J. Salatiel Arroyo
El 2022 fue un año trágico para millones de mexicanos, sobre todo para aquellos que la violencia, la
inseguridad, la pandemia u otra enfermedad, le arrebató a algún ser amado, les menguó sus
bienes, los dejó sin patrimonio o fueron desterrados de sus lugares de origen. Durante el año que
recién concluyó, 15 periodistas fueron asesinados (Zitácuaro también aportó su cuota de sangre) y
la inmensa mayoría de esos crímenes siguen en absoluta impunidad. No obstante, continúan las
campañas de odio y linchamiento contra la prensa, aguijoneadas desde las más altas esferas del
poder político y reproducidas en las bases militantes de estados y municipios.
Por ejemplo, en el transcurso de la semana se difundió, en páginas electrónicas de Zitácuaro, un
documento afirmando, que “La peor delincuencia no es el de las calles, es la prensa que te roba la
verdad y te intoxica de mentiras, cobra por lo que miente y cobra cuando oculta la verdad”.
Aun cuando la “verdad” socio – política es relativa y cada quién la interpreta a su manera o
conveniencia, la prensa solo aporta información y elementos de juicio, no impone criterios, ni
obliga a darle seguimiento a los datos aportados. Si alguien no está satisfecho con el trabajo de
determinado medio de comunicación, puede cambiar la fuente de consulta por otra con la que se
identifique o coincida.
Pero, en lo personal, no concibo a los periodistas administrando el dinero público, ni emitiendo
leyes y decretos que obliguen a los demás a someterse a determinadas prácticas, realizar ciertas
acciones u omisiones. Menos recaudando impuestos con la promesa de administrarlos con
honestidad, transparencia y eficiencia y en lugar de ello distraerlos en beneficio propio y de sus
familias.
Sin embargo, se está volviendo costumbre tratar de expiar culpas señalando o sacrificando a otros,
y hay ignorantes que lo creen o les conviene simular que así es. En lugar de aceptar que la lucha
del gobierno federal en contra de “las causas que generan violencia” no ha resultado efectiva o ha
fracasado y sólo ha servido para que los grupos generadores de la misma se fortalezcan con la
omisión de la aplicación de la ley, bajo el pretexto de “tratarse de seres humanos que tienen
derechos y que delinquen obligados por las circunstancias generadas por gobiernos del pasado,
que en un sexenio es imposible combatir y exterminar tantos vicios heredados”. A pesar de que se
prometió que se haría y los delincuentes cambiarían sus armas por tractores, desde el primer día
de gobierno.
Lo cierto, es que esos grupos cada día son más fuertes, pues sus ilimitados recursos financieros y
delictivos no se tocan. Al contrario, sus métodos de enriquecimiento se han diversificado,
resultando más eficientes en la recaudación de impuestos que el mismo SAT. Lo que los
convertirá, en el corto plazo, en entes con más fuerza económica que el propio gobierno, poderío
que les dotará de mayor capacidad de fuego, cooptación y sometimiento. Y entonces sí, el
gobierno será incapaz de combatirlos (aunque quiera), pasando de ser aliado o lo mismo, a
subordinado.
Si el 2022 fue trágico, 2023 anuncia ser peor. Así se ha percibido durante los primeros días del año
nuevo, con las masacres en Ciudad Juárez -el primer día de enero- dónde murieron 17 personas, la
mayoría custodios y policías ministeriales, durante la fuga de 30 delincuentes.
Michoacán, en las cifras de terror no se ha quedado al margen y, además del incremento de
homicidios dolosos en la región de Zamora, Morelia y Uruapan, el 3 de enero una granada de
fragmentación fue arrojada a un edificio público, que afortunadamente no funcionó. Mientras el 4
de enero seis cuerpos fueron localizados en fosas clandestinas en Zitácuaro, en el lugar conocido
como Loma Larga, y aumenta la cifra de desaparecidos…. pero estas tragedias pronto se superarán
o se olvidarán, pues ya se prepara la entrega del apoyo a los adultos mayores, con buen
incremento.
Tan putrefacta se encuentra la clase política del país, que la propia procuración y administración
de justicia están contaminadas. Para corroborar mi dicho, basta con revisar el caso de la
pretendida imposición de Yazmín Esquivel como presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, a pesar de tratarse de una profesionista carente de valores éticos, que plagió su tesis de
licenciatura y cuando fue descubierta abusó del poder (propio y de su cónyuge) para cubrir su
falta, negando los hechos y posteriormente culpando a otras personas.
Incluso trató de criminalizar a la víctima del plagio, asumiéndose a sí misma como plagiada y no
plagiaria, arremetiendo contra un ciudadano indefenso ante el poderío que ella y su pareja
ostentan, al tratarse de una amiga personal de la jefa de gobierno de la CDMX y ser esposa de José
María Riobóo, amigo cercano de AMLO y constructor favorito del presidente de México, cuyas
empresas edificaron los segundos pisos del periférico de la CDMX y convenció a López Obrador de
abandonar la obra del aeropuerto de Texcoco, para construir en Santa Lucia.
