J. Salatiel Arroyo Zamora
Mientras las ejecuciones continúan y la incertidumbre crece, el gobierno municipal oculta la información de los asesinados y se intenta simular que no pasa nada, aun cuando algunos de los caídos son personas cercanas al gobierno. Pero nos hacen creer que todo funciona a la perfección, que se trabaja en armonía, que los recursos financieros de los impuestos fluyen y se realizan obras, que todo es éxito, bonanza, desarrollo y bienestar. Pero no es cierto, se nos engaña y muchos caen en el embuste, a pesar de lo evidente.
La experiencia nos ha enseñado que todo funcionario público y gobernante siempre ambiciona trascender más allá del cargo que ostenta en el presente y para lograrlo, requiere más, mucho más dinero, pues las campañas políticas se ganan con eso: con dinero, más que con discursos. Por ello no realizan gestión alguna, ni construyen obras, si no garantizan antes una ganancia económica para ellos, que la mayoría de las veces dichas operaciones financieras son llevadas a cabo por los familiares cercanos del mandatario, lo mismo que los “ingresos” son administrados por sus hijos, hermanos, padres o cuñados.
También es cierto que casi todos los políticos tienen socios y aliados financieros, personas que invirtieron dinero en la campaña, con el propósito de recuperar hasta diez veces o más el capital invertido. Estos personajes son los más beneficiados con la designación de espacios importantes en la administración pública, donde puedan tener acceso directo a los dineros del presupuesto, así como la adjudicación de obras, cuyos costos son elevados premeditadamente y se realizan con materiales de baja calidad, para que la ganancia sea excesiva y compartida con el gobernante y su familia.
Por lo anterior, es trascendental que el mandatario y sus colaboradores asuman una actitud de absoluta transparencia en el ejercicio del gobierno, que no existan dudas en el ciudadano que fomenten la desconfianza, reproches, juicios adversos y condenas populares. Debe informarse de manera clara y oportuna de todos los proyectos y acciones, cómo y en qué se aplica cada peso que ingresa a las arcas públicas. Y donde haya dudas, despejarlas. Qué no sucedan más casos como los del relleno sanitario y el cerro El Molcajete, que están generando más recelo y encono, que satisfacción.
Es verdad que, en el asunto del relleno sanitario establecido en Timbineo de los Contreras, el ayuntamiento de Zitácuaro ha informado su clausura y que estará cancelado en su totalidad en el mes de abril. Mientras tanto, los tres niveles de gobierno -dice el ayuntamiento- continúan las acciones en conjunto, a fin de establecer el lugar apropiado para los desechos del municipio, “resaltando en todo momento que el nuevo relleno sanitario NO estará ubicado en el cerro El Molcajete”.
Al respecto, considero que ha faltado comunicación más precisa y contundente, para evitar confusiones y malas interpretaciones, pero a tiempo, de manera oportuna, para no dejar lugar a la especulación. Además, tampoco se ha aclarado sí se permitirá o no la creación de un supuesto desarrollo turístico “ecológico” en el cerro El Molcajete y que, tal vez, el rumor del relleno sanitario en el citado lugar tenía precisamente ese propósito, distraer la atención para invertir en dicho proyecto turístico. Lo cual también es delicado, porque se trata de restaurar, evitando la instalación de cualquier tipo de infraestructura y en vez de ello, reforestar. Tal vez pueda ejercerse el senderismo, pero sin edificaciones, ni asentamientos humanos.
Como no se ha demostrado que los demás integrantes del cabildo o ayuntamiento se asuman como verdaderos representantes populares, que hagan valer sus facultades fiscalizadoras, que realicen labores de escrutinio para encontrar la verdad e impedir actos de posible corrupción y rapiña, es importante que el presidente municipal informe directamente a la población todo lo que concierne al ejercicio de gobierno, por ejemplo, investigar y comunicar que empresas han sido favorecidas con la adjudicación de obras, como el encarpetado de algunas calles, que relación tienen los verdaderos dueños con regidores, regidoras y funcionarios, con el propósito de evitar cualquier conflicto de interés. Así como indagar la pulcritud de los comités respectivos, de adjudicaciones y adquisiciones.
