Sinopsis política/El progresivo poder de Ramírez

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J. Salatiel Arroyo Zamora

 “Salió respondona la chacha”, o “entró como los sapos, con cuidado, y una vez logrado el objetivo se enanchó y ni quién lo saque” … son algunas frases que podrían atribuirse al gobernador Alfredo Ramírez Bedolla. Quién, hace cuatro años no figuraba entre los liderazgos políticos en Michoacán. Pero, gracias a la impericia de los colaboradores de Raúl Morón Orozco, que permitieron le fuera cancelada la candidatura a la gubernatura, al no presentar a tiempo sus gastos de precampaña (en marzo del 2021), Morena designó como candidato emergente a uno de los fundadores del partido, quien prometió compartir el poder con los grupos monopolizadores al interior del movimiento, pero conseguido el propósito los excluyó.

Frustrados, sus correligionarios se reagruparon en la integración de un frente anti bedollista, para disputar al grupo en el gobierno candidaturas, espacios de dirección partidaria y hasta las simpatías de la hoy presidenta de la república. Todo parecía iba bien, para los antagonistas al bedollismo, lograron la mayoría de candidaturas en el proceso comicial pasado, hoy tienen en su poder Senadurías, diputaciones federales y algunas locales. En tanto las nominaciones que cedieron al grupo en la gubernatura, entre ellas la del ayuntamiento de Morelia, se le derrotó estrepitosamente. Tragedia electoral que había sido pronosticada.

Incluso se llegó a especular que Ramírez Bedolla sería despojado del mandato, que en cuanto Claudia Sheinbaum asumiera la presidencia de México lo invitaría a colaborar en un espacio de tercer nivel, con la intención de que su lugar como gobernante fuese ocupado por Raúl Morón, presumiblemente amigo cercano de la mandataria y a quien la dirección nacional partidista le debía o debe dicho espacio, que le fue inhabilitado.

Pero nada de lo señalado sucedió y lejos de decrecer o debilitarse, el gobernador Alfredo Ramírez y su operador principal, Carlos Torres Piña, están demostrando fortaleza y destreza. Lo que se ratificó con la designación o elección de Jesús Mora González en la presidencia estatal del partido, dónde con amplio margen el bedollismo derrotó al moronismo y godoyismo juntos. Tomando ventaja el grupo gobernante en la designación de futuras candidatura en el estado para el 2027, incluyendo la gubernatura que, por justicia, equidad de género y “moda”, podría ser para el sector femenino, descartando de tajo la posibilidad de que al Senador Raúl Morón le “haga justicia la Revolución o la Transformación”. Al menos que, efectivamente, Alfredo Ramírez Bedolla sea convocado a colaborar en el gabinete presidencial.

Obviamente en la designación de Jesús Mora a la presidencia estatal de Morena hubo irregularidades, como sucede en todos los partidos, y en todo aquello donde los políticos intervienen, contaminando de putrefacción. Por ejemplo, se ha denunciado que se llegó a pagar hasta 250 mil pesos por voto, además que se ofrecieron direcciones y jefaturas de departamento en el gabinete. Es decir, igual que en el PRI de antaño, se hizo uso del poder y de los recursos públicos para someter e imponer…pero en política, lo que importan son los resultados, y en estos salen ganando los infractores a la legalidad y a la moral.

Sin embargo, la fortaleza del mandatario podría extenderse más allá de la política partidaria, al estar recibiendo apoyo de la federación en materia de seguridad (talón de Aquiles de la administración bedollista), precisamente en la región de Tierra Caliente, donde realizar actividades productivas se ha convertido en peligro mortal. Ahí, donde Alfredo Ramírez Bedolla arrasó a sus contrincantes en la elección por la gubernatura (con el apoyo de los poderes fácticos que hoy combate, o simula hacerlo), fuerzas federales y estatales han detenido en los últimos días a más de 60 extorsionadores de productores y empacadores de limón.

Sí las acciones gubernamentales de restablecimiento del orden público, paz y seguridad, son una realidad y se ejercen en todo el territorio estatal, la fortaleza social y política a favor de Ramírez Bedolla será indiscutible. De lo contrario, por conveniencia popular, sería recomendable su dimisión.

“ENJAMBRE” y LAS ESPERANZAS DE UNA VERDADERA TRANSFORMACIÓN

El flagelo que más lacera a la sociedad mexicana es la corrupción, que exceptúa la aplicación de la ley a las organizaciones criminales que, con la 4T, han encontrado la oportunidad de fortalecerse, extenderse y multiplicarse, realizando en algunos casos funciones que competen al poder legalmente constituido, como es la recaudación de impuestos, investigación y persecución de delitos, aplicación de la ley (a su manera), hasta la procuración y administración de justicia (también a su manera), y a veces más efectiva.  

