Transformando/Un ojo al gato y otro al garabato

Comparte la noticia:

Abelardo Pérez Estrada

Un gran ejemplo de la globalización, es lo que hemos visto los últimos días, desde que el presidente ruso Vladimir Putin, decidió reconocer a las provincias ucranianas de Donetsk y Luhansk, como independientes, con argumentos tan básicos como “hablan principalmente ruso los pobladores de esa región”, ponen en vilo el equilibrio internacional.

Esto fue una escalada en el conflicto que inició desde 2014 en esa región cuando Rusia anexó a Crimea, meses después se firmó el acuerdo de Mink, el cual establecía que habría un alto al fuego en la zona este de Ucrania.

¿Que detonó el conflicto? Desde hace 8 años, una de las grandes preocupaciones rusas, era que Ucrania se adhiriera a la OTAN, con lo cual el bloque de occidente, tendría, como con cualquier otro país del grupo, el derecho de enviar tropas a ese territorio, con un argumento tan vago, como entrenar al ejército ucraniano, o simplemente para proteger a los miembros de la OTAN.

La verdadera amenaza que ve el presidente ruso es que en cuanto se adhiera Ucrania a la OTAN, sería inminente tener en su frontera, fuerza militar incluyendo por supuesto la de Estados Unidos.

Lo anterior, recuerda que esta amenaza ya la vivió la humanidad, pero a la inversa, cuando un grupo de 1500 “rebeldes” cubanos entrenados y financiados por la CIA, invadió bahía de cochinos en cuba, a inicio de los años 60s, con la promesa de que los aviones americanos, neutralizaran a la aviación cubana, lo cual no sucedió, ya que el presidente JFK, de último momento decidió no hacerlo ante la amenaza de un ataque de la armada rusa que ya se encontraba cerca de la isla.

¿Cómo terminó el conflicto que algunos califican como fracaso ?, la captura de los rebeldes, junto con una gran cantidad de armamento, pero el retiro de las fuerzas rusas y el acuerdo de que no pondrían base en cuba ya que estaría muy cerca de la unión americana.

Sin embargo, 60 años después, en esta incipiente guerra sin precedentes, nos encontramos con algunas variantes a considerar.

1. El poder bélico de las naciones es infinitamente superior.

2. La importancia de Ucrania en el aprovisionamiento de energéticos al mundo, pero principalmente a la Unión Europea, provocará una escalada de precios en gas y petróleo, que traerá inestabilidad en las monedas, donde los gobiernos se verán forzados a incrementar su tasa de referencia lo cual generará presión inflacionaria.

3. El intercambio y pago de divisas en el mundo está controlado por el SWIFT, en el cual Rusia ya está siendo bloqueado, generando un problema económico en ese país.

Este conflicto, va más allá de la ambición de un presidente de ampliar su territorio, o de las locuras de un dictador de bigote corto, pero tampoco viene de una necesidad del pueblo ucraniano, el cual no fue tomado en cuenta para iniciarlo.

Hasta el momento sólo las fuerzas ucranianas repelen el embate ruso, con la similitud de que aún no hay soldados internacionales involucrados en el conflicto (igual que en bahía de cochinos).

¿Qué viene?, si existe la prudencia, ambos bandos, presionarán hasta que Ucrania acuerde no sumarse a la OTAN, y acepte la independencia de esas 2 provincias “rebeldes” y su inminente regreso a Rusia (provincias por cierto con altas reservas de combustible y minerales).

Si no hay prudencia, nos queda rezar, para que estos presidentes que aún no entienden, que son contratados como administradores de la riqueza de los pobladores y no quieran decidir sobre el destino de la humanidad.

En el inter, se desenmascararán los países, para demostrar de qué lado están, por lo pronto, el nuestro ya dijo que no se sumará a las sanciones económicas propuestas e impuestas contra Rusia, una postura, que seguramente pagaremos.

Como decía mi abuela, hay que poner un “ojo al gato y otro al garabato”, no perder de vista el conflicto en Ucrania, pero no quitar el ojo de lo que sucede en México.

Ya que aquí, sube lo que tiene que bajar y baja lo que tiene que subir, es decir, sube la delincuencia, los precios, la inflación, los éxodos, corrupción, feminicidios, ataque a medios de comunicación, impunidad, pobreza, la gasolina y un largo etcétera y baja el nivel adquisitivo, la transparencia, inversión, la certeza internacional, el empleo y otro largo etcétera.

Pero aquí hay otros datos.

Insisto, ¡Es tiempo de los ciudadanos !!!, pero de los que queremos Paz !!!

Abelardo Pérez Estrada

@abeperez

Empresario, analista político, Expresidente CANACINTRA