Lázaro Cárdenas, Michoacán a 9 de febrero de 2021.- En la Tenencia de La Mira, ubicada en el municipio de Lázaro Cárdenas, Michoacán, existe un espacio que además de brindar atención y educación a niñas y niños que más lo necesitan, forma parte importante del legado que dejó a los michoacanos el General Lázaro Cárdenas del Rio.
Se trata de lo que fue la casa y despacho de este importante personaje histórico antes de donarla para destino educativo y convertirla en el Albergue Escolar Rural “Lázaro Cárdenas”, en el que la Secretaría de Educación en el Estado (SEE), ofrece atención educativa a niñas y niños de comunidades marginadas.
En este lugar, que fue visitado por el secretario de educación, Héctor Ayala Morales durante el 2020 para identificar las necesidades de las y los estudiantes, se descubrió que, por el paso del tiempo el espacio había sufrido un deterioro significativo que hizo necesario el rescate, no sólo de la institución educativa, sino de su historia.
El año pasado, con las niñas y niños resguardados en sus casas por la pandemia, se hizo entrega al albergue de literas, colchones, impermeabilizante, pintura, utensilios de cocina, refrigerador, mobiliario, equipo de cómputo y materiales didácticos.
A propósito del 50 Aniversario Luctuoso del General Lázaro Cárdenas del Río, se dio inicio a la remodelación del albergue y a la restauración de su despacho como un referente cultural y un patrimonio histórico para los pobladores de La Mira.
Desde que el General Cárdenas fue Gobernador de Michoacán, en sus funciones como Presidente de la República y, después de su gestión, en los trabajos que encabezó para impulsar el desarrollo económico de la región y la consolidación del Puerto que hoy lleva su nombre, el General conservó como casa de descanso y punto de operaciones el inmueble que hoy ocupa el albergue. Allí instaló una modesta oficina en la que, con gesto amable y generoso, atendía y daba audiencia a los ejidatarios, pescadores y campesinos que querían dialogar con Tata Lázaro.
El paso del tiempo hizo que ese espacio fuera cayendo en el desuso y el olvido, siendo en algún momento relegado a una especie de bodega y sanitario. Hoy, el despacho del General podrá ser conocido en condiciones muy parecidas a aquellas en las que recibía audiencia. Se agregaron a éste un busto y una pintura en su honor, a manera de homenaje.
«Cuando los alumnos regresen a las aulas, después de levantar las banderas por la pandemia, encontrarán todos sus espacios rehabilitados para recibir mejores servicios educativos y conocerán el que fuera despacho del General, como él lo tenía y abierto al público para vivir un pedacito de nuestra historia», dijo Héctor Ayala, al referirse al trabajo en el albergue.