella. Incluso, podrían convertirlo en mártir y que regrese con más fortaleza a la acción
política. Pues, de muchos podrán decir que son demonios, solo faltaría que se les demuestre. Por
lo pronto, las publicaciones que hablan de Silvano se compartieron miles de veces, su nombre a
regresado y le están dando motivos para que resurja físicamente.
Además, en el contenido de las denuncias -insisto-, más bien parece que intentan exonerarlo,
ayudarlo, pues algunas acusaciones no están debidamente sustentadas, como si el propósito fuera
facilitar su desvanecimiento. Otras rayan en la ridiculez; por ejemplo, se le acusa de haber
desviado miles de millones de pesos, lo cual no se duda, pero en las demostraciones no se
respaldan.
Uno de los sustentos legales establece que Aureoles benefició a su ex esposa enviándole 600 mil
pesos… así, al leerse la noticia, de repente se percibe excesiva la cantidad, pero analizando el
contenido de la información, se aclara que lo hizo durante nueve años (entre 2012 y 2021) y su
periodo de gobierno fue nada más de seis. Lo que significa que Silvano estuvo apoyando a la
madre de sus hijas con una aportación de 5 mil 550 pesos mensuales, lo que lo describiría más
como una persona justa y generosa y no como un desalmado ladrón.
Otras acusaciones se refieren a aportaciones para Rocío Beamonte, que en ese tiempo fungía
como presidenta del DIF estatal. Se señalan también “desviaciones” para una Afore para el propio
Aureoles.
Ahora bien, a Silvano los seguidores de Morena y de AMLO lo condenaban por entreguistas a Peña
Nieto y haber aprobado las reformas energética y educativa; sin embargo, el líder máximo del
Movimiento de Regeneración Nacional se ha manifestado púbicamente pro peñista y hasta
simpatizante del imperialismo rapaz que representa en el planeta el ex presidente de EU, Donald
Trump, luego entonces ¿Con que argumentos pretenderán ahora denostar al ex gobernador
michoacano?
FUNCIONARIOS MUNICIPALES SIN CUMPLIR EXPECTATIVAS CIUDADANAS
Juan Antonio Ixtláhuac Orihuela es un político de vocación, convicción y oficio, para eso se
preparó. Su formación académica y sus sueños de infancia se han concentrado en la construcción
de liderazgos para acceder al poder y al servicio público y los zitacuarenses han respondido a sus
anhelos, refrendándole la confianza para convertirlo en presidente municipal por segunda ocasión.
La primera vez que fue alcalde de su pueblo natal realizó buen trabajo como tal, pero su programa
de gobierno fue truncado por “El Michoacanazo”. Por esa experiencia de haber gobernado al
municipio, sumado al dinamismo, vocación e instrucción profesional (ciencias políticas y
administración pública), en esta segunda oportunidad que Zitácuaro le ha concedido, se esperaba
la realización de un trabajo impecable, con resultados contundentes, en beneficio de la población
y el suyo propio, ya que estaría consolidando el impulso para acceder a responsabilidades
mayores. Al cumplir con las expectativas ciudadanas, por él creadas.
Toño Ixtláhuac es consciente que el buen ejercicio en el gobierno, en el que confluyan la eficiencia,
transparencia, honestidad y amable relación con los contribuyentes, que al mismo tiempo son los
que, además de mantener al aparato burocrático, deciden a los ganadores o perdedores de las
elecciones, necesariamente traerá consecuencias positivas. Él lo tiene claro y trabaja tenazmente
en entregar buenas cuentas a los gobernados; sin embargo, algunos de sus funcionarios, en los
hechos, no comparten esa visión, ni misión.
Habitualmente los funcionarios olvidan que los cargos públicos son transitorios y que se trata de
empleados al servicio de la población. En lenguaje llano, son “gatos”, mantenidos por los
ciudadanos, a los que deben obediencia y atención. Algunos de ellos asumen actitudes arrogantes
y hasta prepotentes, que ni siquiera la realeza practica. Además de altaneros y vulgares, son
mentirosos e incompetentes en el ejercicio de sus funciones.
Las deficiencias se pueden constatar en la mayoría de las oficinas públicas, en administración y
tesorería demoran días para resolver asuntos que un buen servidor público, comprometido con su
responsabilidad, le llevaría unos minutos solucionar, despojando de su tiempo a personas que sí
producen, a los que hacen regresar varias veces, sin dar respuesta satisfactoria.
En la Secretaría del Ayuntamiento, si algún ciudadano intenta ver a su titular, primero se le
interroga acerca del asunto que pretende tratar ¿Cuándo se ha visto que la “chacha” le diga al
patrón que hacer o le indique temas a tratar? Están totalmente fuera de contexto. Lo peor, que la
ciudadanía se los permite.
En seguridad pública, no vale la pena gastar tiempo y espacio, la inutilidad se ha padecido desde el
inicio del mandato de gobierno, dando la impresión que la inseguridad y violencia se desarrollan
como si no existieran policías; es decir, que esa inversión en salarios y equipos resulta infructuosa,
que la población esta indefensa como si no hubiera quien se encargue de protegerla.
Los asesinatos siguen imparables, los robos y asaltos, incluso en pleno centro de la ciudad y frente
al inmueble que alberga al ayuntamiento. Hoy mismo (viernes 29 de abril) en la zona de Bancos,
en la esquina de Lerdo de Tejada y Dr Emilio García, un familiar cercano (mujer) fue asaltada y
despojada de sus pertenencias, su bolso y dinero en efectivo que depositaría, por tratarse de
quincena y día de pagos.
Intentó pedir auxilio, pero no había policías en el área… y aunque hubiera, de poco sirven. Hasta
parece que se ponen de acuerdo con las “lacras”, para que estas hagan su “agosto” en abril y ellos
pretextar que no se encontraban en el lugar de los hechos, aun sabiendo que los días de quincena
hay movimientos financieros en los Bancos.