J. Salatiel Arroyo Zamora
La única manera pacífica, legal, justa y legitima de detener el hundimiento del país, evitar la destrucción de la república como aun la conocemos e impedir la imposición de un régimen con tendencia socialista, como Venezuela, Cuba y Bolivia, es con el voto; ejercido de manera responsable, reflexiva, analítica y patriótica. Con ese sufragio popular razonado se castigarán las promesas incumplidas, la corrupción que sigue imperando, las obras innecesarias, inservibles e instrumento para la rapiña y el enriquecimiento de las familias de los gobernantes y sus amigos.
Se castigarán las burlas a la población, como hacerles creer que el sistema de salud estaría mejor que el de Dinamarca, con farmacias donde se encontraría todo tipo de medicamento. Entre muchas falacias ofrecidas, en tanto los enfermos de cáncer y otros padecimientos siguen muriendo a falta de atención médica de calidad.
Es decir, con la participación cívica responsable, se sancionarán la frivolidad y ofensas de los gobernantes en perjuicio de la ciudadanía, así como la entrega del país a los grupos del crimen organizado. Realidad tan brutal, que en ciertas regiones del país “los otros poderes” ya decidieron quienes serán los candiditos y los futuros ganadores de la contienda electoral… y quien osase contradecir esas reglas no escritas, estaría signando su sentencia muerte y la inminente inmolación de su familia.
Estructura bélica (la del crimen organizado), que el gobierno mexicano podría utilizar para apaciguar las ansias ciudadanas libertad y de votar en contra de la hegemonía de la 4T y la instauración de un régimen pro comunista, que, en nuestro país, en lugar de dictadura civil o militar, degradaría o se confirmaría en “gobierno” del narco. Que ya domina en ciertas zonas, nada más se “legitimaría”. Aprovechando la experiencia política en justificar lo ilegal y la irracionalidad de seguidores.
Aprovechando además que en nuestra nación un gran número de mexicanos carece de capacidad de análisis, otros no tienen acceso a información precisa, mientras que para algunos es más urgente el requerimiento de satisfactores esenciales efímeros. También hay quienes de plano están en las nóminas de los gobiernos de la 4T o son operarios partidistas, lo que es suficiente para no querer darse cuenta que el estado de derecho se encuentra destrozado y el autoritarismo se ejerce al interior del propio Morena, como se ha demostrado con la imposición de candidaturas, incluso a favor de adversarios recientes, que despojaron al partido de AMLO de gobiernos estatales y municipales.
Tan evidente resulta la descomposición del gobierno y sus organizaciones políticas, que una Senadora de la República de Michoacán -por Morena- está proponiendo a la militancia que voten con libertad, por quienes sus principios y opiniones consideren merecen el sufragio popular, sin importar el partido que los postule. Sin embargo, hay quienes niegan la realidad. Mientras otros sufren por las vidas perdidas por la violencia e inseguridad, por la ausencia de atención médica y falta de medicinas. Esa Senadora, es Blanca Piña.
En Michoacán, es tal la desconfianza al interior de Morena, que crece el surgimiento de voces afirmando que el plan de Alfredo Ramírez Bedolla y Carlos Torres Piña es que Morena pierda electoralmente todo en el estado, para que Raúl Morón no sea Senador. Razón por la cual estarían imponiendo a sus amigos del PRD-PAN y PRI, en la mayoría de candidaturas. Escenario que no resulta descabellado, entendiendo la obsesión del ex Secretario de Gobierno por ser gobernador y del gobernador por dejar de sucesor a su aliado. Y, frente a la imposibilidad de que Torres Piña gane -por primera vez- una elección en las urnas, quedando en desventaja ante su principal adversario (Raúl Morón Orozco), el plan del gobierno michoacano sería que también pierda el contrincante. Para estar en igualdad de condiciones.
Sinceramente no encuentro “lado amable” con el que puedan competir los candidataos de la 4T, que no sea la ignorancia, fanatismo y obsesión de sus seguidores, como así los ha descrito el líder máximo del oficialismo, Andrés Manuel López Obrador.
Por ejemplo, en el distrito electoral federal 03, con cabecera en Zitácuaro, podrían difundir la idea de que, siendo presidenta de la república Claudia Sheinbaum y gobernador Alfredo Ramirez, Mary Carmen Bernal podría gestionar con la federación infinidad de recursos para la región; sin embargo, los que leen, aunque sea poco, se podrán dar cuenta que Mary Carmen Bernal lleva seis años como diputada federal, todo el sexenio de AMLO y la mitad del periodo de Ramírez Bedolla, y nada significativo ha realizado en beneficio del distrito, menos del municipio.
