Boris González Ceja
“Mi hermana ha desarrollado agorafobia desde la pandemia”, dice una paciente sobre su hermana adolescente de 16 años. La agorafobia es el miedo a los lugares y las situaciones que pueden ocasionar pánico, impotencia o vergüenza.
La pandemia de COVID-19, conocida también como pandemia de coronavirus, que inicio como estado de emergencia el 30 de enero de 2020, con una duración de cerca de 4 años, ha dejado secuelas en la vida de las personas, notoriamente de las y los niños, que es importante notar para su atención.
Según UNICEF, el lenguaje y las habilidades socioemocionales florecen hasta los dos años de edad, pero las y los niños más pequeños se vieron afectados por periodos prolongados de aislamiento, que en algunos casos fueron tortuosos, violentos y dañinos.
Con una suma de más de 7 millones de personas fallecidas, el duelo de los niños requiere entenderse y atenderse, sobre todo porque los adultos pasan momentos de mucho dolor y olvidan que las y los niños también sufren y extrañan a sus seres queridos y conocidos.
La educación fue una de las áreas que tuvieron afectación en la vida de las y los niños, con procesos educativos insuperables como los que se requieren en la convivencia cotidiana, la importancia de estar allí de manera física y aprender con el cuerpo y el movimiento sobre normas y procesos sociales.
Muchos niños tienen problemas en la escritura, derivado de la deficiente atención práctica y personalizada de sus maestros, tanto en escuelas públicas como privadas, algo que requiere reforzarse en casa para avanzar con el pensamiento y la inteligencia que se necesita cuando se escribe.
En el caso de las y los niños los juegos fueron afectados por la pandemia, debido a que no podían socializar y tuvieron que adaptarse, con el saldo negativo del sedentarismo por el uso de celulares, lo que acentúa las enfermedades crónicas como el sobrepeso y la obesidad.
La pandemia en salud mental fue un duro golpe que tuvo, como muchas enfermedades en psicología, una ganancia secundaria: las personas aprendieron la importancia de la salud mental y la psicología, con una dura enseñanza, pero al final un aprendizaje que se mantiene vigente.
En el caso de las niñas, niños y adolescentes, consideran que el gobierno no se ha puesto a escuchar sus necesidades particulares, algo que se invisibiliza desde las casas, donde no se escucha a esta población, porque se les considera que no tienen que opinar…
De acuerdo a la agencia de la ONU para la niñez y la adolescencia, es necesario que niñas, niños y adolescentes tengan oportunidades de participar en relaciones y actividades significativas para su desarrollo, incluso en momentos de crisis, estableciendo el principio del interés superior del niño, niña o adolescente como prioridad en las estrategias de planes de crisis. Algo que en México no acontece.
Según el Estado Mundial de la Infancia 2021, el análisis más completo realizado por UNICEF sobre la salud mental de los niños, los adolescentes y los cuidadores en el siglo XXI, incluso antes de la COVID-19 los niños y los jóvenes ya sufrían problemas de salud mental sin que se hicieran las inversiones necesarias para solucionarlos.
Por lo anterior se requiere invertir urgentemente en la salud mental de los niños y adolescentes con programas específicos, públicos y privadas, como el que desarrollamos con mucho cariño para esta población en www.psicologiaydesarrollocomunitario.com
Se requiere integrar y ampliar las intervenciones basadas en pruebas en los sectores de la salud, la educación y la protección social, con cuidados de los cuidadores, para promover políticas de crianza positivas.
Aún queda el estigma de la salud mental, por lo que es necesario romper el silencio que rodea a las enfermedades mentales.
Causas y azares…
- Cuando un presidente municipal se va a China a hacer un hermanamiento con ciudades de aquel país, no sean malpensados, de todos modos, las inundaciones, la inseguridad y los baches pueden esperar con calma; los programas de salud mental están hechos a su medida, hasta la gubernatura.
- La continuidad de los mismos personajes en la política no habla de varias cosas, además de su magnificencia: hay una corrupción endémica, o hay mucha ineptitud en la población para gobernarse, o la ignorancia es abismal.
- Los presupuestos anexos son un mal augurio de las cosas que se nos vienen para atender los grandes problemas nacionales: los abusos de la militarización y los políticos de siempre, que simulan ser otros cada vez, son una lacra que se tiene que erradicar para las próximas generaciones.
Hasta la próxima, que la existencia humana es riesgo y al mismo tiempo aceptación del riesgo.
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