Morelia, Mich., a 7 de noviembre de 2023.- Con la aprobación de la iniciativa del parto humanizado en Michoacán, se buscará garantizar que todas las mujeres de la entidad que se encuentren en labor de parto puedan ser atendidas en hospitales privados o públicos de manera prioritaria y en condiciones óptimas, con ello, erradicar cualquier situación de violencia que puedan tener durante el alumbramiento.
La propuesta fue realizada por el coordinador parlamentario del Partido del Trabajo, Reyes Galindo Pedraza, en la que se contempla una reforma segundo párrafo y se adicionan los párrafos tercero y cuarto al artículo 17 A de la Ley de Salud del Estado de Michoacán de Ocampo.
“Hablar sobre parto humanizado es hacer referencia al respeto a los derechos de las madres, las y los niños en el momento del nacimiento, promoviendo el respeto a las particularidades de cada familia, de tal forma que exista un acompañamiento óptimo, con la finalidad de que estas puedan tomar decisiones seguras e informadas”, señaló el legislador del PT.
Explicó que esta reforma contempla la generación de un espacio familiar donde la madre y la persona recién nacida sean los protagonistas, y donde el nacimiento se desarrolle de la manera más natural posible.
“Desde el inicio de la presente LXXV Legislatura del H. Congreso del Estado de Michoacán, el Grupo Parlamentario del Partido del Trabajo se ha puesto del lado las causas, las luchas y el reconocimiento de los derechos de las mujeres, asumiendo el compromiso de legislar de manera integral para lograr el bienestar de todas ellas”, acotó.
Destacó además que es responsabilidad de este poder legislativo impulsar el respeto y reconocimiento de los derechos reproductivos de las mujeres michoacanas, tomando siempre como punto de partida la perspectiva de género, los derechos humanos, y garantizando con ello la protección de la mujer durante todo el embarazo, el parto o puerperio, y de igual forma, los derechos del recién nacido.
Por último, Reyes Galindo mencionó que con esta ley se contempla que en todo establecimiento se deben aplicar las normas y procedimientos para la atención del parto respetado y favorecer la seguridad emocional de la mujer, así como su bienestar durante todo el proceso, principalmente propiciar la conducción no medicalizada del trabajo de parto y el parto fisiológico, siempre que no exista contraindicación médica u obstétrica. Lo anterior, para reducir el índice de cesáreas, morbimortalidad y el riesgo de complicaciones a largo plazo.