Sinopsis política/Zitácuaro, de fiesta permanente

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Por: J. Salatiel Arroyo Zamora

El circo romano era una fiesta, en la que se otorgaba a las personas de la época alimentos a precios bajos y espectáculos gratuitos para tenerlos controlados y deliberadamente en un estado complaciente (con “pan y circo”). Se trataba de una estrategia política, operada a través de una fórmula para el “bienestar” de la población, distrayéndolos de los problemas políticos y sociales. Pues el circo presenta al público actos basados en artes y talentos, como la acrobacia, los malabares, el ilusionismo, el equilibrismo y el escapismo. Igual que ciertos políticos que, con sorprendente acrobacia verbal ilusionan a la ciudadanía, con habilidosos malabares se les despoja de los recursos públicos y, por medio de sus contactos, “alianzas” y complicidades, burlan las leyes (con todo y sus reformas) y escapan de cualquier imputación y culpa, de tal manera que se conservan impolutos, listos para seguir gobernando o representando a ese pueblo bueno, sabio y lisonjeado, para mantenerlo manso.  

A dos mil años de distancia, el objetivo político y social del circo romano continúa vigente. La población, en su inmensa mayoría está satisfecha, “feliz, feliz”, sabiéndose engañada, burlada y saqueada, incluso en peligro de muerte o al borde del exterminio, subsistiendo en condiciones de terror, pero idolatrando a sus verdugos. Otros ignorando, o intentando desconocer, que los malos gobernantes son la causa del problema.

Al menos en nuestro país, ese escenario ha sido creado y sostenido en los tres niveles de gobierno que, coincidentemente, se trata de mandatarios surgidos de la misma fuerza política. Pero la degradación que experimentan es general, no respeta formación doctrinaria, ni filiación partidista.

Por ejemplo, en Zitácuaro, son pocos los enterados de que estamos transitando por uno de los periodos de gobierno más caóticos de la historia, en materia de desarrollo social y humano. Con la presente administración municipal estaremos igual o más estancados que con la anterior, encabezada por el mismo titular, pero con diferentes partidos políticos (antes eran los “corruptos conservadores”, ahora son los “grandes transformadores”, pero la situación no mejora, nada más para ellos, “aliados”, colaboradores, socios y sus familias. Los demás, con algunas migajas en los miércoles ciudadanos se conforman).

Seguiremos sin obras relevantes, puros parches en calles que no lo necesitan, mientras las vialidades deterioradas no son atendidas. El comercio informal, ambulante y semifijo, crece sin control, generando competencia desleal con los comerciantes establecidos en locales o rentando espacios para exponer sus productos. Las calles y banquetas son invadidas, mientras algunos mercados se encuentran semi vacíos. Pues se tienen que pagar facturas electorales a los acarreadores de votos, en un régimen que alardea libertades democráticas y respeto a la dignidad humana.

Tan dueños les han hecho creer que son de la vía pública, que la disputan como si fuesen propietarios exclusivos de los espacios que corresponden a todos. Llegando al grado de agredir a quien los cuestione, pues se saben tolerados y protegidos por las autoridades, en la violación flagrante a leyes y reglamentos, gozando de absoluta impunidad, gracias al mercadeo electoral y a la prostitución del sufragio.

Sin embargo, estamos contentos, porque seguido se nos reconoce por “talentosos”, se no hace entrega de un documento resaltando nuestros méritos y virtudes, nos aplauden, halagan, alimentan nuestro ego durante algunas horas. Lo que nos da satisfacción, felicidad y hasta cierto sentimiento de gratitud con el ser iluminado que bajó la mirada para fijarse en nosotros. Pero más gozosos estamos porque nos traerán -en las fiestas de febrero, para honrar a nuestra Carta Magna- a Alfredo Olivas, quien seguramente provocará que se agoten los boletos de entrada. No importa que cobre hasta cinco mil ochocientos 35 pesos por persona, en un pueblo donde la clase trabajadora percibe un salario menor a los tres mil pesos semanales y que nuestros bienes patrimoniales estén siendo saqueados por una bola de vivales que se dicen servidores públicos.

 Eso poco interesa, lo que en verdad importa ahorita, es conseguir un boleto para ir a ver a nuestros artistas y estar contentos. De la política, que se ocupen los políticos… nada más que políticos protestantes ya no hay, Morena tiene a todos sometidos y controlados. Además, es tan plural, que hasta morenistas recibe en sus filas.

