Formalmente el proceso electoral, que culminará con la jornada comicial el 2 de junio del 2024,
inició el pasado jueves. Pero a todos nos consta que gracias a la voluntad presidencial el proselitismo
político de las “corcholatas” arrancó hace más de un año, cuando todos ellos (y ella) se
desempeñaban como funcionarios púbicos. Lo que no fue impedimento para que distrajeran
recursos de las arcas públicas y destinarlo en provecho personal de promoción.
Antes de continuar, es mi propósito aclarar que la inmensa mayoría de políticos, gobernantes y
funcionarios públicos son unos parásitos, seres que nada producen y difícilmente podrían
mantenerse fuera de la política y del sistema que han creado para pisotear, vilipendiar y saquear a
quiénes deberían servir con honestidad y eficacia. En resumen, aunque afirmen y juren lo contrario, su objetivo es mentir, robar y traicionar.
Por eso, la población debe estar atenta en la observación de los vicios y anomalías, para
documentar y reflexionar el sufragio al momento de emitirlo. Porque el voto, todavía sigue siendo
el único instrumento legal y pacifico para alcanzar la verdadera transformación que el país con
urgencia requiere.
Lo cierto, es que México, por primera vez en la historia, será gobernado por una mujer. Surgida de
un proceso que se pronostica beligerante y, por lo que se ha mostrado al día de hoy, sumamente
riesgoso para la democracia, la república libre e independiente, la estabilidad del estado mexicano
y la de por sí ya destrozada paz de sus habitantes.
También es verdad que, en la clientela electoral de los programas sociales del gobierno federal,
Morena tiene una estructura electoral cercana a los 30 millones de votos cautivos, que le permite
una amplia ventaja frente a sus opositores. Pero dicha superioridad podría verse disminuida,
particularmente por el fenómeno de la inseguridad y violencia que azota a todos los estratos
sociales, particularmente al aliado del partido en el poder, el integrado por el pueblo bueno y
sabio, que no tiene para contratar costosos cuerpos de seguridad privada o guaruras para que
cuiden a sus hijos.
La fortaleza y expansión de los grupos delictivos, ante la complacencia gubernamental, tampoco
distingue, ni respeta filiaciones partidistas (aunque en tiempos electorales hacen creer que sí, que
apoyan al partido de estado), cuando realmente imponen gobernantes a su servicio. Y al momento
de extorsionar, de arrebatar el producto del esfuerzo de los sectores productivos, agarran parejo:
priistas, panistas, perredistas, petistas y morenistas.
A los candidatos de Morena también podría afectarles los escándalos de corrupción y excesos
cometidos por quiénes prometieron combatirían esas prácticas, e insisten en afirmar que ya no
existen. Siendo el más reciente suceso de extravagancia de los personajes en el poder, el
escenificado por uno de los hijos del presidente López Obrador, quien festejó a la hija de su esposa
con una fastuosa festividad de 15 años, que difícilmente el fifi más acaudalado podría realizar…
sobre todo, en el lugar donde se celebró: en Culiacán, Sinaloa, el imperio del narco.
Así mismo, podría pesarle a Morena – en la jornada electoral- la evidente impericia de sus
funcionarios, como la cometida en el transcurso de la semana por la Secretaria de Protección y
Auxilio Ciudadano del estado de Morelos, quien afirmó que una de las causas de los asaltos en
dicha entidad, es porque los ciudadanos reportan los robos después de que estos se llevan a cabo.
Es decir, las victimas deben adivinar cuando sucederán y así poder denunciar antes de que los
asalten. De ninguna manera se trató de un error o confusión de la funcionaria manifestar dicho
disparate, porque lo reiteró literalmente.
Esa corrupción, complacencia con delincuentes, generan impunidad y la no aplicación de la ley
reproducen conductas antisociales, como la de los policías de la Guardia Civil de la SSP de
Michoacán, que en Morelia fueron grabados asaltando, golpeando e intentando asesinar a un
joven. Además, sucesos como el de Zamora (la segunda ciudad más insegura del planeta), donde,
en el transcurso de la semana, un joven estudiante – de aspecto humilde- fue asaltado por
criminales. los que al no encontrar nada de valor entre sus pertenencias lo agarraron a cachazos
con sus armas. Ahuyentará simpatías que, quiénes se encuentran en el poder, necesitan para
permanecer en él.
