Christian Gutiérrez Alonso
El gobierno de Michoacán hace buenos negocios con la publicidad, mega pantallas y espectaculares, pero se les acaba de cebar uno muy jugoso.
El gobernador Alfredo Ramírez Bedolla pretendía entregarle otro gran negocio a uno de sus amigos inversionistas y exjefe durante el gobierno de Lázaro Cárdenas Batel, pero no contaba con que la presión de los medios de comunicación lo harían frenar su intentona.
¿De qué se trataba el negocio? De instalar dos mega-espectaculares al interior del zoológico de Morelia, que es administrado precisamente, por el gobierno de Ramírez Bedolla.
Es curioso, hace unas semanas, el gobernador escandalizaba diciendo que el exalcalde de la capital, Alfonso Martínez, pretendía “privatizar” el zoológico y resultó que era al revés con estos pretendidos negocios de espectaculares entregados a uno de los empresarios favoritos del régimen bedollista que se dedica, entre otras cosas, a las mega-pantallas como la que se encuentra en el Centro de Convenciones de Morelia.
En palabras simples: el gobierno estatal se quiso pasar las leyes por el arco del triunfo para hacer negocios; ¿por qué? Lo explico de manera muy sencilla. En el permiso que se debe solicitar a la secretaría de urbanismo y movilidad del Ayuntamiento de Morelia se establece que se debe contar con:
a) Dictámenes estructurales de los espectaculares.
b) Deben tener una póliza de seguro (imagine si colapsa una estructura).
c) Debe haber un director responsable de obra de construcción.
d) Debe haber un plano arquitectónico o viable.
Es decir, se deben cuidar temas de riesgo y temas de imagen urbana.
¿Sabe usted cuántos requisitos cumplió el gobierno de Bedolla para poner estos mega-espectaculares? Ninguno. Y no solo eso, cuando trabajadores del Ayuntamiento de Morelia estaban queriendo poner el segundo sello de clausura, llegó la policía estatal (la Guardia Civil) a impedir el acto administrativo de clausura. Con armas largas, amedrentaron a los trabajadores que solo hacían su trabajo.
Más bien deberían usar así a la Guardia Civil para apagar los municipios michoacanos incendiados a causa de la inseguridad y no para impedir que se pongan sellos de clausura al violar leyes.
Por eso es que el Gobernador es un abogado “balín”. Estudió y se tituló de licenciado en derecho pero, o desconoce de leyes o de plano no le importa cumplirlas.
Usted piense si merecemos gobernantes así.
*El autor es consultor y capacitador, tiene estudios de doctorado en Política, de maestría en Comunicación, de maestría en Neuromarketing, de maestría en Ciencia Política y de licenciatura en Derecho.