Michoacán, el estado más inseguro de México
Michoacán se ha convertido en el estado más inseguro de la República Mexicana, aquí las ejecuciones, desapariciones y extorsiones se han incrementado de manera alarmante, llegándose a los 480 homicidios dolosos durante los dos primeros meses del 2022, con 8 asesinatos en promedio por día, transformándose esta entidad federativa en la más violenta e insegura del país, donde ahora las organizaciones delictivas han puesto en práctica una nueva modalidad, que consiste en darse el “lujo” de ayudar al gobierno a borrar las huellas del terror, después de fusilar a civiles en la calle y en pleno centro de la población, sin que autoridad alguna intervenga para obstaculizar sus cometidos.
Pues los gobiernos sólo actúan en la recolección cadáveres y reaccionando después de los sucesos de violencia, para “disuadir con su presencia” a los grupos criminales, que en esta ocasión (en San José de Gracia) ni cuerpos dejaron. Les ahorraron también esa chamaba.
Frente a tan lamentables acontecimientos, resurge la interrogante: ¿Ahora a quién culpará la 4T? Pues Silvano Aureoles Conejo ya no es gobernador y quien manda en Michoacán se supone es Morena y Alfredo Ramírez Bedolla, y no creo que el presidente AMLO vaya a incriminar al gobernante de su partido, menos cuando dijo de él que es todo eficiencia y pulcritud, pues el mandatario nacional es incapaz de aceptar un equívoco y reacciona con violencia si algún atrevido intenta insinuar que él está mal.
Y si no es capaz de inculpar al gobernador, menos se atreverá a imputar esa masacre a los grupos delictivos, al contario, capaz que intenta felicitarlos nuevamente “por bien portados”. Lo que sí ha pretendido hacer, es minimizar esa ejecución múltiple. En tanto, medios de comunicación a su servicio han insinuado que se trata de un montaje y provocación a la imagen presidencial.
Al principio creí que también culparía de esa ejecución masiva a los periodistas chayoteros, mercenarios y golpeadores, por ser más peligrosos que los cabecillas del crimen organizado y sus lapiceros, libretas, cámaras y grabadoras más mortíferas que el calibre 50, cuernos de chivo, drones lanza bombas y las minas explosivas. Me equivoqué, el blanco de sus ataques, en esta ocasión, es el ex presidente Felipe Calderón Hinojosa, por su guerra fallida en contra del crimen organizado y por haber alborotado el avispero.
Mientras la violencia e inseguridad crecen en todo el país, el presidente la minimiza e insiste en su política de “abrazos y no balazos”, lo que seguramente en el futuro traerá consecuencias jurídicas para los gobernantes. Pero eso a ellos no les preocupa, su interés primordial es electoral, mantenerse en el poder y la popularidad es el mejor ingrediente, y lo han trabajado bien. Tanto, que toda acción o declaración, incluso negativa y con eminentes niveles de torpeza, las han capitalizado para conservar esa popularidad, que es aceitada con los recursos de los programas sociales y la creación de granjas de electores y aplaudidores cautivos.
Afortunadamente en materia de combate a la corrupción parece que ahora sí se actuará, pues se ha anunciado que ya se presentó formal denuncia penal en contra de Silvano Aureoles y algunos de sus ex colaboradores. Sólo se espera que dicho propósito sea efectivamente extirpar la corrupción, combatir la impunidad y recuperar el capital distraído o sustraído, que no se trate de fobias, ni revanchas políticas o pretextos para presionar, negociar y fomentar más la putrefacción.
Ojalá en verdad se investigue, se meta a la cárcel a los ladrones y les quiten lo robado. Lo extraño, es porque no se ha investigado la excesiva erogación en la presa Francisco J. Mujica, el Teatro Matamoros, la relación de los gobiernos de Lázaro Cárdenas Batel y Leonel Godoy Rangel con la empresa Odebrecht y porque razón no se les ha denunciado a ambos ex mandatarios, incluyendo a Cuauhtémoc Cárdenas Batel, si las sospechas de irregularidades financieras de ellos anteceden a las de Aureoles Conejo. Pero, mientras se actúe, no importa a quiénes encarcelen primero.