A Morena podría perjudicarle, además, los abusos durante el proceso interno, denunciados por
Marcelo Ebrard, quién no exageró; al contario, se quedó corto en los señalamientos. Pero eso a
nadie sorprende, como sociedad nos hemos acostumbrado a la ilegalidad e irregularidades,
mientras que, para los seguidores de la 4T, el fin justifica los medios. Además, en Morena todo lo
malo se purifica.
Tampoco extrañan las traiciones en política, es algo normal. Y Marcelo varias veces ha sido objeto
de ingratitudes y deslealtades de sus amigos, aliados, colaboradores y subordinados, el mismo
presidente de México fue favorecido en dos ocasiones por la “disciplina institucional” de Ebrard
Casaubón, igual que el hoy Senador perredista Miguel Ángel Mancera, a quien Marcelo convirtió
en Procurador General de Justicia y jefe de gobierno, y el propio dirigente nacional de Morena,
Mario Delgado, es hechura de Marcelo. Sin embargo, ahora la victima de traición podría ser
tachado de traidor y hasta convertirse en perseguido del estado, de ser real la fractura con
Morena, y no parte de un pacto electorero.
Desde siempre se supo que Marcelo no era el favorito de quien decide, del gran y único elector.
Animadversión que se incrementó cuando Ebrard denunció irregularidades en el “proceso
electivo” interno, impugnando el acarreo, uso de recursos públicos, utilización de la Secretaría del
Bienestar, entre otras anomías que, al cuestionarlas, lo alejaban de la posibilidad de ser el
nominado. Pues su “rebeldía” a las arbitrariedades, que le afectaban directamente, lo ubicaban
ante los ojos del que manda como un político con cierta independencia. Lo que el presidente no
tolera. Pues él simpatiza con la subordinación total, con los incondicionales.
Aunque el resultado de las encuestas y las precampañas para nombrar Coordinadora de los
Comités de Defensa de la Cuarta Transformación (que no es otra cosa que simular la designación
de candidata de Morena a la presidencia de la república), pudiese ser jurídicamente impugnada y
judicializarse, aprovechando Marcelo Ebrard la supuesta independencia del Poder Judicial de la
Federación, respecto al Poder Ejecutivo (que pretende concentrar en su persona los otros dos
poderes de la Unión), resultaría difícil que el resultado final se revierta. Lo que significa que
México, por vez primera en su historia, será gobernado por una mujer.
MICHOACANOS QUE SE BENEFICIAN CON CLAUDIA
Una vez designada la candidata presidencial de Morena, se incrementa la efervescencia para la
selección de candidaturas a los demás cargos de elección popular, teniéndose por costumbre
“proponer” desde el centro a los abanderados a Senadores y diputados federales, diputados
locales y alcaldías se ceden a los gobiernos estatales.
Desde esa lógica se pudiese pensar que el mejor posicionado en Michoacán es Raúl Morón Orozco,
el coordinador estatal y personaje más cercano a Claudia Sheinbaum, así como Giulianna Bugarini
Torres, otra de sus coordinadoras en Michoacán, por parte del gobierno del estado. Otro que le
apostó al proyecto de Sheinbaum, es el diputado local y dirigente estatal del PVEM, Ernesto Núñez
Aguilar. Mientras que en la región oriente, el alcalde de Zitácuaro, Juan Antonio Ixtláhuac
Orihuela, a quien desde hace meses se le observa más cercano a Morena que al Frente Opositor
que lo convirtió en presidente municipal.
Frente a Xóchitl Gálvez, Claudia es muy vulnerable. Por lo que requerirá echar mano de acciones
de adhesión, negociación y cooptación, lo que logrará a través de la repartición, primero de
candidaturas, después de dinero, posiciones y promesas. Empezando por Marcelo Ebrard y su
equipo de seguidores, posteriormente pactará con los gobiernos estatales y liderazgos regionales
de su partido (con los partidos de la coalición se encargará, o ya se encargó el presidente o su
Secretario de Gobernación).
Entre los círculos de Morena se especula que en dicha negoción Carlos Torres Piña podría
desplazar a Raúl Morón de la candidatura al Senado, haciendo formula con Giulianna Bugarini y
que el ex líder magisterial y ex candidato a gobernador sería diputado federal plurinominal.
En las negociaciones con las fuerzas participantes en el proceso interno, tampoco se descarta de ir
al Senado a Ernesto Núñez, Leonel Godoy Rangel, a Fabiola Alanís Sámano y Fidel Calderón.
Incluso Juan Antonio Ixtláhuac estaría siendo considerado para una diputación plurinominal, bien
federal o al Congreso Local.