Manteniendo a los gobiernos estatales y municipales infiltrados y a su servicio, cuando no son los mandatarios los mismos cabecillas. Mientras que a la sociedad se le conserva aterrada, esclavizada y en estado de indefensión, despojándola de las esperanzas de una transformación real y positiva, al menos en materia de seguridad pública.

Por eso, cuando el pasado viernes 22 de noviembre se conoció del “Operativo Enjambre”, que logró la detención de tres presidentes municipales del Estado de México y tres mandos policiacos (uno se suicidó para evitar ser encarcelado), en ciertos sectores de la población renacieron esperanzas en el gobierno federal, de efectivamente resolver el añejo problema de la inseguridad y violencia, restituyendo el orden jurídico, el estado de derecho y como consecuencia, devolver la tan anhelada paz al país.

Pues, efectivamente la ruta, estrategia o táctica contra la inseguridad, violencia y terrorismo, es el combate a la corrupción en el gobierno, antes que la persecución, enfrentamiento, inmolación o encarcelamiento de los cabecillas delincuenciales, o la repartición de dinero en programas sociales, simulando “combatir las causas de la violencia”.

Indiscutiblemente el origen del caos, la anarquía y el terror, es la corrupción, no la falta de dinero. A las personas con valores, no las corrompe ni el hambre. Mientras los podridos, se vuelven insaciables.

Luego entonces, para que la “purga”, “el Operativo Enjambres” en el Estado de México, o el “Operativo Aguacate, Limón…” etcétera, sean efectivos y socialmente creíbles, deben realizarse de manera permanente y en todo el territorio nacional. Pero empezando por los mandos militares, policiacos, Secretarios de Estado, Gobernadores y presidentes municipales, incluso algunos diputados y Senadores.

A todos nos ha quedado claro que la fuerza de la delincuencia civil, o “crimen organizado”, radica en el apoyo que recibe de la delincuencia gubernamental. Lo que significa que, atacando a los corruptos del gobierno que permiten la impunidad y la libre operación de las organizaciones infractoras civiles, estas se debilitarán considerablemente. Quienes, además, son la carne de cañón de la delincuencia gubernamental, son los que dan la cara, mientras los políticos reciben los beneficios. Luego entonces, si no se extermina a los criminales con charola, nunca se extinguirá o disminuirá la delincuencia civil.

Tarea que no será fácil, pues la inmensa mayoría de mandatarios municipales y estatales se encuentran involucrados. Casi todos, por ambiciosos establecieron esas alianzas desde precampaña, buscando ayuda para ser impuestos como candidatos y después para deshacerse de sus contrincantes. Raramente los políticos han sido forzados a coludirse con la delincuencia civil; sin embargo, siempre han tenido la opción de renunciar o no aceptar el cargo. Pero la avaricia pudo más que la cordura y los valores.

De ser real el objetivo del gobierno, de combatir la criminalidad, y no una simulación más para legitimar a la administración entrante (ante la crisis por las pugnas internas en el partido dominante), no alcanzarán las cárceles para encerrar a tanto político pernicioso. Pero valdrá la pena el esfuerzo de edificarlas. Además, son menos los gobernantes y funcionarios corrompidos, que la carne de cañón que utilizan como operadores criminales y pistoleros. Muchos de estos rescatables aún. Pero la palabra y obligación, la tienen ahora quienes gobiernan. El pueblo ha hecho su parte al elegirlos y pagar sus salarios.

Aunque, otro obstáculo más, son los intereses partidistas, ya que la mayoría de gobernadores, alcaldes, representantes populares, funcionarios y dirigentes partidistas involucrados o asociados con el “crimen organizado” pertenecen a Morena, y todos ellos tienen un padrino, protector o referente en las cupulas nacionales del gabinete presidencial, en el poder legislativo y partido oficial, corriéndose el riego que suceda lo mismo que pasó con la propuesta presentada por Claudia Sheinbaum a la presidencia de la CNDH, donde los Senadores de Morena se subordinaron a la voluntad de AMLO y desecharon la de nuestra presidenta de la república.

Y nadie, ni siquiera la Doctora Claudia, se arriesgará a despertar la cólera del que en verdad manda. Capaz se le acusa de traición a la patria y se le aplica el 33 Constitucional, luego del respectivo “juicio político”. Así que, la solución a la peor tragedia nacional va para largo y podría agravar. 

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