J. Salatiel Arroyo
Nada debe sorprendernos ya de la política partidista. Antes de escandalizarnos, debemos aceptar
que los seres más perversos, voraces e insaciables son los que están ahí, los que la practican, en
busca de poder. Tampoco debemos vociferar, “rasgarse las vestiduras” si tal o cual partido
manipula a las masas, compra votos o utiliza los programas sociales para coaccionar voluntades,
pues esa es su esencia y lo sabemos, para eso fueron creados, aunque teóricamente se especifique
lo contrario. En la práctica, parte del quehacer de los “institutos políticos” es diseñar estrategias y
aplicar tácticas coercitivas de la voluntad popular, por medio de la seducción, el chantaje,
“favores” personales y entrega de migajas.
Por lo anterior, es que no podía esperarse algo diferente de Morena (en ningún sentido), ya que
ese partido político fue creado con los desechos, lo más putrefacto, lo peor del PRI, el padre de la
corrupción en México. En Morena se encuentran los más ambiciosos y traidores, que al ver
truncadas sus ansias de más poder o acceder a él, cuando en su partido de origen les fueron
cerradas las puertas, emigraron y crearon el PRD y ahí mismo traicionaron a su fundador,
Cuauhtémoc Cárdenas, cuando les impidió el control del partido para lograr el objetivo de la
candidatura presidencial, y se fueron a organizar la creación de Morena.
Por eso hoy y siempre practicarán los mismos vicios que antes criticaban y ese señalamiento les
permitía y sigue contribuyendo a conseguir sus propósitos de enajenación colectiva, por la
inteligente forma de argumentación, ante la necesidad delirante de una población deseosa de
cambios para estar mejor.
Ese 30 y 31 de julio, durante las “asambleas” de Morena para elegir a los consejeros distritales que
participarán en el III Congreso Nacional del partido, se emplearon recursos públicos (hasta
ambulancias con rótulos del DIF Michoacán y la Secretaría de Desarrollo Territorial, Urbano y
Movilidad, fueron utilizadas para facilitar el traslado de personas a las urnas… “acarreo de
borregos” le llamaban en el pasado); así como los programas sociales de la federación, se
compraron votos de manera descarada a través del público reparto de dinero, en un proceso en el
que intervinieron funcionarios de los diversos niveles de gobierno, no obstante haberse anunciado
su prohibición y prometido que no lo harían.
Los Morenos actuaron igual que sus homólogos del PRI-PAN y PRD, pero con mayor torpeza y
descaro. Obviamente, igual que en el pasado, ganaron los que más dinero gastaron o “invirtieron”.
Ese ejercicio “democrático” de Morena sirve también para saber que actores políticos tienen
mayor fortaleza o liderazgo, además de habilidad y capacidad para construir condiciones de éxito,
que les permite perfilarse a futuras candidaturas. Porque para ganar, no nada más se necesita
dinero, también inteligencia para saber dónde y cómo aplicarlo.
En esta región los que más votos obtuvieron, son:
Elías Ibarra Torres 3,814 sufragios.
Cecilia García Suárez 2, 868 votos.
Jesús Antonio Mora González 1, 663
Rosa María Salinas Téllez 1, 267
Gloria Ruíz Orozco 1, 175
Gotardo León Villalobos 1, 144
René Garfias 1, 018
Elvia Reyes Iniestra 988
Julio César Vaca Camargo 820
Fernando Parra Lozano 809
Triste Flor Sitio Gómez 807
Esperanza Vargas Parras 738
Ángel Méndez Torres 536
Celia Miralrío Benítez 474
José Sirano Millán 398
Angelica Nateras Paniagua 278
Daniel Martín Orozco 274
Lidia Maritza Salinas Martínez 245
Alfredo López Tirado 214.
Estas 10 fórmulas de militantes de Morena (10 mujeres e igual número de hombres), además de formar parte del máximo órgano colegiado de dirección del partido (Consejo Político), la mayoría de ellos pretenden convertirse en candidatos en sus respectivos municipios, distritos locales y la jurisdicción federal. Por lo que, la elección del 30 y 31 de julio fue un ejercicio también de demostración de poderío interno, dónde a algunos se les pasó la mano. Aunque -insisto- en política partidista eso no es condenable, más bien admirable entre ellos, por la capacidad y habilidad para conquistar los resultados deseados, pues no se trata de una competencia entre Santos, sino entre seres sagaces, algunos desprovistos de escrúpulos y enfermos de poder y dinero.
Muchos de ellos, tal vez la mayoría, logrará conquistar espacios de representación popular, desde regidores, síndicos, presidentes municipales, diputados locales y federales o ayudarán a otros a lograrlo, aportando el capital político que están construyendo, a cambio de posiciones, negocios y
otros privilegios.