Situación semejante es la del alcalde Juan Antonio Ixtláhuac Orihuela, cuya administración municipal se extingue y no obstante su estrecha relación con el gobierno estatal y sus contactos en la administración pública federal, no realizó obra alguna de impacto social, pero sí endeudó de manera significativa al municipio e incumplido con el pago puntual a proveedores. La acción más relevante de su mandato, es la autorización e instalación de la empresa trasnacional de origen chileno: Arauco, en territorio del municipio, que vendría a mitigar la creciente necesidad de fuentes de trabajo, ya que dicha industria generará al menos cuatro mil empleos directos e indirectos, prometieron Alfredo Ramirez Bedolla y Toño Ixtláhuac.
Desconociéndose el beneficio personal que ambos mandatarios recibirán por su obstinación de permitir la operación de una de las industrias más depredadoras del medio ambiente en el planeta, acusada en su país de origen de devastación ecológica, causando incluso desastres en el Santuario de la Naturaleza del Río Cruces en Valdivia, además de ser señalada de devastación social con la evacuación de desechos industriales, así como la emisión de partículas contaminantes.
Así que, por un lado que bueno que se generarán empleos, pero se deben cuantificar los costos a la naturaleza y para prevenirlos tienen que existir estrictos sistemas de control, inspección y vigilancia, pero no por el gobierno, cuyos funcionarios o representantes carecen de confiabilidad (resultan los más voraces infractores de la ley), sino por los zitacuarenses todos, la sociedad civil organizada, fundaciones, ONGs, especialistas independientes y conscientes, que se conduzcan sin fines de lucro.
Recordemos que la materia prima de la industria celulosa en la madera, los bosques y las consecuencias de la manufactura de aglomerados, es la contaminación de manantiales, ríos, presas y emisión de particulas toxicas en el medio ambiente. Me desvié del tema central, pero es por una causa que a todos concierne y vale la pena, se trata de sobrevivir en un ambiente menos contaminado.
¿QUIEN GANÓ EL DEBATE?
Para algunos mexicanos un debate no se gana (no se trata de un partido de futbol). El debate es una confrontación de ideas que ayuda para saber cómo piensan los contendientes políticos, que tan documentados están, y conocer sus habilidades, sobre todo retóricas. Pero esa confrontación de posturas no determina la victoria electoral, aunque si influye en el ánimo del electorado la difusión tendenciosa que realizan las empresas encuestadoras de supuestos sondeos de opinión.
Industria, que cada vez se degrada más, al pasar de la recolección de datos para obtener información a instrumentos de mercadotecnia electoral.
Bueno, pues para las empresas encuestadoras el debate lo ganó Claudia, por razones obvias: “Quien paga manda”. Para algunos analistas que toman en cuenta elementos superficiales, como la actitud sonriente, serena, bien maquillada, cuidadosa de sus ademanes, y “no caer en provocaciones”, también ganó Claudia.
Para quienes analizan con profundidad el contenido de las interrogantes, observaciones y señalamientos, algunos sin respuesta a pesar de ser esenciales en un país que se supone democrático, de leyes e instituciones, pero donde quedan sin respuesta la denuncias por negligencia criminal; donde el gobierno sabe más del patrimonio de los contribuyentes (cuánto ganan y que gastan), pero estos no pueden conocer en que gasta el gobierno el dinero de los impuestos. Para los que van más allá de la apariencia, ganó Xóchitl. Aunque reflejaba nerviosismo, inseguridad y angustia.
En lo personal, Máynes se vio mejor y para mí fue el ganador, pues no tenía nada que perder, y todo para ganar; por estar en el sótano de las preferencias, para él esa tribuna era la oportunidad de catapultarse y lo aprovechó. Además, no ha ocupado cargo donde administre presupuesto, luego entonces no había, no hay o no se conocen negativos que pueden atribuirle, como a las damas, y eso le daba la confianza para arremeter sin temor y sentirse dueño de la situación. Pero electoralmente no le alcanzará para mucho, tal vez medio punto porcentual. Pero las empresas encuestadoras y medios masivos de difusión lo ubicaron como el gran perdedor, demasiado lejos de las dos candidatas.