Jorge Hidalgo Lugo
Poco menos que despreciable resultó el intento que hizo Andrés Manuel López Obrador para petardear al bloque opositor con la irrupción de la marioneta regiomontana que finalmente cedió a su propio desliz, una vez que probó y comprobó que aun hay contrapesos que impiden el imperio de la estulticia como la que pretende imponer el dueño de Morena, para satisfacer sus ambiciones tiránicas en el México de instituciones que desbarata a pasos agigantados.
El servilismo, penoso, lamentable y por demás ridículo con que transitó en su corto tramo de precandidato presidencial, dejó en claro que Samuel Alejandro García Sepúlveda cumplía a cabalidad con las indicaciones que le marcaba su marionetista desde Palacio Nacional y con el respaldo del aparato de Estado, lo inflaron a extremos que en menos de un mes alardeaban por todos los medios a su alcance que ya había llegado al segundo lugar en las preferencias, dejando muy atrás a Xóchitl Gálvez.
Y así cumplían con el guion prediseñado para que con esta fantasía animada, a través de las redes sociales, el opresor tuviera menos preocupaciones ante la insustancial campaña que realiza su corcholata consentida a quien a base de billetazos, logra que figure como imbatible en el papel, pero que está muy distante de ser algo real, sustentado seriamente en el ánimo de los potenciales votantes.
Así con el efecto distracto funcionando a la perfección a través de los intereses mercenarios de Movimiento Ciudadano con Dante Delgado a la cabeza, transcurría la vida cuando se le apareció “el coco” al títere que terminó deshilachado, ante la posibilidad real de ejercer lo que se establece en la Constitución Política de Nuevo León e impedir que impusiera a sucesor y demás condicionamientos que pretendía cuando se presumía como verdad absoluta que todo iba viento en popa para alcanzar la segunda mayoría nacional y hacer añicos a los “políticos de siempre”.
Estulticia, inmadurez, ignorancia, prepotencia y demás factores conjugados en la personalidad deformada de quien creyó que por estar protegido por el dueño del circo, no corría riesgo alguno para imponer su voluntad, bajo la falacia de representar la “nueva política” y que se vio obligado a reconsiderar cuando ya estaba, según sus alardes mediáticos, en ruta de alcanzar a #EsClaudia.
Con actitudes porriles, dignas de la baja escoria política que tanto se afrentan en el discurso pero de la que echan mano cuando así conviene a sus tiránicos intereses, López Obrador creyó que si su marionetita naranja irrumpía con violencia porril a la sede del Congreso del Estado neolonés, recibía la protección de un juez en materia laboral -no constitucionalista- y sobre todo, amenazaba a miembros de la Judicatura Federal, lograría salirse con la suya e imponer a su sucesor, pero hoy están derrotados y destilan amargura ante la derrota sufrida en tribunales.
El retorno al gobierno de Nuevo León por parte del chamaquito que se emberrinchó, lanzó improperios, insultó y mantiene vivo su revanchismo contra opositores y sus familias, es la demostración tangible que los contrapesos son de urgente sobrevivencia ante este tiránico accionar de quien al igual que su títere, hoy hace berrinche y mantiene viva la defensa desde el patíbulo mañanero a favor de quien ya no es, ni será para fortuna del país, quien figure en las boletas del próximo año por el partido naranja.
Se le cayó la farsa mal montada a López Obrador y ahora busca afanoso un bateador emergente que venga a suplir al deslenguado mandatario quien se victimiza como estrategia ante lo inminente por venir, anter el riesgo latente que le descubran los cadáveres ocultos en el clóset, auditen el cochinero en las cuentas públicas a las que le ha metido la mano con regiomontana alegría y, además, salgan a relucir nombres de familiares y cercanos que han servido de cómplices presta nombres en el saqueo que ha realizado en apenas dos años de gestión, según denuncian analistas locales.
El hecho es que tanto marioneta como marionetista no superan el golpe y siguen en su pataleo acusando de todas sus desgracias y salvaje descarrilamiento, a los de siempre: PAN, PRI y PRD, sin recapitular que con estos reiterados reclamos plañideros les dan la dimensión que antes les negaron.
Porque si están tan en desuso, desacreditados, sin fortaleza ente la población, ¿cómo es que esos partidos les ganaron esta partida?
Esto es, si el accionar de los integrantes del bloque opositor alcanzó a contener y desarmar al muñeco de ventrílocuo que se había comprado López Obrador entre los artesanos del Cerro de la Silla, quiere decir entonces que bien pueden fraguar próximas travesuras y ganarle la partida pese a que el tabasqueño tiene multimillonarios recursos a su alcance para utilizar comprando votos, medios, conciencias, opositores y a México en general.
Y cabe preguntar si el líder de la hoy mafia en el poder va a exponer su debilidad inocultable con la defensa abigarrada que sigue haciendo de un candidato que en el papel buscaría ganarle a su gélida propuesta, o mejor revisa desperfectos en el bastón de mando con control remoto que hasta ahora le ha servido para maldita la cosa.
Esto pues sigue sin convencer más allá de los votos cautivos que cree tener seguros con las limosnas del bienestar y presiones a ejercer a través del narco crimen aliado. Con la milicia resuelta a no poner en riesgo las dádivas de poder que obsequiosamente les ha entregado el que se dice de izquierda pero actúa como personero de la ultra derecha.
Bajo este contexto se puede desprender que Samuel García prefirió cuidar su “fosfo fosfo” pellejo en vez de seguir sentado en las rodillas de este aprendiz de Gepeto, con todas las consecuencias que pueda traerle en el corto y mediano plazo, porque también debe saberse expuesto y temer a la revancha de quien pese a todo dice no ser “un hombre de rencores”.
Así las cosas, necesitará contentar a su manipulador con algo más que decir en sus acostumbrados videos que resolvió retornar a su cargo como gobernador de Nuevo León “para no descuidar a su Estado” y comenzar una cacería mediática contra quienes le impidieron violentar el Estado de Derecho que rige en la norteña entidad.
Pero sobre todo, las altas segregaciones de líquido biliar que ha generado este desistimiento en López Obrador difícilmente podrán contenerse, porque ahora nadie en su sano juicio creerá que el candidato que ponga Dante Delgado con la bendición del opresor tabasqueño, será para disputar la presidencia a la corcholata preferida de su profesor.
Sin embargo, el juego de engañifas se mantiene y así como registra eventos fallidos en la Ciudad de México o más recientemente en Michoacán, la que se dice desde ahora presidenta del país, se sube a los templetes con su frialdad cadavérica y arenga a los acarreados impedir el regreso del PRI, PAN y lo que queda del PRD.
Pero a cambio exhibe orgullosa las últimas adquisiciones que suma a su proyecto, obtenidas precisamente en el basurero del PRI y PAN, con personajes inescrupulosos y de dudosa honorabilidad como Alejandro Murat y Javier Corral, quienes por el simple hecho de sumarse a Morena, son purificados en automático y su pecaminoso andar en puestos de representación popular, les ha sido perdonado por obra del mesianismo que prevalece en la nueva clase gobernante plagada de viejos ejemplos del latrocinio y corrupción al amparo del poder, podredumbre pestilente que enorgullece al partido del Gobierno.
En todo caso Movimiento Ciudadano le falló a su patrocinador y ahora deberá esperar las consecuencias.
-“Samuelito, ¡al baúl”!… retumbó la tiránica orden en las catacumbas de Palacio Nacional…
Vale…