Como se está demostrando, Morena, a pesar de ser partido en el poder, no ha detenido su activismo político, ni se ha conformado con su clientela electoral cautiva, que ha creado a través de los programas sociales del gobierno, conservando amplia ventaja sobre sus adversarios. Por ejemplo, para ganar la gubernatura de Michoacán se requieren 800 mil votos (Alfredo Ramírez obtuvo 730 mil) y los beneficiarios de los programas del gobierno federal en Michoacán superan el millón de electores. Es decir, Morena esta sobrado y aun así no desatiende su trabajo proselitista, en tanto la oposición real no existe, o se encuentra trabajando para el presidente de la república o está estática, sometida, paralizada.
Pero eso es lo de menos, los problemas surgidos de las malas decisiones electorales se pueden corregir en lo sucesivo, emitiendo votos informados, reflexivos y sufragando con responsabilidad. La gravedad real es lo que estamos viviendo en la actualidad y debemos evitar que el país se siga inundando de sangre, pero no se impedirá con las armas, como en el pasado, sino con las herramientas jurídicas que las leyes nos han proporcionado y con nuestro voto comprometido y solidario con los más altos intereses de la colectividad.
Para cambiar la realidad que nos asfixia, debemos comenzar con aceptar que existe y la mejor prueba de su existencia es lo sucedido los días martes y miércoles de la semana que termina, cuando pobladores de los estados vecinos de Guanajuato y Jalisco fueron víctimas del terror que siguen expandiendo los grupos del crimen organizado. Videos de incendios y escaramuzas fueron difundidos y gran parte del país fue testigo de la impotencia de familias que eran despojadas de sus vehículos para que fueran incendiados y usados como barricadas.
Lamentable fue también escuchar los llantos de niños que eran opacados por el estruendo de los disparos de armas de fuego de criminales, que crecidos y empoderados cada vez más, gracias a la
complacencia y protección de los gobiernos, se manifiestan omnipotentes cuando algún gobernante, mando policiaco o militar incumple acuerdos o se atreve a aprehender a algún cabecilla con poder especifico, retando al estado mexicano, poniendo de rodillas a las fuerzas armadas y sembrando terror en los habitantes de los territorios que dominan, y que el presidente de los mexicanos afirma que en esos lugares precisamente es donde abunda la paz.
Mientras que ayer jueves, en Ciudad Juárez Chihuahua, a once personas más se les arrebató la vida, entre ellos cuatro trabajadores de una estación de radio que realizaban una transmisión en vivo. Todo esto como consecuencia de la errática “estrategia” en materia de seguridad.
Aunado a la creciente inseguridad y violencia, el Banco de México elevó, a partir de hoy viernes 12 de agosto, la tasa de interés de referencia en 75 puntos base, a 8.5 por ciento, y anticipó que valorará la magnitud de los próximos ajustes en función de las circunstancias que se vayan presentando. Lo que significa que los riesgos de inflación seguirán, seguramente hasta 2024. Con el consecuente incremento en los precios de productos de la canasta básica.
Pero si algún ciudadano se atreve a cuestionar la debilidad, negligencia, omisiones y fallas del gobierno para combatir al peor lastre de la patria, si se critican las estrategias de seguridad, de inmediato los que disienten son objeto de ofensas, calumnias, acusaciones y señalados de corruptos, de hipócritas, conservadores, aliados de la mafia del poder, de haber callado como momias en el pasado… empleando los dueños del régimen otras argucias distractoras del propósito real, que es la seguridad y el bienestar verdadero de la población.
Lo que está sucediendo en la mayor parte del territorio nacional es consecuencia natural del empoderamiento de las agrupaciones criminales, ante la ausencia del poder Constitucionalmente
instituido. Es la complacencia de los poderes del estado con las acciones de exterminio del crimen
organizado, que tiene al gobierno sometido, empinado, penetrado y ultrajado.
En tanto que, el argumento de mayor peso para justificar la destrucción del país y la corrupción imperante, es que el dinero que antes se robaban los corruptos del pasado, ahora se lo dan a los
viejitos, a través de la pensión al adulto mayor. Con ese pretexto se toleran los excesos y abusos
que ni siquiera en el pasado se permitían.
Recuérdese que a Silvano Aureoles le impidieron, por medio de un Amparo, la entrega de Notarías
a sus colaboradores y amigos cercanos, situación que se había convertido en tradición: premiar a
los amigos con ese lucrativo negocio al final del sexenio. Costumbre que terminó el gobernador
Ramírez Bedolla, quien lo ha hecho al cumplirse el primer año de mandato. Y todos han guardado
silencio, incluida la parte directamente afectada: El Colegio de Notarios.