Salvador Hurtado
La llamada prensa entregada- sometida por el poder del ejecutivo federal- ha sido de los riesgos que se corre cualquier elección, sobre todo cuando está en juego la silla presidencial, con ello se confirma el peligro para la democracia en México.
La mayoría de la sociedad esta consiente, para nadie es un secreto que buena parte de los llamados “medios de comunicación; la generalidad de cobertura nacional y otros tantos de jerarquía estatal, -prensa, radio, televisión y digitales sobre todo con dirección a las grandes empresas de ese sector, las cuales por sus hechos han demostrado su docilidad por un poder presidencial que les injuria, intimida, acusa y señala, no solo a periodistas, sino a dueños de medios a los que lanza todo el peso del estado.
Debido a tal sometimiento y el miedo al poder o poderes que establecen como desean estructurar al país, se ven groseros espectáculos como el nombrado “tercer grado de televisa”, en donde una bandada de propagandistas disfrazados de periodistas aparecen como duros he inflexibles cuestionadores de la candidata Mexicana de la alianza fuerza y corazón por México y al día siguiente son mansos corderos incapaces no solo de cuestionar. Sino de sostenerle la mirada a la candidata de origen judío de la alianza sigamos haciendo historia.
Lo más grotesco del caso, sin embargo, es que el dizque ejercicio periodístico de “tercer grado”, en realidad confirma el control oficial de los grandes medios, en este caso como televisa queda claro de que existe una línea editorial dictada desde niveles insospechados para aplastar a cualquier candidata o candidato opositor y para apapachar a los del partido con fuerzas insospechadas.
Sin embargo- y sin proponérselo—el grotesco espectáculo de servilismo propagandístico de televisa y de sus “periodistas”, no solo resulto una confirmación de tamaño del sometimiento de los grandes medios al oficialismo, sino que no pudieron disfrazar más el amasiato con la virtual presidenta de origen Judío impuesta por el inquilino de palacio nacional para el sexenio venidero, y por lo tanto pudiera ser como el, un sacrificio para el país. ¡Ojala y no!.
¿ Porque la candidata electa de origen Judío pudiera ser un riesgo para México?. Por la extraña y excedida pleitesía a su favor de mucha gente poderosa antes del día de votación, ya seguros apostaban con cifras y porcentajes a favor del triunfo guinda, ya ven que estos bribones adinerados tienen ojos y orejas hasta en el averno. En efecto no solo en los debates del INE, sino en entrevistas colectivas – como “tercer grado” de televisa- la presidenta electa de origen Judío enseño su talante de intolerancia, autoritarismo, mitomanía, nula convicción democrática, y su odio radical a la crítica, la transparencia, la división de poderes y sobre todo a partir del segundo debate, exhibió el culto que le profesa a su veterano desde siempre cuestionado mentor, a la corrupción y a los gobiernos autoritarios, en donde no existe espacio para las minorías y los contrarios.
Si, sin proponérselo los hipócritas, tibios y timoratos propagandistas de “tercer grado”, confirmaron que una vez en el poder, la presidenta electa de origen Judío, sería peor que el llamado peje y , por tanto que la candidata que de joven vendió gelatinas, concurriría la mejor y la única alternativa contra el mencionado riesgo, y es que no solo abundaron los ejemplos de que la que presume de ser científica es más mentirosa que su padre putativo, sino también transa, inmoral, radical, intolerante, autoritaria y capas de todo- y es todo- por cumplir vulgares ambiciones de poder. Entonces no existe explicación, pues curiosamente sobre todo lo que sabía y sabe México le preguntaron estos cobardes dizque periodistas, todo a modo.
Desde la misma noche y días posteriores de la elección, cumpliendo con la tarea de apaciguar los ánimos de los votantes contrarios al sistema; Se pudo percibir como tragedia el que la mayoría de la prensa se sumara a la cargada que a ciegas y sordas avalaran sin el derecho a la duda, la réplica y sin el menor recato para esclarecer las dudas e impugnaciones, estos, auguraban de rodillas el triunfo a la candidata oficial, a todas luces fuera de la ley y por lo tanto fraudulento, confundiendo a la población inclusive a la candidata contraria, desde entonces se mostró en el plano nacional e internacional la verdadera cara de la prensa domesticada. ¡Qué gacho¡