Nada más que los de la 4T se tienen que formar, porque los espacios de primera línea ya están apartados para los prianistas-perredistas arrepentidos y purificados: Como la Senadora Araceli Saucedo del PRD y su líder partidario, Don Octavio Ocampo, que ya casi es moreno también, y llegarán a mandar, pues los morenos de cepa son dóciles, otros están en la nómina y no se arriesgarán a poner en peligro ese “privilegio”, que algunos -igual de domesticados y ambiciosos- aspiran gozar.

SE RECRUDECE EL TERROR EN MICHOACÁN

 Así que, el circo seguirá, mientras haya quienes aplaudan y lambisconeen a los payasos, en lugar de hacer observaciones a lo que está mal. Pues, para nada es aceptable alardear que todo está bien y ufanarse de que la inseguridad y violencia van a la baja, ya que -según las cifras oficiales- los asesinatos en 2024 disminuyeron, respecto a 2023. Suscitándose en el primer año 1454 y en 2024 sólo 1260, 160 menos. Número fatal que se supera con la cantidad de desaparecidos y no localizados, ni identificados en los semefos.

Pero nada se compara con la zozobra de padecer gobiernos indolentes e incompetentes, dedicados a la disipación y frivolidad, disfrutando viajes de placer en el extranjero con cargo al erario público y empleando el poder para fanfarronear, andar de románticos, conquistadores e incrementando su harem exclusivo, pisoteando la integridad y dignidad de su propia familia. Si infieles, ingratos y crueles son con las personas que presuntamente aman ¿Qué pueden esperar los pobres ingenuos que en ellos confían?

Mientras tanto, crece el número de decapitados, asesinatos colectivos en lugares céntricos de las principales ciudades, en sitios de esparcimiento para “caballeros”. Además de las víctimas mortales a causa de explosivos lanzados desde drones y minas terrestres, que han arrebatado la vida incluso de personas inocentes, como un Maestro rural conocido y querido en la región de Tierra Caliente por entregado a su profesión, que ejercía como un apostolado, además de ser humanista y altruista de a de verás… y muchos no votamos por eso, sino con la esperanza de que las cosas en verdad fueran diferentes… pero resultó peor el remedio, que la enfermedad.

A nivel nacional no es diferente la situación, siguen los “gasolinazos”, cuyo costo ya supera los 25 pesos, cuando en el 2018 se nos prometió se reduciría hasta llegar a 10 pesos litro. El desabasto de medicinas continúa provocando muertes, a pesar de los esfuerzos de médicos y enfermeras que buscan la manera de crear instrumental médico con lo que tienen a la mano, como vasos de unicel y envases de “Nescafé”, pues el dinero de nuestros impuestos se destina a la compra anticipada de conciencias, que se convertirán en votos, a costa de vidas inocentes, como los niños enfermos de cáncer y los asesinados por el crimen organizado con la anuencia del otro gobierno.

Pero eso no es lo más grave, lo realmente delicado es que así seguiremos -como dicen ellos- lamentándonos (unos cuantos) otros seis años mínimo. Pues la mayoría disfruta las migajas de la muerte, otros los privilegios de estar en la nómina, favorecidos con los negocios del gobierno o ambicionando estar en esos espacios.

 Sin embargo, más peligroso resulta que, a diferencia de los gobiernos corruptos del pasado, de donde vienen todos los que ahora gobiernan y sus colaboradores, ahora no existe oposición alguna, nadie que critique, ni condene la corrupción y deficiencias e intente generar equilibrio ante los excesos y abusos del poder político.

Lo que más duele, es ver como las voces revolucionarias, rebeldes, críticas y libertarias, han guardado silencio. Los que en otro momento repudiaban al capitalismo, el imperialismo, el monopolio o concentración del poder y la tiranía, ya se olvidaron del proletariado, de la lucha de clases, de la libertad, la dignidad. Ahora, muy cómodos, disfrutan los beneficios de la subordinación, a costa de la desinformación, ignorancia, engaño y saqueo del capital social o dinero público. Rindiendo pleitesía al farsante, criminal y ladrón. Acusando a las víctimas que se resisten al sometimiento, de querer regresen los de antes. Cuando los de antes son los que siguen mandando, no se han ido.

No les importa que se esté desviando el objetivo realmente transformador del Movimiento de Regeneración Nacional y que, al ganar el poder, se pierda la esencia del partido. Dejando las manos libres a los sátrapas, que se han aprovechado de la confianza del pueblo para arribar al gobierno.

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