Yurécuaro, Michoacán, a 24 de abril de 2021.- Poco a poco va subiendo de tono el discurso de Carlos Herrera, el candidato de la lianza PRI-PAN.PRD al gobierno de Michoacán y se va contra lo que llama la burocracia dorada, que han vivido por 40 años de jalarle la ubre a los recursos públicos: Cristóbal Arias, Juan Antonio Magaña de la Mora y Raúl Morón Orozco.
Los michoacanos entienden quiénes son los aludidos: el senador con licencia que ha sido priista, perredista, morenista y ahora va en Fuerza por México; el juzgador con licencia que está descubriendo las nuevas realidades del estado; el profesor que aún no consigue la candidatura por desdeñar la ley.
Todos ellos son vividores del erario, dice.
En la campaña de contrastes, Carlos Herrera resalta su propuesta como ejemplo claro de experiencia y de cómo sí hacer las cosas, cómo sí resolver necesidades de la gente y como sí impulsar el desarrollo.
“Nosotros sí sabemos trabajar, no como los que llevan 40 años viviendo de la ubre del gobierno, nomás jalándole y sacándole, pero estoy seguro de que los pueblos michoacanos ya despertaron, ya se dieron cuenta”, dice.
“Se fijan cómo Morena les quitó recursos para medicamentos, para el campo, para los pueblos mágicos, para la seguridad y educación. Esos diputados tienen nombre y apellido y estoy seguro de que el pueblo les cobrará factura el 6 de junio”, exhibe y despierta conciencias en esta ruta de proselitismo rumbo a la gubernatura de Michoacán.
Arropado por militancia de los partidos que lo acompañan en la candidatura común, llega Carlos Herrera Tello a Yurécuaro. Porras, algarabía, banderas multicolores y jingles a modo de cumbia de las y los candidatos locales, encienden el encuentro.
Carlos Herrera habla de su formación: aprender del comercio desde niño, de sus abuelas, Elo y Tere, pilares en su formación como comerciante y empresario, allá en el Barrio de la Estación en Zitácuaro, que le dio oportunidad ser en dos ocasiones consecutivas su presidente municipal.
“Yo sé cómo ganarme la vida en la calle, comerciar, arrimar algo a la casa, pagar la luz, la leche, la renta. Todas esas me las sé y las he caminado”, relata en ese mitin regido por las medidas sanitarias acostumbradas.