Durante mucho tiempo, la capital de Querétaro, estaba lejos de la violencia extrema y se creía blindada de acontecimientos brutalmente violentos, tal como el que sucedió en el bar “Los Cantaritos”.
La delincuencia organizada, se veía solo en los municipios y capitales de otros estados, hasta hace una semana, era tan lejano cualquier ataque con armas largas en establecimientos públicos y era difícil pensar que los ajustes de cuentas se presentarían en la capital del estado, este comportamiento sucedía en las capitales de los estados con mayor presencia del crimen organizado “Sinaloa” por ejemplo, o en los municipios más alejados de la capital, donde era más tardado contar con la presencia de las fuerzas del orden.
Hemos escuchado la versión de que puede ser un ajuste de cuentas, puede ser un error, pero la realidad es que, fue una ejecución con armas largas en plena capital del estado Querétaro.
Hace unos días fue Querétaro, después Cuautitlán Izcalli y Guerrero, pero antes estuvieron Culiacán, Uruapan, Zacatecas, SLP, CDMX y muchos otros municipios a lo largo y ancho del país.
¿Qué necesita pasar para darnos cuenta que estamos perdiendo terreno frente a grupos que tienen más organización o mayor decisión para tomar el control del territorio?
Ahora mas que nunca, es muy claro que los vacíos se llenan y estos, de poder, ya sea por ineficiencia o complicidad, se han llenado por grupos, que como la humedad se expanden sin que se den cuenta, ni puedan o quieran contenerlos.
La estrategia de seguridad debe atender las causas, pero eso dará fruto a largo plazo, se debe fortalecer la guardia nacional ya que es la fuerza del orden mas grande y capacitada que tenemos, pero se debe fortalecer también, la policía municipal ya que es el primer respondiente y el mas cercano a la sociedad.
En este momento, no conozco un municipio de los 2446 que tiene la Republica Mexicana, que cuente con 1.8 policías, capacitados y certificados por cada 100,000 habitantes, tal como recomienda la ONU, para poder implementar de manera eficiente estrategias mínimas de seguridad.
Lo anterior podría explicar, gran parte de la situación de inseguridad en la que vivimos y también podría explicar, por qué la estrategia de seguridad anterior, se enfocó en fortalecer a la guardia nacional y no a la municipal, porque de esta manera la nacional será necesaria y no se cuestionaría su no regreso a los cuarteles.
Es muy pronto para culpar al actual gobierno, pero no es pronto para exigir resultados.
POSDATA:
“… A 39 días del actual gobierno, ya se ha decomisado el 10% de toneladas de cocaína de lo que se decomisó en el sexenio completo de AMLO, ¿serán más eficientes, dejaron de abrazar o es el polvorín de Sinaloa? …”
¡Es tiempo de los ciudadanos! …. pacíficos!!!
Abelardo Pérez Estrada
Empresario, Analista, Expresidente CANACINTRA