Afortunadamente la propuesta presidencial a favor de Yazmín Esquivel no prosperó y el
mandatario nacional acusó y condenó a los “conservadores” que la descubrieron. En lugar de
sancionar a la corrupta funcionaria del poder judicial. Algo parecido a los excesos del titular de la
Fiscalía General de la República, que envió y mantuvo en prisión a una anciana, aprovechando
también su poderío como “procurador” de justicia de la nación.
Otra muestra de la descomposición del gobierno, se suscitó ayer jueves, días antes de la visita de
Joe Biden a México, el gobierno federal aprehendió a Ovidio Guzmán López, obligando al cartel de
Sinaloa a demostrar su poderío bélico, su potente respuesta y capacidad de fuego, que diversos
gobiernos federales, incluido el presente, le han permitido acrecentar, al grado de enfrentar y
resistir durante horas las embestidas de las fuerzas armadas, aun cuando fueron tomados por
sorpresa.
DE TODOS MODOS, MORENA TIENE HARTA VENTAJA
Aun así, Morena conserva ventaja en el trayecto a la presidencia de México en 2024, con una
oposición fragmentada, “liderazgos” sometidos al poder presidencial: Alejandro Moreno Cárdenas,
mandamás priista, totalmente subordinado a los caprichos del mandatario nacional; Dante
Delgado, de Movimiento Ciudadano (MC), haciéndola de Patiño, “personaje secundario en la
comedia que hace sobresalir al cómico principal”. Así, el dueño de MC simula ser contrario al
régimen, pero su tarea es la dispersión de las fuerzas opositoras que pongan en peligro la
permanencia de la 4T. Mientras el PAN se encuentra menguado y el PRD a las puertas del
exterminio.
Pero no nada más los políticos y gobernantes están mal y actúan de manera contradictoria,
también los ciudadanos estamos confundidos, le creemos al malvado y mentiroso e insultamos a
quien intenta movernos la conciencia. No nada más a nivel nacional se difunden disparates que
creemos son aciertos de gobierno, también en el estado y municipio.
Poe ejemplo, la empresa consultora Mitofsky hace unos días difundió una encuesta, de acuerdo a
la cual la mayoría de los michoacanos consultados consideran que Juan Antonio Ixtláhuac,
presidente municipal de Zitácuaro, es el mejor alcalde de Michoacán o el mejor evaluado en dicho
cargo, superando ya al munícipe de Morelia, Alfonso Martínez Alcázar, quien ocuparía el segundo
sitio (insisto, de acuerdo a la empresa consultora más seria del país) y en tercer lugar el presidente
municipal de Zamora. Los tres supuestamente independientes, pero que ganaron la elección
gracias al PRD- PRI y PAN, el primero; PRD y PAN, el segundo y PAN el tercero.
Lo extraño de los mejores presidentes de Michoacán, es que uno de ellos gobierna Morelia,
considerada una de las capitales más inseguras y violentas del país; el otro, es presidente del
municipio campeón en homicidios dolosos, no del país, sino del planeta: Zamora, Michoacán,
donde todos los días son ejecutados en promedio cinco seres humanos.
En tanto, el gobernante mejor evaluado, es el mandatario de nuestro municipio: Zitácuaro. Donde
se ha permitido que los funcionarios hagan un desastre con las finanzas públicas, retrasando pagos
a trabajadores, proveedores y endeudando al municipio, generando desorden administrativo y
posible desaseo financiero.
A mediados del mes de diciembre, 15 patrullas de la policía municipal de Zitácuaro fueron
inhabilitadas en su funcionamiento o “paradas” obligatoriamente, vía satélite, por una empresa
arrendadora de automóviles. Al indagar al respecto, se lograron obtener indicios que establecen
que dicho arrendamiento es por la cantidad de 60 mil pesos mensuales por unidad, lo que
significaría una erogación de 900 mil pesos. Cantidad suficiente para comprar una camioneta cada
mes, logrando que, en año y medio -a la mitad del periodo de gobierno- las unidades fueran
propias y sin deudas.
Pero nadie dice nada, ni líderes partidistas, ni representantes populares: regidores, diputadas…
más bien están concentrados en la campaña próxima y ocupados en brincar a otro cargo,
simulando que ignoran las tragedias que azotan a las respectivas jurisdicciones y sectores que
representan. Pero eso sí, los malos son los periodistas. En tanto, para el gobierno, los que
extorsionan, secuestran y asesinan, son personas “que se portan bien” cuando apoyan en las
elecciones y “seres humanos que merecen respeto”.