Transformando/Un poco de historia

Comparte la noticia:

En una provincia, de un país no muy lejano, en la década de los 50s, nació un ciudadano que mostro inquietud desde temprana edad para cambiar su país.

Con el paso del tiempo, encontró el camino adecuado para encausar esa inquietud y muy pronto se alineó con los grupos opositores de los que gobernaban en ese momento.

Pronto destacó y participó en la fundación de varios movimientos convenciendo a gente de su visión.

Con el tiempo, se forjó como uno de los lideres fuertes de la oposición, lo cual le trajo como consecuencia la persecución del poder en turno y poco faltó para que esto terminara políticamente con su carrera.

Consolidó un movimiento y desde ahí se lanzó por la presidencia de su país, en más de una ocasión (no todas de la mejor manera).

Una constante en su campaña presidencial, fue criticar las decisiones del presidente en turno, prometer y asegurar que tenía la solución para la mayoría de los problemas que tenía su país.

Siempre abanderó una lucha contra la corrupción, por lo menos en el discurso.

Ante los problemas de inseguridad de su país, mencionó que crearía la guardia nacional, con el fin de darle más poder a los militares de su país.

Criticó los excesos y compras de los presidentes anteriores, incluso se negó a usar el que era el avión presidencial.

Siempre dijo que se debía a su pueblo, incluso dijo ya no me pertenezco,convencido de que le pertenecía al pueblo que quería gobernar.

Ya como presidente, intentó hacer cambios, incluso violando algunas leyes, realizando consultas a mano alzada, con metodologías muy cuestionadas incluso desde dentro de su movimiento, pero poco decían debido al gran poder que tenía.

Con el argumento de la seguridad nacional, blindó algunas decisiones que difícilmente beneficiaban a su país.

Incluso promovió la extinción de dominio y la aplicó en beneficio de sus proyectos.

Tuvo una gran relación con el gobierno cubano, lo cual lo distanció, aún más de Estados Unidos y Canadá, creando conflictos diplomáticos, donde su gobierno sacaba la peor parte.

Derivado de esa relación con Cuba, permitió y fomentó la llegada de médicos cubanos a su país, con un objetivo cuestionado y aún no claro, provocando el descontento de la comunidad médica de su país.

Se peleó con el sector empresarial, calificando a todos de corruptos y traidores a la patria, pero eso sí, eligiendo a algunos cercanos a él, para que lo ayudaran a construir su proyecto.

Para controlar a los gobernadores de las provincias, creó delegados con un gran poder centralizado, sin embargo, no funcionaron todos.

Creó un grupo de defensa de su proyecto al “servicio de la nación”.

Aparecía casi diario en un programa de televisión, con más intención de polarizar y culpar a sus “adversarios”, de la falta de resultados y la amenaza a sus proyectos.

Derivado de esa polarización, mencionó que los ciudadanos que compartían su visión estaban con él y quien no, entonces estaba contra él y en algunos casos también eran calificados como traidores a la patria.

Implementó la revocación de mandato y dijo que se sometería a ella, pero siempre intentó controlar la organización de la misma, pasando por encima de las instituciones.

Durante los discursos de polarización, mandaba mensajes, dejando como “malos” a los ricos y enalteciendo la pobreza, incluso él decía que vivía en austeridad.

Sus decisiones generaron escases de gasolina, agua y medicamentos, entre otras cosas, para medir la reacción del pueblo.

Se encargó de sus adversarios políticos, por medio de la persecución y algunos encarcelamientos.

Con la bandera de atacar la corrupción, que en su dicho había llegado a todas las instituciones, desmanteló algunas e intento eliminar otras, redirigiendo el presupuesto a sus proyectos, que en pocos casos beneficiaron al país.

Confiscó fideicomisos, sin explicar el destino de ese dinero y a conveniencia los volvía a crear.

Durante su mandato, dio una gran relevancia a la milicia, incluso apoyándose en ellos para labores, que no tenían que ver con su formación militar.

Dentro de su gabinete, incluyo personajes de dudosa reputación, incluso algunos con señalamientos de corrupción.

Siempre tuvo la bandera de “primero los pobres”, aunque durante su presidencia, aumentaron.

También abanderó el combate a la corrupción, sin embargo, en escasas ocasiones dio resultados en este rubro, ya que la corrupción llego a manchar incluso a su familia.

A la fecha hay trabajos periodísticos que documentan la fortuna de sus hijos sin trabajar.

Este es un pequeño resumen del legado del Comandante Hugo Chávez, que hoy, a casi 10 años de su muerte, su país Venezuela, continúa padeciendo el resultado de sus decisiones y de la falta de participación ciudadana y de una verdadera oposición.

Insisto, ¡Es tiempo de los ciudadanos!, que conocen historia para no repetirla.

Abelardo Pérez Estrada

@abeperez

Empresario, analista político, Expresidente CANACINTRA

Salir de la versión móvil